miércoles, febrero 28, 2007

Revista Digital de Cultura MACEDONIO BELARTE - AÑO II - N° XVIII - FEBRERO 2007






Israel por siempre


Dr. Yaacov Cahan (1881-1960)


Cahan fué un poeta precoz. En 1903 publicó la "Canción de los Rebeldes" cuyos versos: "En sangre y en fuego cayó Judea, en sangre y en fuego se levantará" fueron adaptados como lema por el grupo Hashomer que creó a principios del siglo veinte el primer contingente de autodefensa en la Tierra de Israel.

A continuación se transcribe esta "Canción de los Rebeldes":

Nos levantamos, volvimos jóvenes vigorosos
Nos levantamos, volvimos nosotros los rebeldes
A redimir nuestra tierra, en la tempestad y en la guerra
Abrazamos nuestra heredad con mano levantada.
En sangre y en fuego cayó Judea



En sangre y en fuego se levantará.
Guerra por la libertad, guerra por la tierra
Y si muere la libertad viva la venganza.
Si no hay justicia en la tierra, que la espada juzgue
Y si caemos en la arena, no renunciamos a nuestro derecho.


Estos versos, escritos por un joven de poco mas de veinte años siguen siendo de los más combativos de la poesía hebrea y aún de la poesía universal y siguen en boca de nacionalistas judíos muchos de los cuales ni siquiera conocen el nombre del autor.En estos versos está también el tema de la espada y que la derrota no pone fin a los ideales.

Otro de los temas de su poesia es el hierro. Tal vez es el eco al consejo que da Sansón a sus hermanos de que acumulen hierro, en la novela de Zeev Jabotinsky. Además durante siglos el hierro fue sinónimo de las armas.

Yaacov Cahan escribió el siguiente Canto al hierro:

Canto al hierro, al hierro mudo
Que detiene y protege, que rechaza y venga.
Cuando el mundo está cubierto por la oscuridad
El hierro da seguridad
En el hierro hay consuelo
La tierra es para nosotros roca
Y todos nuestros caminos están cerrados
Con alambre de púa.
El aire está cargado de plomo
No se puede respirar ni se puede vomitar
No hay verdad, ni justicia, ni piedad,
Sólo fuerza. No hay refugio,
Canto al hierro, al hierro mudo
Si nuestros enemigos son hierro
Con hierro los enfrentaremos
Si duro es el mundo,
Más duros seremos nosotros
Todos nosotros seremos hierro
Nuestra carne hierro, nuestros nervios hierro
Y un solo pensamiento en nuestros corazones
Rebelión.


posted by Shimon 5:38 PM 0 comments Octubre 2, 2005 israelporsiempre.blogspot.com






Tuesday, October 03, 2006
Control de Factores Ponerológicos

“Ponerología” se define como una división de la teología que trata acerca del mal; doctrina teológica sobre la fragilidad o el mal; del griego: poneros-> mal. El término fue introducido por el Dr. Lobaczewski en su libro "Ponerología Política: Una Ciencia de La Naturaleza del Mal ajustada a Propósitos Políticos". A continuación un extracto de dicho libro (traducción de Signs of the Times)“Observar los procesos de ponerización de diversos grupos humanos a lo largo de la historia nos conduce fácilmente a la conclusión de que el paso inicial es una perversión moral de los contenidos ideacionales del grupo. Al analizar la contaminación de la ideología del grupo, notamos antes que nada la infiltración de contenidos extranjeros, simplistas y doctrinarios, privándolo por consecuente de su naturaleza humana. Esto le abre las puertas para que factores patológicos y el papel ponerogénico de sus portadores invadan al grupo. [...]“Este hecho podría justificar la convicción de los moralistas, de que mantener una disciplina ética en la unión y una pureza en las ideas es protección suficiente para evitar que se descarrile o salga precipitadamente hacia un mundo de errores no lo suficientemente comprendido. Dicha convicción sorprende al ponerólogo que la ve como una simplificación exagerada de una eterna realidad más compleja. Después de todo, disminuir los controles éticos e intelectuales a veces ya es una consecuencia de la influencia directa o indirecta de los factores omnipresentes de la existencia de los trastornos en cualquier grupo social, junto con algunas otras debilidades humanas no patológicas. “En algún momento de su vida, cada organismo humano sufre períodos durante los cuales la resistencia fisiológica y psicológica decaen, facilitando el desarrollo de una infección bacteriológica interna. De manera similar, una asociación humana o un movimiento social sufren períodos de crisis que debilitan su cohesión ideológica y moral. Puede ser que esto sea causado por una presión ejercida por parte de otros grupos, una crisis espiritual general en el ambiente, o la intensificación de su condición histérica. “Del mismo modo en que medidas sanitarias astringentes son una indicación médica obvia para un organismo debilitado, el desarrollo de un control consciente sobre la actividad de factores patológicos es una indicación ponerológica. Este es un factor crucial para la prevención de una tragedia durante períodos de crisis moral dentro de una sociedad. “Durante siglos, individuos que exhibían diversas anomalías psicológicas han tenido la tendencia a participar en actividades de uniones humanas. Esto se hizo posible, por un lado a causa de tales debilidades grupales, es decir, la falta de conocimiento psicológico adecuado; y por otro lado, depende de las fallas morales y sofoca a las posibilidades de utilizar el sentido común y de comprender situaciones objetivamente. “Cualquier grupo humano que se vea afectado por los procesos aquí descritos está caracterizado por una regresión creciente del sentido común natural y de la capacidad para percibir la realidad psicológica. Alguien que considere esto en términos de categorías tradicionales puede llegar a considerarlo cono un ejemplo de que los miembros se están volviendo tontos o como el desarrollo de deficiencias intelectuales y defectos morales. Un análisis ponerogénico de este proceso, sin embargo, indica que algunos factores patológicos presentes en ciertos individuos están ejerciendo una presión en la parte más normal de la asociación. Esto sucede porque se les ha permitido participar en el grupo debido a que la falta de un buen conocimiento psicológico no ha exigido su exclusión. “Por lo tanto, cuando sea que observemos a algún miembro del grupo que está siendo tratado sin ninguna distancia crítica, a pesar de que revela una de las anomalías psicológicas que nos son familiares, y que sus opiniones son tratadas por lo menos como iguales a las de la gente normal, a pesar de que se basan en una visión característicamente diferente de los asuntos humanos, debemos derivar la conclusión de que este grupo humano está siendo afectado por un proceso ponerogénico, y que si no se toman medidas, el proceso continuará hacia su conclusión lógica. Debemos tratar esto de acuerdo con el primer criterio ponerológico mencionado anteriormente, el cual retiene su validez sin importar las características cualitativas y cuantitativas de tal unión: la atrofia de las facultades críticas naturales con respecto a los individuos patológicos se convierte en una apertura para sus actividades, y al mismo tiempo, en un criterio par reconocer a la asociación en cuestión como ponerogénica. “Tal estado de las cosas consiste simultáneamente en una situación liminal (decisiva) en la cual se vuelve aún más fácil hacerle daño el sentido común saludable de la gente y a sus facultades morales. Una vez que el grupo ha inhalado una dosis de material patológico suficiente como para que nazca la convicción de que estas personas “no demasiado normales” son genios únicos, los miembros más normales comienzan entonces a estar sujetos a presión para agregar por la fuerza elementos paralógicos y paramorales característicos y correspondientes. “Para mucha gente, tal presión colectiva toma los atributos de un criterio moral; para otros, representa una especie de terror psicológico aún más difícil de resistir. El fenómeno de la contra-selección ocurre entonces en esta fase de la ponerización: individuos con un sentido normal de la realidad psicológica se van, luego de haber entrado en conflicto con el grupo recientemente modificado; simultáneamente, individuos con diversas anomalías psicológicas se unen al grupo y encuentran fácilmente un modo de vida ahí dentro. Los antiguos se sienten empujados hacia unas posiciones contra-revolucionarias, y los más nuevos pueden permitirse quitarse sus máscaras de cordura aún más seguido. “Las personas que fueron arrojadas de esa manera fuera de una asociación ponerogénica porque eran demasiado normales sufren muchísimo; son incapaces de comprender su estado específico. Su ideal, la razón por la cual habían entrado al grupo, que constituía una parte del significado de sus vidas, ahora ha sido degradado, por más que no puedan encontrar una base racional que explique este suceso. Sienten que el grupo se ha equivocado con ellos, luchan contra demonios que ni siquiera están en posición de identificar. El hecho es que sus personalidades ya han sido modificadas hasta un cierto punto dada la saturación de material psicológico anormal, especialmente de material psicopático. En tales casos terminan cayendo fácilmente en el extremo opuesto, porque emociones enfermas controlan sus decisiones. Lo que necesitan es una buena información psicológica para lograr encontrar el camino de la razón y la medida. “Si se basa en una comprensión ponerologica de su condición, la psicoterapia podría proveer resultados positivos rápidos. No obstante, si se permite que el grupo que abandonaron sucumba a una ponerización profunda, ahí acecha una amenaza: pueden convertirse en objetos de venganza, ya que han defraudado a una ideología magnífica. “Este es el período tormentoso de la ponerización de un grupo, seguido de una cierta estabilización en cuanto a los contenidos, la estructura y las costumbres. En los nuevos miembros se aplican medidas selectivas rigurosas de un tipo psicológico muy claro. Para excluir la posibilidad de que tránsfugas los aparten en sus propósitos, se observa y examina a la gente con el fin de eliminar a los que posean una independencia mental excesiva o una normalidad psicológica. La nueva función interna creada es algo así como un “psicólogo”, y sin duda se aprovecha del conocimiento psicológico acumulado por los psicópatas, recién mencionado. “Se debe notar que algunas de estas medidas tomadas por un grupo en el proceso de ponerización para excluir miembros deben haber sido tomadas por el grupo ideológico del principio contra gente trastornada. Las medidas selectivas rigurosas de este tipo, tomadas por un grupo, no son necesariamente un indicador de que el grupo es ponerogénico. En cambio, uno debería examinar cuidadosamente en qué se basa la selección psicológica. Si un grupo intenta evitar la ponerización, entonces querrá excluir a individuos con cualquier tipo de dependencia psicológica y creencias subjetivas, ritos, drogas, y ciertamente a aquellos individuos que sean incapaces de analizar objetivamente su propio contenido psicológico interno, o los que rechacen el proceso de desintegración positiva.”
posted by primatechoro @ 7:52 AM 0 comments / gabadiario.blogspot.com





Microficciones: historias del cielo


El olor del cielo Un día por año, durante una hora, es posible abrir la puerta del Cielo. El único requisito es estar atento para percibir el resplandor muy leve que dibuja en la pared de enfrente los contornos delicados y precisos de una puerta. Hay que empujarla con las dos manos y apoyar después todo el cuerpo, suavemente. Se sabe que uno ha entrado sólo por el olor del Cielo, que es peculiar e inolvidable y no se parece a ninguno de los olores de la Tierra, ni siquiera al del jazmín del Cabo o al de la algalia, o al del clavel suntuoso o al de las rosas de Cádiz, o al almizcle. No es posible recordar nada más porque el olor del Cielo marea y desmaya, confunde y oblitera todos los otros sentidos. Nadie puede relatar, por tanto, su visita al Cielo porque su único recuerdo es un olor, y éste es indescriptible e imperceptible para todos los demás seres humanos. Pero sí puede presentar la prueba, porque detrás del visitante se alinean los gatos y olfatean con adoración al que regresa del Cielo y maúllan, despechados, a la Luna que nunca baja, que siempre está demasiado lejos para olerla. Dios, el incomprensible Dios, el malo, es lo incomprensible de Dios. Mucho más incomprensible que un puente diseñado para quebrarse por la mitad, no bien pase sobre él un primer viajero. Mucho más incomprensible que una cucaracha siempre repetida, siempre igual a sí misma: fea, sucia, devoradora, omnipresente, invulnerable, inmortal. Mucho más incomprensible que un mundo donde todos los seres se alimentan de la muerte de los otros. Mucho más incomprensible que la muerte, el mal Dios. Acaso Dios, el malo, sólo se deja comprender en el Cielo. Acaso en el Cielo se vea el dorso suave de su cara corroída de ácido. Acaso en la cuenca de su ojo vacío se forme otro planeta hospitalario, y nademos en él, respirando con anfibios pulmones su agua pura. Este es el bosque Cuando llego, jadeante, mi padre está esperándome sentado sobre un tronco. El aire se había puesto oscuro y empañado un instante atrás, pero aquí, bajo los arcos verdes, la luz tiene un espesor de miel y sólo se respira un oxígeno burbujeante y diáfano. Me siento junto a él. Está tan delgado como cuando murió, pero los ojos vivos contradicen su cuerpo. -Papá, decíamos ayer que la vida es una herida absurda. -Esas son cosas de los tangos, hija. Aquí nadie vive en vano. Este es el bosque. -Pero decíamos que la vida es una pasión inútil. -Esas son cosas de Sartre. Aquí no hay pasiones, aquí nada es inútil, aquí cada vida sirve a su función. Este es el bosque. Y su brazo -apenas un hueso con las venas tatuadas- agrupa en un solo gesto los robles y los castañares, los pinos y los eucaliptos, los musgos y los líquenes, las espinas del toxo. -Pero nacemos y morimos y es como si no hubiéramos vivido y somos apenas hojarasca que se pudre bajo los pies que pasan. -Aquí nada se pierde y todo se transforma. Aquí nada muere. Somos la gente de la tierra, las criaturas del árbol, la semilla que florece sin fin. Este es el bosque.


Por María Rosa Lojo


Para LA NACION -CASTELAR, 2006
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RED LICURGO : Noticia elegida
San Carlos Minas / A 15 años del aluvión





El sacerdote que despertó el pueblo a campanazos Raúl Martínez alertó a los vecinos haciendo sonar las campanas de la iglesia cuando llegaba el aluvión. Dejó los hábitos pero ahora quiere volver a vestirlos.
Sergio CarrerasLa Voz del Interior, 7.01.07
Cuando aquella mañana del 6 de enero de 1992 el aluvión destruyó los puentes y dejó aislado, sin electricidad ni teléfonos a San Carlos Minas, un joven sacerdote de 32 años, Raúl Martínez, fue el primero en comenzar a organizar al pueblo. La parroquia ubicada en la plaza, frente a la ruta que lleva a Mina Clavero, se convirtió en el centro del operativo de ayuda y fue el primer punto de reunión que eligieron los apesadumbrados vecinos. La flaca silueta de Martínez, vestida con bermudas y ojotas, con barro hasta las rodillas, recorrió el pueblo de un extremo a otro. Fue, además, la primera voz que se levantó para discutir y criticar las demoras y las internas políticas que obstaculizaban la llegada de la ayuda. Un amanecer trágico. Quince años después, Martínez ha recorrido entre penas y alegrías un camino personal que jamás pensó que le tocaría vivir. El aniversario de aquella tragedia que lo marcó a fuego lo encuentra hoy en la pequeña capilla de Nuestra Señora de los Dolores, en el barrio Marqués de Sobremonte de la ciudad de Córdoba, sin sus hábitos sacerdotales pero aguardando una noticia por la que lleva más de cuatro años de espera. Sobre una mesa de la casa parroquial Martínez desparrama las fotografías que él mismo tomó minutos después de producido el aluvión. Aparece el pueblo tragado por una invasión de barro que se agita, choca contra las viviendas y arrastra autos y árboles, mientras las primeras familias aparecen trepadas a los techos. “La noche anterior –recuerda– habíamos estado tomando una cerveza en la plaza del pueblo con gente del municipio. Después de la medianoche nos corrió la lluvia y nos fuimos a dormir. En la mañana me desperté temprano y salí con un amigo en una Renoleta a ver cómo venía el río. No estaba crecido pero el arroyo Noguinet, sí. Después, en otra recorrida en una camioneta de la Policía, cuando volvemos a cruzar el arroyo el chofer alcanza a ver que se viene el agua y pega un volantazo.Yo pensé que nos dábamos vuelta. Rápidamente volvimos a entrar al pueblo. Fui a la iglesia y me prendí de las campanas, las toqué hasta cansarme. Era un lunes, en época de vacaciones, Día de Reyes, y mucha gente seguía durmiendo. Que ese día a esa hora sonaran las campanas era muy inusual y gracias a Dios eso llamó la atención de mucha gente que se levantó, miró por la ventana y vio la llegada del agua. Eso les permitió a varias familias subirse a los techos”. Bancos flotantes. Sigue contando Martínez: “Cuando suelto las campanas, salgo de la iglesia y ya el agua me llegaba casi a la cintura, corría muy fuerte, era un torrente. Unas 20 ó 30 personas se habían juntado en el templo y como los bancos comenzaron a flotar, trabajamos para cerrar las puertas. Igual ya había un metro y medio de agua barrosa. Atamos los bancos a la pila bautismal, que estaba fija y no se movía y en ese momento vimos pasar una heladera flotando por la calle de la plaza. Después el confesionario, que venía flotando, me aprisionó contra una puerta y me estaba comenzando a asfixiar cuando un amigo, Lito, me salvó”. “Después –continúa Martínez– comenzó a llegar más gente que venía de los diferentes puntos del pueblo y ahí comenzó el shock, cuando empezaron a enterarse de las personas que faltaban. Con un grupo empezamos a limpiar el templo porque vimos que iba a ser el único lugar disponible para trabajar, para servir de depósito y como centro de salud. La Policía y la Municipalidad estaban tapadas de barro”. “Empecé a caminar –prosigue–, encontré a un señor con sus hijos subidos en la cabina de un camión con acoplado que estaba cargado y que pese a eso el agua arrastró una cuadra y media y le dobló el guinche como si fuera de goma. Les dije que se quedaran dentro, que era lo más seguro. Volví a mi pieza y cuando paso por la cocina noto que falta algo. Recién ahí me doy cuenta de que la heladera que habíamos visto pasar flotando por la calle era la de la parroquia. Un fotógrafo me dio dos rollos para la cámara, salí y empecé a sacar fotos de lo que veía, por los lugares donde el agua permitía moverse”. Última llamada. Martínez cuenta que, antes de quedarse sin teléfono, alcanzaron a entrar al pueblo dos llamadas. Una, recibida en el aparato de la parroquia, era del jefe comunal de Salsacate, el pueblo vecino, que llamaba para saber qué había pasado. “Le pedí que avisara inmediatamente a todos cuantos pudiera, que estábamos viviendo un desastre”. Al día siguiente Martínez tuvo una tarea penosa: organizar las brigadas que se dividieron para buscar a las personas que faltaban: “Encontramos 17 cuerpos”. El primer gobernante en llegar a San Carlos fue el presidente Carlos Menem y Martínez no se despegó de su lado enumerándole las cosas que necesitaban. El Gobierno provincial, sorprendido por la magnitud del aluvión, no atinaba a reaccionar de la manera que hubiera sido necesaria. A un senador radical preocupado por encontrar un lugar limpio en el pueblo donde pudiera llegarse el gobernador Eduardo Angeloz, Martínez le respondió que si todos estaban hasta la frente de barro, el gobernador debía ir y embarrarse también. Eso le valió el enojo de las autoridades provinciales, que comenzaron a verlo como una molestia. El tiempo pasó y las diferencias políticas se fueron olvidando. Al tiempo, Martínez fue a trabajar a la parroquia de Villa Dolores y a fines del año siguiente, nueve años después de haberse ordenado sacerdote, decidió que había llegado el momento de dejar los hábitos. Se enamoró de una mujer y, cuenta, se sintió incapaz y sin deseo de llevar una doble vida. Otra vida. El ex cura de San Carlos Minas debió comenzar a ganarse la vida. Vendió aceitunas y alimentos de copetín en un negocio de Córdoba. Luego instaló un quiosco a la entrada de Mina Clavero que, recuerda, sólo le dejó deudas y quebró. Luego trabajó como herrero y pintor de brocha gorda. No vivió tiempos fáciles. Cuando terminó la relación con su pareja, la vida volvió a sorprenderlo. Martínez, hijo de madre soltera, había perdido a su progenitora cuando ni siquiera había cumplido 3 años. Fue criado por parientes y sólo sabía que tenía una hermana. Andando los años se enteró de que también tenía un hermano, mayor que él, en la zona de Cruz del Eje, de donde era oriunda su madre. Sabía que él había nacido en la localidad bonaerense de Garín, donde su madre se había trasladado siendo muy joven para ganarse la vida. “La única vez que me atreví a preguntar por mi padre –cuenta–, siendo muy chico, una tía me dijo que me golpearía si volvía a sacar el tema. Pero, de grande, salí a buscarlo. Sólo tenía un nombre que había robado de una vieja postal que mi madre le envió a la familia. Viajé a Garín y las vueltas de la vida y la mirada de Dios fueron desenvolviendo las cosas. Hace un año no sólo encontré a mi padre, que hoy tiene 65 años, sino que también la vida me regaló otros tres hermanos, de los cuales ya conozco uno”. El regreso deseado. A los 47 años, 13 años después de haber dejado los hábitos, Martínez espera una decisión que le hará cerrar un círculo en su vida. “Hace unos cuatro años, como fruto de un proceso largo de reflexión, y después de un largo crecimiento que creo haber tenido en lo humano, en lo psicológico, me di cuenta de que debía volver al ministerio sacerdotal. Lo hablé con mi obispo de Cruz del Eje, monseñor Omar Colomé, también con el cardenal Raúl Primatesta, quienes me escucharon como si fueran mis padres”. Martínez comenzó a cumplir con los pasos que le marcaron las autoridades eclesiales como requisitos para un posible regreso al sacerdocio. Estuvo en Tucumán y en Victoria (Buenos Aires), en establecimientos de la obra Don Orione. “Ahora la vida me encuentra en esta parroquia, esperando una respuesta que me devuelva al lugar donde estuve”. Sobre lo que vivió en San Carlos Minas hace 15 años, Martínez cree que “todos tenemos mucho que aprender de lo que sucedió. Nadie estaba preparado para el desastre pero nadie gana permaneciendo sólo en el recuerdo del dolor. Los habitantes de San Carlos Minas están marcados en lo humano por la experiencia del que lo perdió todo, desde los seres queridos hasta lo material. Tienen la madurez de quienes pueden decirles a otros cómo salir adelante y aprender a partir de la aventura que la vida les deparó”, dice, casi como si estuviera hablando sobre él.


Un poeta le dijo a su novia

Robert Walser*

Traducción de Juan de Sola Llovet


Un poeta le dijo a su novia«Ya sabes que soy un genioY que por eso no puedo evitarVivir al día cual inútil.Es lo que hacían todosQuienes se sintieron llamados a algo superior.Los de mi linaje no nos resignamos aSer aplicados y trabajadores,Es algo que dejamos para los burgueses».Acto seguido, la muchacha respondió:«¿Acaso te crees más que el resto?Deberías avergonzarte de un orgullo tan descarado.
Si eres un verdadero poetaLéeme lo que has escrito.El cuento de NonosresignamosMejor se lo cuentas a otra¡La arrogancia y las osadas frases hechasNo bastan para hacer un poeta!»Él le mostró su últimoPoema y dijo: «He tardado cuatro semanasEn escribirlo». «¿Qué?» exclamó ella. «¿Cuatro semanas?»Lo leyó , y cuando hubo terminado,Se rió en su cara y le tiró El poema a los pies:
«Estos versos son horriblesY el que los haya compuestoQue se quite ahora mismo de mi vista».El poeta estaba derrotado,Se pasó la mano por el cabelloY dijo: «No te lo tomes así»,Y le dio un beso y recogióEl poema, se busco un buenOficio, y se convirtió en un hombre honradoY ambos fueron muy felicesY se amaron, tuvieron hijosY no hicieron nada que no fuera sensato.


*Robert Walser nació en Biel (Suiza) en 1878 y publicó quince libros, entre ellos las novelas Los hermanos Tanner (Siruela, 2000) y El ayudante (Siruela, 2001) y las prosas breves El paseo (Siruela, 1996) y La rosa (Siruela, 1998). Murió mientras paseaba un día de Navidad de 1956 cerca del manicomio de Herisau, donde había pasado los últimos años de su vida. Otras obras destacables son Jakob von Gunten y El bandido.



A 30 años del asesinato de Miguel Angel Mozé, delegado de la JP Regional Córdoba





El hijo olvidado






Treinta años después de su fusilamiento, la historia de Miguel Angel “Chicato” Mozé, seminarista, jefe de la Regional III de la Juventud Peronista y militante montonero, es un testimonio emblemático de una generación de jóvenes que adquirieron sus ideales revolucionarios en el seno de la Iglesia Católica y luego fueron demonizados y abandonados a su suerte por una jerarquía clerical cómplice de la dictadura.

“Sólo le pido a Dios / que el engaño no me sea indiferente / Si un traidor puede más que unos cuantos / que esos cuantos no lo olviden fácilmente”.
(León Gieco reveló hace poco que el destinatario original de esos versos de Sólo le pido a Dios fue Juan Domingo Perón, porque “en España, Perón decía ‘si fuera joven estaría tirando bombas como los muchachos en Argentina’. Pero cuando vino, se cagó en todos los muchachos y se juntó con la derecha de López Rega”.).

“...(Raúl Francisco) Primatesta convalidó con su silencio el relato encubridor del asesinato de quien se había formado bajo su autoridad. Entre la ideología y el miedo, no había espacio para la verdad”.
(Horacio Verbitsky – Doble Juego – La Argentina Católica y Militar – 2006)





Por Alexis Oliva

Julio de 1970. El seminarista Miguel Angel Mozé recibe un sobre. Adentro hay una carta y varios escritos, donde una agrupación llamada Montoneros se atribuye la autoría del copamiento de la localidad de La Calera y el secuestro y ejecución del general Pedro Eugenio Aramburu. Le ha llegado a él y a otros compañeros con los que comparte una militancia cristiana tercermundista que no alcanza a saciar sus ansias revolucionarias.

Enero de 1979. Angela Suša de Mozé recibe un sobre. Adentro hay una medalla de oro y un acta de condecoración póstuma para su hijo: Considerando que el compañero Miguel Angel Mozé que ha dejado la vida en la defensa de los intereses de nuestra Patria y de nuestro Pueblo es un ejemplo de la heroica resistencia popular (...) La Conducción Nacional del Partido Montonero y Comandancia del Ejército Montonero resuelve otorgar a este compañero la condecoración ‘Al Mártir de la Resistencia Popular’ en su máximo grado, el de Compañera Eva Perón. Firman los comandantes Mario E. Firmenich y Horacio A. Mendizábal, y el segundo comandante Horacio D. Campiglia.

Entre un sobre y otro han pasado, además de ocho años y medio, muchos muertos. Entre ellos, un Mozé que ya no era seminarista y mucho menos sacerdote, que fue fusilado el 17 de mayo de 1976 junto a otros cinco presos políticos.
El primero de esa historia ha sido Emilio Mazza, herido fatalmente en aquel intento de copar La Calera. Los sacerdotes tercermundistas y el obispo de la Rioja, Enrique Angelelli, han justificado la violencia de abajo; y está preso el cura Fulgencio Alberto Rojas, sospechado de pertenecer a Montoneros. Mozé y sus compañeros del Seminario Mayor de Córdoba sienten que deben hacer oír su voz: Morir por el Pueblo es la máxima opción del cristiano y justamente el anuncio sin hipocresía del Evangelio y la acción por la justicia que se gesta en el seno de nuestro Pueblo tienen como consecuencia entrega total, afirman en un documento que se convertirá para los firmantes en una lista negra.

La Iglesia que comenzará a abandonarlo a partir de ese documento, recibió a Miguel Angel siendo un niño de cinco años en el jardín de infantes del Instituto Nuestra Señora del Valle, de la ciudad de Cruz del Eje. Ya era monaguillo cuando en cuarto grado se cambió al colegio de los Hermanos Educadores de Bialet Massé, para pasar luego al Seminario Menor de Jesús María.
Su ex compañero Luis Miguel Baronetto recuerda algunas características: Era muy pata dura para el fútbol; y eso era jodido, porque valías mucho si eras buen jugador. Y era un tipo muy jetón, alegre y rompe huevos, diríamos, de esos que animan cualquier fiesta. Eso compensaba sobradamente su incapacidad futbolera, así que no era un desapercibido, sino muy tenido en cuenta. Además, se distinguía por su interés y dedicación por todo lo que significaba la reforma litúrgica.

El despertar

Ingresa al Seminario Mayor en 1967, año en que sus alumnos comienzan a estudiar en la Universidad Católica. La experiencia dura apenas dos años, porque la acelerada politización del estudiantado representa un peligro potencial para los futuros sacerdotes. En la Católica, los ámbitos de militancia son el Ateneo de Estudios Sociales y el Campamento Universitario de Trabajo (CUT), con el que en 1969 Mozé viaja a la colonia aborigen de Quitilipi, Chaco. En una entrevista del periódico cruzdelejeño Nuevo Tiempo, describe la realidad que observó: Viven casi exclusivamente del cultivo del algodón. Éste es comercializado por intermedio de una Administración, de la cual dependen ellos y, aquí se crea un círculo vicioso, dado que la cosecha generalmente se la paga con las nuevas semillas; esto, sumado a los alimentos racionados que durante el año sacan de la cooperativa (repartición de la Administración), no les permite dejarles ninguna ganancia; muy por el contrario, siempre quedan en deuda.
Su formación sacerdotal se complementa con trabajo social -en un principio avalado por el propio Arzobispado- en parroquias de barrios populares conducidas por curas del creciente Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Mozé y Roberto Vidaña -luego diputado nacional de Montoneros- van a la parroquia de barrio Los Plátanos, a cargo de Erio Vaudagna. Todavía se gozaba de cierta libertad de opinión y elección, y los seminaristas elegían a qué parroquia ir. Vidaña y Mozé me vinieron a hablar y yo acepté con gusto. La actividad era netamente parroquial, con un sentido progresista y de Iglesia de los pobres, en base a reuniones, debates y los sermones. Ellos me dirigían la misa y formaban los grupos juveniles, recuerda el ex sacerdote.
En ese tiempo van ocurriendo sucesos que estimulan una conciencia revolucionaria que trascenderá la militancia cristiana tercermundista: la aparición de la guerrilla, el Cordobazo, Vietnam, la irrupción de Montoneros con la ejecución de Aramburu, la toma de La Calera y la muerte de Emilio Mazza, que motivará aquel pronunciamiento que irritará al arzobispo Raúl Francisco Primatesta. Sus firmantes serán retirados del Seminario por los titulares de sus diócesis.
En un momento descubre que desde la Iglesia ya no se podía avanzar más -explica Vaudagna-. La Iglesia tenía que pasar a ser una institución que dentro de un sistema socialista trabajase por profundizar ese socialismo. Mientras tanto, su misión, la de un auténtico cristiano, estaba en lo político. Y contra esa oligarquía aliada en el capitalismo al Ejército, la opción que quedaba era la lucha armada. Vivir el cristianismo significaba luchar por otro orden social. Y no se podía con elecciones, era con la lucha armada del pueblo contra el sistema. Entonces, al surgir estos movimientos que proponían la acción armada, ellos se enrolaron.

La ruptura
El obispo cruzdelejeño Enrique Pechuán Marín traslada a Mozé a la localidad de Serrezuela para despolitizarlo, pero allí encuentra el mismo mecanismo de explotación que conoció en el Chaco y comienza a concientizar y organizar a los campesinos.
El 24 de septiembre de 1970, organiza en el salón del Pasaje España de Cruz del Eje una entrevista pública entre un corresponsal de la revista Siete Días y el cura tercermundista Abud Layús, con masiva convocatoria y amplia repercusión en la prensa cordobesa. Tanto que el propio Layús rescata la experiencia en su libro El Poder y la Sangre, donde refiere que Mozé había querido traer a su ciudad natal las ideas que a él le habían cambiado la vida. Layús cuenta que al final del debate el cruzdelejeño corrió a darle un abrazo:
-Muy bien, Cura. Muy claro todo. Ahora debo enfrentar a Monseñor Pechuán, que está furioso por haber organizado esta jornada y sobre todo por haberlo invitado a usted.
También los terratenientes de Serrezuela están furiosos con el seminarista y lo denuncian, por agitar a sus peones, ante el Obispo, que convoca a varios curas de la diócesis a una reunión donde deciden que no se ordenará sacerdote.
En 1971, vuelve a Córdoba y se muda con otros seminaristas a barrio Oña para trabajar con las comunidades cristianas coordinadas por el cura irlandés Antonio Gill. Allí crean la primera unidad básica de superficie de la JP en Córdoba. En esa época, conoce a Olga Acosta, militante cristiana y de la JP, con quien tendrá un hijo, Martín, nacido el 4 de septiembre de 1973. En el libro Por la memoria, por la justicia, por un sueño, que cuenta la historia de los fusilados en la Penitenciaría de Barrio San Martín, escribió un relato que termina así: Pido a gritos tu presencia para no morir sin sufrimientos ni razones y no dejar tu mundo ni olvidar mis sentimientos por vos, papá. Actualmente, Martín tiene 33 años y estudia cine en España. Hace unos años, se reunió en Jesús María con los ex compañeros de Mozé en el Seminario Menor. Al verme, por mi parecido físico con mi padre, se sobrecogieron y hasta lloraron, recuerda Martín, quien piensa hacer un documental con eje en el difuso recuerdo de una visita que alcanzó a hacerle con su madre en la cárcel.
En marzo de 1972, Mozé ingresa a la naciente Escuela de Ciencias de la Información (ECI) de la UNC. En su legajo, al responder a Se inscribió, inscribe o reinscribe en otra carrera, marca La abandonó. Pero su paso por la ECI no figuraba en la placa que durante muchos años rindió homenaje a los estudiantes asesinados o desaparecidos por la dictadura. Recién en marzo de 2003, la entonces directora Marita Mata lo advertirá gracias a una casualidad: Yo recibí la demanda de la agrupación Arcilla de que buscáramos los legajos de los compañeros desaparecidos, que por alguna razón nunca se encontraron. Entonces, me fui a Despacho de Alumnos con la lista de los compañeros que siempre han figurado en las placas y documentos. Pero después de buscar con esa lista, al no encontrar algunos, me llevó a ver todos los legajos porque pensé que podían estar traspapelados. Al revisar uno por uno, de pronto veo la foto del Chicato. Y me quedé impresionada, porque no recordaba que hubiera sido alumno. En esos años, Mozé era una presencia constante en la Escuela, pero yo lo asociaba a su calidad de dirigente de la JP.

El vértigo

28 de febrero de 1973. Ante un estadio de Talleres colmado, habla en tono enérgico y verba encendida, el joven Miguel Angel Mosse (sic), prologando la palabra del candidato a la presidencia de la República (La Voz del Interior), un Héctor Cámpora que triunfará con el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) el 11 de marzo. Mozé está en la cúspide, aunque al convocar a trabajar por la patria socialista desde un sector de la tribuna le silben y contesten: ¡No, la patria peronista! (Diario Córdoba).
Son los mismos que el 13 de julio festejarán que Cámpora sea desplazado cuando sectores de derecha dieron un golpe que pretendió burlar la voluntad popular, definirá el cruzdelejeño en una entrevista del diario El Independiente de La Rioja. El 8 de septiembre, Mozé participa en la reunión de Gaspar Campos, donde Juan Domingo Perón logra tranquilizar y “encuadrar” a los líderes de Montoneros, FAR y JP.
El 17 de septiembre, El Independiente titula: MOZÉ: ESTA ES LA ETAPA DE LA TOMA DEL PODER. El dirigente aclara que las relaciones de Perón con la JP nunca estuvieron interrumpidas, y afirma: Gracias a la lucha de FAR y Montoneros, esencialmente, y de la clase trabajadora hoy podemos cumplir el anhelo de Perón Presidente. En la actual etapa de reconstrucción y liberación nacional no se pierde el objetivo estratégico que es la toma del poder con Perón en el gobierno, para construir, en definitiva, el socialismo nacional, insiste.
El 23 de septiembre, triunfa la fórmula Perón-Perón.
Él siempre decía que habían sido muy tontos -recuerda su hermana, Miguelina-, porque cuando salieron de Gaspar Campos, no sé qué les dijo (José) López Rega y ellos se rieron, como diciendo: ‘Miralo a este tonto, que se cree que tiene tanto poder’. Y después con el tiempo, cuando pasa todo lo que pasa, él me decía: ‘Qué lástima que no nos dimos cuenta quién era’”.

La caída





22 de julio de 1975. 16,30 horas. Un muchacho con lentes de contacto charla con el cadete apoyado en el mostrador en la corresponsalía del diario La Opinión, en el 7º piso de Rioja 33, mientras aguarda que termine una reunión el periodista Jorge Pérez Gaudio. De repente, una docena de policías de la Dirección de Informaciones (D2) irrumpe en el local y reduce al joven, que tiene un documento de identidad a nombre de Alberto Marull.
-¿Así que sos éste? Mirá vos, justo a vos te estábamos buscando...- se mofa un policía.
-¡No señor! ¡Se están llevando a Miguel Angel Mozé, el delegado de la JP!- interviene Pérez Gaudio. Un agente lo derriba de un empujón.
-¡Piro, salvame!- alcanza a gritar Marull-Mozé desde el ascensor.
Inmediatamente, el periodista recurre a los abogados Gustavo Roca y Lucio Garzón Maceda, quienes presentan un habeas corpus y logran aclarar la identidad del detenido.
Diversos procedimientos se efectuaron con motivo de la detención de Mosé (sic), titula el Diario Córdoba del 26 de julio. La nota indica que era buscado desde hace varios meses, pues en ocasión de la liberación de Mario Kember, presidente del directorio de INTI, se encontró en el lugar del cautiverio la libreta de enrolamiento de Mosé (sic). Y agrega que los primeros resultados no trascendieron para los medios de difusión, pero la posibilidad de ubicar algunos de los centros operativos de la organización autoproscripta, se habría diluido en gran parte, y se espera que un buen número de los detenidos por sospechas de actividad subversiva recuperen sus libertades tras aclarar sus situaciones personales, lo que no significa otra cosa que Mozé fue torturado y resistió sin dar información, según consta también en la documentación judicial y aseguran sus compañeros de cautiverio.
Después de varios días en el Cabildo, un maltrecho Mozé va a parar a la Unidad Penitenciaria Nº 1, a la celda uno del pabellón ocho, en el que están alojados los militantes guerrilleros. Allí se reencontrará con su ex compañero Baronetto y con su abogado Miguel Hugo Vaca Narvaja (h), secuestrado por policías de civil en la escalinata de Tribunales, donde realizaba un trámite relacionado la defensa del ex delegado de la JP.
En aquellos meses previos al golpe de Estado, un sistema relativamente permisivo permite que durante el día las puertas de las celdas permanezcan abiertas y en el pabellón se puedan realizar tareas manuales, recibir visitas, leer, escribir y discutir política.
Todo terminará cuando, luego del 24 de marzo del ‘76, el Ejército se haga cargo del penal e inicie un régimen implacable de requisas, incomunicación, golpizas nocturnas, hambruna y asesinato.

Asesinato y encubrimiento

Córdoba Debe Vivir con Tranquilidad, afirma el cardenal Primatesta en el titular principal del diario Córdoba del 18 de mayo de 1976. Tal vez después de leer la crónica de su audiencia de la víspera con el general Jorge Rafael Videla, en la que estrenó su condición de presidente del Episcopado, haya pasado unas páginas y advertido algo que ocurrió ese mismo día: Abatieron a Seis Extremistas, dice el título. El comunicado del Tercer Cuerpo de Ejército informa que cuando una comisión policial trasladaba a seis delincuentes subversivos (...) fue atacada por otros delincuentes que ocupaban dos o tres automóviles con el evidente propósito de rescate, abriendo fuego contra la comisión policial, la que reaccionó de inmediato. Como resultado del tiroteo, dos delincuentes que se encontraban dentro del vehículo policial fueron alcanzados por varios disparos pereciendo en el acto. Un agente resultó con una herida leve en un brazo. Los otros detenidos, tratando de aprovechar esta situación, intentaron huir en distintas direcciones. Dos de ellos se cruzaron en la línea de fuego cayendo heridos mortalmente y los dos restantes, al no acatar la intimación policial, fueron abatidos por las fuerzas del orden. (...) Los delincuentes muertos son: Miguel Angel Mossé (sic), José Alberto Svagusa, Diana Beatriz Fidelman, Luis Ricardo Verón, Ricardo Alberto Young y Eduardo Alberto Hernández.
¿Desconocía el Cardenal quién era aquel al que vio formarse bajo su órbita, aquel cuya graduación en el Seminario Menor presidió un no tan lejano día de noviembre de 1966? (Estuvo Primatesta, figura en el día de su egreso en el cuaderno donde Mozé registraba sus vivencias del Seminario Menor. Primatesta no la quiso recibir a mi mamá cuando mi hermano estaba preso, dice Miguelina).
Y si no leyó la noticia en el diario, la pudo leer después. Rodolfo J. Walsh, en su Carta Abierta a la Junta Militar, cita una carta de los presos en la cárcel de Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta. El 17 de mayo son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego son fusilados..., le cuentan con detalle los prisioneros al Cardenal.
Así comenzó a cumplirse aquella amenaza del general Juan Baustista Sasiaiñ, a poco de copar el Ejército la cárcel después del golpe:
-Los vamos a matar a todos. Pero los vamos a matar de a poco, como a las ratas, para que sufran.
Ese día irrumpen en el pabellón, gritan sus apellidos, los esposan, les vendan los ojos, los obligan a subir a una camioneta de la policía y los llevan hasta la costanera del río Suquía, cerca del puente Santa Fe.
-¡Corran, carajo!- ordena un oficial.
-No seas cobarde. Matame de frente, hijo de puta- le contesta Diana Fidelman.
Los testigos escuchan ese diálogo y ven que los empujan hacia la barranca del río y a tropezones comienzan a bajar. También escuchan y ven que los acribillan.
Al día siguiente, un empleado penitenciario se lo confirma a los presos políticos:
-Los mataron a todos cerca del puente Santa Fe y después la policía baleó sus propios vehículos para simular el enfrentamiento.
Ahí tomamos conciencia de que lo que Sasiaiñ había dicho, eso que considerábamos una bravuconada de los milicos, era en serio, reflexiona Baronetto treinta años después, al evocar a los 28 compañeros asesinados durante 1976 en la cárcel de barrio San Martín, entre los que estaba su esposa, Marta Juana González.

Impunidad y olvido


En el caso de Mozé, tomaron otro recaudo para garantizar la impunidad de su crimen. Ricardo Valentini, esposo de su hermana, fue apresado el 11 de mayo -seis días antes del fusilamiento colectivo- y el 18 fue trasladado a la penitenciaría de donde el día anterior se llevaron a su cuñado. Fui una especie de rehén, interpreta Valentini el verdadero motivo de aquella detención que se ordenó por leer material subversivo y lo mantuvo preso hasta marzo de 1979.
Miguelina aún no se recuperaba del allanamiento de su casa y el encarcelamiento de su esposo, cuando se entera de la muerte de su hermano: Cuando le tuve que decir a mi mamá que lo habían matado y teníamos que ir a reconocer el cuerpo, fue uno de los peores momentos de mi vida. Había venido mi suegro a contarme lo que salía en el diario... Entonces, me fui a su casa y le dije: ‘Mirá, mamá, hubo un enfrentamiento en la cárcel de San Martín y creo que Miguel está muy herido. Tenemos que ir a verlo’. Después nos llevaron y en el auto le dije, porque ella ya se daba cuenta: ‘Lo mataron’.
De todas las “madres” de Miguel Angel Mozé, fue Angela, la que lo trajo al mundo, la única que nunca lo abandonó. Con su dolor a cuestas, recuperó el cuerpo de su hijo, lo sepultó en el cementerio San José de Cruz del Eje y guardó como un tesoro sus recuerdos hasta que le tocó descansar junto a él. Porque fue abandonado por su ciudad natal, que retribuyó su compromiso primero esquivando la mirada a sus familiares y después con olvido. Abandonado también -como tantos militantes de la izquierda peronista- por un Partido Justicialista que jamás le rindió un homenaje. Y abandonado por su “segunda madre”, la Santa Madre Iglesia, que no permitió que se ordene sacerdote y lo dejó librado a su suerte en una cárcel donde mandaban los asesinos de Menéndez. Miguel Angel Mozé es el paradigma del hijo olvidado por esta ingrata madre, que habiéndolo formado desde niño en el pensamiento revolucionario, cuando ese ideario se tradujo en opción de vida le soltó la mano y lo entregó a la muerte.






La dedicatoria

La película Bajo otro sol (1986), del director cordobés Francisco D’Intino, formó parte del despertar del cine argentino pos dictadura y está dedicada a Miguel Angel Mozé. Virginia Lagos, Miguel Angel Solá, Ulises Dumont y los cordobeses Jorge González y Miguel Iriarte interpretan una historia que desde la ficción salía al cruce de la oficializada “teoría de los dos demonios”. Bajo otro sol propone una autocrítica de la militancia de los años 70 con una mirada propia, desde adentro de las propias organizaciones, en nuestro caso de Montoneros. Se la dediqué al Chicato porque era mi compañero y amigo, recuerda D’Intino.

Acto en Córdoba, 29 de Mayo de 1973





Fuente: revista “Umbrales”, Año 9, N° 18, Octubre 2006, pags.68/74.-







BORGES Y LOS MILITARES

El 30 de Agosto de 1976 fué recibido por el Gral. Videla, junto con Ernesto Sabato y le agradeció el Golpe de Estado: "que habia librado al país de la ignominia del peronismo" . Ese mismo año recibio una condecoracion de parte del dictador chileno Augusto Pinochet Ugarte.
En el año 1980 firmo una Solicitada por los Desaparecidos, junto con Ernesto Sabato, entre otros .-
En una entrevista en 1984, recogida por Maria Esther Vazquez, explico:" Desde luego, yo obré mal. Sabía que estaba jugándome el Premio Nobel, pero pensé: que absurdo juzgar a un escritor por sus ideas políticas. Además, en aquél momento confieso que me equivoqué; no me dí cuenta de que no se trataba de una razón política. Sino que se trataba de una razón ética. Ahora, por ejemplo, he recibido una invitacion del Paraguay, que no acepté porque si no apoyo a los militares de aqíi, porque voy a apoyar a los militares de allá."
Ante la pregunta de cuando tuvo noticias de la existencia de los desaparecidos, respondio: " tardé en tenerlas, soy ciego, no leo los diarios. En mi caso, un dia vinieron a casa las Madres de Plaza y las Abuelas de Plaza de Mayo a contarme lo que pasaba. Algunas serian histriónicas, pero yo sentí que muchas, la señora Agustina Paz, por ejemplo, venian llorando sinceramente, porque uno siente la veracidad. ¡Pobres mujeres, tan desdichadas !. Eso no quiere decir que sus hijos fueran invariablemente inocentes, pero no importa. Todo acusado tiene derecho por lo menos a un fiscal, para no hablar de un abogado defensor. Quiero decir, Maria Esther, que todo acusado tiene derecho ser juzgado". Ademas, agregó:," que ese período sirvió para que podamos arrepentirnos de él. Claro que a mi me resulta fácil decir debemos olvidar todo, pero probablemente si yo tuviera hijos y hubieran sido secuestrados y torturados, quizas no pensaría así..."
En 1982 se pronunció en contra de la Guerra de Malvinas y dijo que: "los militares actuales aqui en la Republica Argentina son personas que ho han oido silbar una bala en su vida, " Y la frase lapidaria : "Creo que no hay ninguna razón para que un gobierno militar sepa gobernar. no han sido educados para eso. Si una persona tiene un pasado de cuarteles y desfiles no sé si eso lo capacita para la cosa publica ...”.

(Cfr. "BORGES- UNA BIOGRAFIA " , de Horacio Salas, Editorial Planeta, Bs. As., págs.158/163 )






Juan López y John Ward
en “Los Conjurados






Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los catógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.


Jorge Luis Borges
Los Conjurados (1985)

"Borges y Yo "

"En el centro de Europa están conspirando. El hecho data de 1291. Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan diversos idiomas. Han tomado la extraña resolución de ser razonables. Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades. [...] Acaso lo que digo no es verdadero; ojalá sea profético." Sueño o utopía, “Los Conjurados” resume la esperanza de un entendimiento entre los hombres. Visión atenuada por la serena felicidad que alcanzó al final de sus días, en las páginas magistrales de este último libro de Jorge Luis Borges se encuentran además "la dispersión del sueño y de los sueños", el ignorado amor y la ironía; el pasado; la brevedad de la vida, "reflejo fugaz de lo divino", y la preocupación por la muerte.


Foto: Gentileza Dr Mario A. Blanco, Intendente de Cruz del Eje.-













Más allá del principio divino



Esther Díaz



Prólogo al «Tratado de Ateología» de Michel Onfray, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2005




"Los difíciles momentos de cambio que estamos viviendo indican que ha llegado la hora de repensar si es posible liberarnos de las moralinas que en nombre de lo divino atentan contra el deseo y la razón, tal como propone Michel Onfray en este lúcido libro. Oscuros dispositivos religiosos promueven simulacros como si fueran realidades. Los tres grandes monoteísmos vigentes atentan contra el cuerpo, el placer y la vida. Se pliegan así a un nihilismo negativo que cree en ficciones, inventa culpas y produce sometimiento. Sin embargo, se puede pensar en un crecimiento fructífero y poderoso que emanaría de un nihilismo positivo, cuya inmanencia despojaría al cielo de falsos dioses y reforzaría la voluntad de existir. Tomaríamos distancia así de las posiciones metafísicas que nos emborrachan con el fiero aliento de los fanatismos trascendentes.
La astucia del accionar teocrático no sólo reafirma el engaño conceptual de los creyentes, ha inseminado también los estamentos laicos. Es cierto que algunos monoteísmos encuentran adhesiones menos ostentosas que en otras épocas. Pero siguen convocando multitudes ante la muerte de un líder, siguen manteniendo cruzadas religiosas suicidas, siguen invocando principios divinos para expropiar, excluir, torturar, matar. Se esgrimen ideales teocráticos tanto para enjuiciar las cotidianidades humanas como para justificar las guerras soeces. Pues, según el autor, a pesar de los infantilismos conceptuales, la crueldad con los no adherentes, las contradicciones ontológicas y la moral pacata, las grandes religiones gozan de buena salud. Lejos están de debilitarse y sus súbditos de insubordinarse. Hasta los laicos –por infiltración cultural– asumen sus códigos domesticadores. Esos principios morales soterradamente propuestos por los delirios apolíneos de los monoteístas, que son enemigos naturales del amor pleno y de las alegrías sin sordina.
Sostiene Onfray que la influencia de la normativa cristiana circula por el entramado social. Incide en valoraciones y decisiones amordazando los sentidos, acallando los deseos, atacando la emancipación personal y promoviendo la intolerancia. Sorprendentemente el judaísmo y el islamismo sucumbieron, sin mucho esfuerzo, a la corriente moralizadora cristiana. De modo tal que los valores enarbolados por los tres monoteísmos constituyen una coacción sobre los sujetos. Y no sólo en el interior de las instituciones religiosas: esa imposición está presente también en los sistemas jurídicos, médicos, militares, pedagógicos, científicos, políticos y sociales.
La pulsión de muerte que moviliza a los artífices de la unicidad divina no se detiene en los límites de cada religión, señala el autor. Se expande por la historia e infecta la cultura. El baño metafísico en el que los poderes religiosos sumergen a sus fieles inunda a la sociedad en su conjunto. La normatividad cristiana –burda copia desangelada de ideales paganos– demostró ser tan eficaz para el dominio, que sirvió de modelo no sólo a los demás monoteísmos, alcanzó también a las instituciones laicas que –con distintos grados de discernimiento– se dedican a someter a las personas.
La crítica de Onfray llega hasta el psicoanálisis, que a pesar de ser tan crítico en sí mismo, se ha plegado –se supone que inconscientemente– a una moral religiosa fisgona de las libertades corporales. De hecho, podemos acordar que la nueva teoría sexualizó la culpa y culpabilizó clínicamente ciertas elecciones sexuales. Freud no descontextualizó
el estudio de la histeria. Esta neurosis de alto contenido sexual, como todas las patologías por él estudiadas, se inscribe en un marco teórico referencial construido por Freud, aunque acorde con ciertos supuestos pequeño-burgueses que imperaban en su época. Es verdad que muchos de esos supuestos se perturbaron con sus teorías. Pero no pudo prescindir del imaginario en el que persistían. La satisfacción sexual “normal” debe provenir de la relación con un objeto de deseo (otro sujeto) heterosexual y consumarse de manera casi bíblica. En consecuencia, si la idea regulativa de satisfacción sexual es el modelo planteado, se infiere que quien no observa tal conducta y se excita sin consumación tradicional, es un histérico o un perverso. El equivalente clínico de un pecador, un impío o un inmundo para los diferentes monoteísmos.
En otro orden de cosas, Onfray atiende a los fundamentos de la lógica jurídica, que se derivarían de las primeras líneas del Génesis. La desobediencia de quienes quisieron saber tanto como Dios –para ser capaces de ejercer el mismo tipo de poder– desató la ira divina. El padre adorable se transmutó en juez detestable. Condenó a sus criaturas a la vergüenza, el trabajo, el dolor de parto, la impotencia, el sufrimiento, la sumisión de las mujeres y la miseria sexual. El derecho positivo, aunque se hace pasar por laico, surge de la episteme judeocristiana. Los hombres de la ley, a pesar de que frecuentemente se proclaman ateos, se pliegan a esa episteme con sus prácticas discursivas. Cuanto más incrédulos son, más se aferran con uñas y dientes instintivamente a las valoraciones morales coercitivas provenientes de los teísmos.
Ya Immanuel Kant decía que nadie puede demostrar la existencia de Dios, aunque tampoco su inexistencia. Ahora bien, Onfray apunta que si la existencia de Dios impidiera el odio, la mentira, la violación, el saqueo, la violencia, el desprecio, la corrupción, la paidofilia, el infanticidio, en fin, el resentimiento y la maldad, los altísimos jerarcas religiosos y sus ejércitos de rabinos, imanes, curas y creyentes descollarían por sus virtudes. Ello, al menos, demostraría a los ateos la excelencia moral del estatus religioso. Sus comportamientos ejemplares serían una prueba irrefutable de que algo superior conduce sus acciones. Lejos estarían de someter sexualmente a las personas, de alentar masacres suicidas o de invadir territorios ajenos. Sin embargo, en sus alforjas históricas llevan personas calcinadas en hogueras, pueblos sometidos en nombre de guerras santas y discriminaciones avaladas por supuestas verdades religiosas. La prueba de la existencia de tales verdades se reduce a la suma de errores repetidos.
Friedrich Nietzsche, recordemos, se pregunta: “¿Qué es la verdad?”. Y propone: un vivaz ejército de metáforas que a fuerza de ser transmitidas, adornadas y repetidas, después de un largo uso, a un pueblo le parecen definitivas, canónicas y obligatorias. Las verdades son ilusiones con respecto a las cuales se ha olvidado que son inventos de quienes ejercen el poder. Esas metáforas han ido desgastándose paulatinamente y perdiendo fuerza sensible hasta terminar imponiéndose como designio irrefutable.
Así, Pablo de Tarso creyó –dice Michel Onfray– que una voz sobrenatural le ordenaba sembrar el odio por el mundo. Odio a los no cristianos, a las mujeres y a la carne. No se encuentra por cierto más libertad en los otros monoteísmos. El significado de “musulmán” es “sometido, subordinado a los mandatos de Dios y de Mahoma”. Por su parte, los judíos sufren el imperativo de actuar siguiendo las prescripciones milimétricas de la Torá. Las religiones necesitan sujeción, incultura e ignorancia. Así se expanden, aseguran su existencia y –a veces– hacen desaparecer a quienes no adhieren a ellas.
Nuestro autor se solaza con reconstrucciones de este tipo. Su reflexión desmonta los principales mitos de las tres grandes religiones: el cristianismo, el judaísmo y el islamismo. El análisis devela miserias, ironías y contradicciones como quien despliega, ante asombrados ojos, una variada colección de joyas conceptuales. Se descubren intrincados dispositivos de poder que originaron y sustentan los dogmas religiosos. Onfray no desatiende tampoco la mala conciencia de los creyentes. No porque se mientan a sí mismos siendo conscientes de su impostura, sino porque sustentan una falsa representación acerca del estado de las cosas, sin ser conocedores del autoengaño. Afirman que es verdadero lo que creen y creen que es verdadero lo que afirman. La enunciación construye la verdad autenticando el extraño poder de un lenguaje que, al afirmar, convierte en real lo que enuncia.
“Los declaro marido y mujer”, dicho por la persona adecuada en una situación apropiada, instaura una realidad. De manera similar se instauran, desde lugares autoritarios, procedimientos intimidantes que mantienen a los fieles en el espíritu de rebaño, constituido por seres obedientes que contribuyen al reposo, el solaz y el enriquecimiento de los pastores.
En el presente libro se despliega una física de la metafísica y, como solución contra los devaneos místicos, se propone una ateología, concepto que, no ingenuamente (si se lo piensa desde las relaciones de poder), carece de sinónimo positivo. Esta física es abordada por Onfray mediante una deconstrucción histórica y política, que va dejando al descubierto las trampas de los monoteísmos en general y del cristianismo en particular. El autor considera que la teocracia es un dominio que va más allá de lo religioso e impregna con su pulsión de muerte a la sociedad civil. Su Tratado de ateología culmina con una bibliografía no tradicional en la que los textos se citan en medio de amenos e ilustrativos relatos. De este modo, la reflexión traspasa los límites de las cuatro partes en las que se divide la obra.
En el transcurso de la lectura se descubren valores que atraviesan a todas las religiones monoteístas, sin negar por ello sus obvias diferencias. Las tres manejan el arte de engañar a sus fieles, cercenar sus libertades, domesticarlos y someterlos inculcando la intransigencia con el pensamiento diferente. El cristianismo, el judaísmo y el islamismo, como si se hubieran puesto de acuerdo, desestiman la condición femenina, desprecian el cuerpo y descalifican los goces mundanos. Dios ama las vidas mutiladas, aunque promete edenes posmortales y defiende una moral al servicio del dominio. Impone a sus prosélitos sacrificios que les ahorra a sus dirigentes y enseña verdades que únicamente las jerarquías religiosas pueden extraer de los textos sagrados. Curiosamente, las tres grandes religiones enarbolan un libro único. Resulta paradójico que aunque no son el mismo texto para cada una de ellas, los tres registran gran similitud en sus mitos, irracionalidades, humillaciones para sus acólitos y anatemas contra los infieles.
Sin embargo, si el poder únicamente reprimiera, no podría mantenerse. Seduce con embelecos de ambos mundos. Hubo judíos que resistieron de manera militante la invasión romana. Los cristianos de la época de Constantino vieron crecer desmesuradamente su poderío político. Nuestros contemporáneos islámicos se inmolan para destruir a sus enemigos mundanos convencidos de estar adquiriendo un pasaje al paraíso. Incluso, el estallido musulmán en Irán en el siglo XX confundió –incomprensiblemente– al propio Michel Foucault.
El filósofo creyó que el ayatolá Jomeini representaba una insurrección positiva contra los sistemas de dominio occidental. Juzgó sus primeras acciones públicas como una forma moderna y original de rebelión. Es increíble que un pensador que denunciaba exclusiones de todo tipo se haya subyugado con un represor cuyo accionar –aunque más no fuera por la ideología que sustentaba– inevitablemente activaría todo lo que el pensador francés había combatido: discriminación sexual, sometimiento de las minorías, encarcelamiento de marginales, eliminación de diferentes, interrogatorios violentos, sistema carcelario, asesinato de disidentes, disciplinamiento de cuerpos y sociedad punitiva. De todos modos, se impone una aclaración: a los pocos meses de su encandilamiento con el movimiento fundamentalista, Foucault realizó una dura autocrítica acerca de su injustificable error de apreciación política.
El desfile de horrores se agudiza cuando Onfray denuncia las connivencias entre el Vaticano y Hitler, o la sangrienta toma de territorios por parte de los judíos, o las embestidas sanguinarias de los islámicos, entre otras incongruencias de quienes, por profesar creencias eternales, esperaríamos caridad, tolerancia y solidaridad. Y aunque no está explícito, de lo dicho se desprende que atropellos como los del actual imperio y sus aliados también están impulsados por intereses de raigambre teocrática en beneficio, en este caso, de los cruzados posmodernos.
Pero tanta denuncia exige salidas posibles. La propuesta ofrecida por Onfray es tan apasionada como el estilo que atraviesa de punta a punta su investigación. Se trataría de comenzar a descristianizar nuestra episteme sin ligerezas ni frivolidades, de trabajar sobre las representaciones sociales y educar las conciencias en vistas a una razón ampliada que superara las ignominias de la propuesta teológica. Esto se lograría, según el autor, con la promoción de un laicismo poscritiano, capaz de superar al actual ateísmo demasiado impregnado todavía de lo mismo que pretende combatir. Quienes tomen la posta del nuevo ateísmo deben saber que toda promoción metafísica o religiosa tiene la posibilidad de invadir nuestras instituciones y nuestras subjetividades. En función de ello, se debe estar conceptualmente en estado de alerta. Se trataría de una especie de vigilancia epistemológica del ateísmo, de una tarea militante y opuesta a cualquier elección entre cristianismo, judaísmo o islamismo.
Un principio divino es sólo un conjunto de palabras. No hay entidad que lo sostenga. Más allá no hay nada. Pero en este mundo, en la contundente realidad de la inmanencia, existen pensamientos alternativos a la filosofía teocrática hegemónica. Existen sujetos alegres que aman la vida. Hay materialistas, cínicos, hedonistas, sensualistas, dionisíacos. Ellos –señala Michel Onfray– saben que sólo tenemos un mundo y que al negarlo nos arrojamos a la pérdida de su uso, disfrute y beneficio".

Esther Díaz









Escribe Macedonio...




Hay escritores que nacen de espaldas: la vista y el corazón clavados en el pasado, la pluma demorada en hojas que ya no están –las únicas a las cuales reconocen algún valor. Otros, conciben la escritura cual soporte de sus representaciones de la “realidad”: entienden que sólo vale la pena referirse a lo existente, anclarse a la materialidad de lo que aparece ante los ojos. Ambos tienen en común la pretensión de conocer lo que “lo real” efectivamente es y, en consecuencia, creen poseer el derecho de juzgarlo desde el lugar privilegiado del Autor.

Nada más lejano a Macedonio Fernández: si bien escribió incansablemente, el lugar del Escritor-Autor siempre le resultó algo pedante y ciertamente ridículo puesto que en él la escritura era un pathos: tomar el lapiz era una necesidad que se le imponía por fuera de su voluntad, y el resultado era un ejercicio de descentramiento de su Yo-Autor. Por ello nunca llegó a sentirse propietario de sus pensamientos y poca importancia le daba a su producción: perdió cuadernos de anotaciones en todas las pensiones que lo tuvieron como ignoto residente, desparramó pequeños y notables poemas en latas de bizcochos ajenas, en libros dejados al azar en una mesa de bar. Publicó escasamente, rechazando las más de las veces los ofrecimientos de sus queridos y renombrados amigos (Raúl Scalabrini Ortiz, Ramón Gomez de la Serna, Oliverio Girondo). En todos ellos la figura macedoniana inspiraba devoción y tentaba al plagio, como testimonian sus ilustres compañeros de tertulia:

“La certidumbre de que el sábado, en una confitería del Once, oiríamos a Macedonio explicar qué ausencia o qué ilusión es el yo, bastaba, lo recuerdo muy bien, para justificar la semana.”

Así era afectado un jovencísimo Jorge Luis Borges, confeso discípulo de Macedonio. Y si bien la impronta socrática es uno de sus rasgos más recordados, a él le resultaba mucho más efectivo mostrar el proceso del escribir, que el improbable lector viera el modo en que el lenguaje se configura a fin de dar forma a una Idea: ausencia de Autor y de Obra. De este modo se embarca nuestro pensador en un juego de presencias y ausencias que marcarán todo su vivir, oscilación que se ve reflejada en cada uno de los ámbitos en los que se desenvuelve. Pongamos por caso: de los innumerables banquetes y conferencias a los cuales era invitado por los animadores de las revistas literarias (Proa, Oral, Martín Fierro), Macedonio era el ausente “con aviso”:

“No necesita explicación mi presencia aquí, señores, pues que ésta falta; y espero que seréis con ella indulgentes, considerando que no se ha producido... Notaréis que he cambiado novedosamente el texto usual de las personas que faltan. Ellas hasta hoy creyeron siempre que les urgía disculparse; sólo alguna muy inteligente llegó a dudar si era la presencia o la inasistencia la necesitada de ello”.

Si no se tratara de Macedonio, este artículo hubiera empezado por establecer fecha y lugar de nacimiento, pero sucede que ni siquiera esta posibilidad nos deja el autor, quien se dedicó tenazmente al borramiento de su identidad civil y metafísica. Así pues, él recrea una y otra vez su venida a este mundo, lo cual lo transforma en un perpetuo “Recienvenido”. Mas atengámonos a las normas y elijamos uno de sus tantos nacimientos:

“Nací tempranamente; en una sola orilla (aun no me he secado del todo) del Plata. Me encontraba en Buenos Aires a la sazón; era en 1875: fue el año de la revolución del 74... Pocas personas han empezado la vida tan jóvenes... Durante un minuto fui el americano de menos edad.”

Para Macedonio nacer era una proeza que cada ser realizaba, pero tal vez lo más atractivo de estas consideraciones es que para él comenzar cualquier actividad implicaba un nuevo nacimiento, una subjetividad completamente nueva que se asoma al mundo y que comienza a descubrirlo otra vez (así se nace a Autor, a Abogado, a Metafísico). De este modo quería transmitir aquello que le acontecía permanentemente, y cuya posibilidad de expresión era para él casi lo único digno a lo cual podía dedicarse: el asombro-de-ser. Conociendo el gusto macedoniano por instituir la Nada como fundamento único del Universo (lo cual coincide con su falta absoluta de fundamentación metafísica), no resultará tan complicado notar hasta qué punto es insólito creer que el Ser es (que somos, que hay un mundo que existe). Problema cosmológico de larga data (¿dónde, cómo y cuándo comenzó a ser lo que es?), que ha atormentado a los espíritus meditabundos de todas las épocas, Macedonio lo resuelve negando que el Ser en verdad sea o, lo que es lo mismo, afirmando que el mundo sólo es un “almismo” de puros estados de conciencia, de afecciones inmateriales que no necesitan más que de lo ideal para existir. De aquí toma su sentido la estética macedoniana, es decir, las teorías acerca de las técnicas y funciones del Arte. Sus teorías artísticas –impedidas de encontrar una forma acabada en razón de su permanente reelaboración– descalifican la percepción sensible, de la cual se valen todas las artes, a mera fuente de sensaciones en estado bruto, mientras que el arte puro –Belarte, según el neologismo macedoniano– encuentra su sola herramienta en la palabra y tiene por objetivo único generar la emoción conciencial que niega el Yo y el Mundo del lector. Como podrá imaginarse, “marear al Yo” mostrando su nada raigal no es una tarea fácil, mucho menos teniendo en cuenta que no sólo es inútil lo sensorial, sino también lo conceptual: es decir, de nada sirve anoticiarse teoréticamente de estas ideas, debido a lo cual Macedonio no considera que sus escritos metafísicos puedan alcanzar dicho resultado como sí es capaz la Novelística, básica Belarte Conciencial:
“Es muy sutil, muy paciente, el trabajo de quitar el yo, de desacomodar interiores, identidades. Sólo he logrado en mi obra escrita ocho o diez momentos en que, creo, dos o tres renglones conmueven la estabilidad, unidad de alguien, a veces, creo, la mismidad del lector. Y sin embargo pienso que la Literatura no existe porque no se ha dedicado únicamente a este Efecto de desidentificación, el único que justificaría su existencia y que sólo esta belarte puede elaborar.”

Irrealizar el mundo instrumentando la imaginación que pone entre paréntesis la identidad consigo mismo, he aquí uno de los modos posibles de llevarnos al punto en que desistimos de ser alguien determinado y nos hacemos Uno con el mundo: misticismo idealista, es decir, fusión de todo en el seno de un continuo y eterno fluir de la conciencia universal.

Macedonio se excusa, desiste del vivir que se regula por medio de las lógicas instituidas. Ni en sus intervenciones públicas ni en los intercambios epistolares con amigos abandona este incesante proceso de desmaterialización del mundo conocido instrumentando la paradoja. De allí el efecto irritante sobre el lector que busca historias verídicas o sentimentalismo, que quiere presenciar “vida”. Y es que para Macedonio nuestra vida no es en el fondo más real que la de un personaje literario, y por eso la función principal de la novelística es hacer que el Lector se de cuenta de que su “vida real” es una ficción, aunque más no sea por un instante que crea no vivir. Para ello también pueden implementarse otras técnicas, por ejemplo, aquella de la Humorística:

“Se estaba produciendo una lluvia de día domingo con completa equivocación porque estábamos en martes, día de semana seco por excelencia. Pero con todo esto no estaba sucediendo nada: la orden de huelga de sucesos se cumplía”

“Alguien dirá: ¡Pero Recienvenido, otra vez de cumpleaños! ¡Usted no se corrige!; ¡la experiencia no le sirve de nada! ¡A su edad cumpliendo años!... Otros juzgarán que el anuncio de mi próximo aniversario va encaminado a incitar a los cronistas sociales para recordarme con encomios. ‘Nadie como el Sr. R ha cumplido tan pronto los cincuenta años’; o bien: ‘A pesar de que esto le sucedía por primera vez cumplió su medio siglo el apreciado caballero como si siempre lo hubiera hecho’... En fin lo cierto es que nunca he cumplido tantos años en un solo día”

Por medio del absurdo (o “milagro de irracionalidad”), se consigue desbaratar la fe en la racionalidad de la vida, en el ordenamiento prolijo del mundo que nos asfixia haciéndonos sentir que nada puede ser modificado porque todo está en el lugar correcto. La “Ilógica del Arte” rompe las seguridades del intelecto, pone en abismo la certeza de ser y nos hace partícipes de una experiencia liberadora, donde cualquier cosa puede suceder (incluso que Nada suceda) y no sólo lo que es lógico que acontezca.

Macedonio es el desertor que abandona el mundo por aburrimiento, por ser todo demasiado previsible. Pero al no haber “otro mundo”, todas sus actividades habitan ese límite invisible que constituye el tránsito a la Nada, a la espera del venir de lo no-existente que, como tal, nunca se hará presente (ahí ya sería, por cierto, lo existente). Tal espera está lejos de ser pasiva, antes bien es necesaria la febril destitución del mundo, la instrumentación de lo paradójico y del absurdo, la conmoción de toda certeza. De modo que tampoco podríamos decir con certeza que Macedonio ha muerto, no estando siquiera seguros de que haya realmente existido. Tal vez pueda, todavía, reirse de nuestras ingenuas certidumbres y creencias en su próxima venida.






RECOMENDAMOS


CINE : CRITICA DE "CACHE, ESCONDIDO"

Yo sé lo que hiciste

"Caché, escondido" llega a angustiar al espectador, ante el acoso que sufre un matrimonio. Haneke maneja con maestría los hilos de una historia atrapante.

Hay un temor, claro, fácil de advertir en el a veces inescrutable rostro de Daniel Auteuil. Georges no sabe quién le ha enviado ese video a su casa, en el que sólo se ve la calle y la puerta de entrada de su hogar. Pero teme. Mucho.Michael Haneke va construyendo la pesadilla en que comienza a erigirse la vida de Georges con trazos finos. Un diálogo con Anne (Juliette Binoche), su esposa, desnuda falta de confianza. El hombre cree saber quién le está mandando esos videos y los dibujos con un gallo con sangre en el cuello, pero no se atreve a decírselo a su mujer. Cuando alguien fuera del entorno familiar se entere del asunto, Georges verá que las implicancias pueden hacerle perder su estabilidad social y laboral. La emocional la ha perdido desde que llegó el primer cassette."Haríamos cualquier cosa por no perder nada", se dice por allí, y resume el sentido de Caché, esta perturbadora metáfora abierta de Haneke.Aquí, lo escondido del título tiene que ver con una inseguridad doméstica. El hogar de Georges sufre una invasión, que repercute, y cómo, y puede hasta transformar la apacible vida familiar en una catástrofe. Como es usual en él, Haneke presenta a los personajes rodeados de pantallas de TV, mucho metal y vidrio: hay mucho reflejo, y mucho material que permite separar a un personaje de otro en la intimidad de la casa parisina.Tanto como que Georges y Anne no se tocan, no tienen contacto físico. Sus conversaciones suelen terminar en discusiones, y son sus amigos los que se preocupan por apoyarlos. Esa pareja no estaba bien antes de que el primer video llegara a golpear la tranquilidad hogareña, y Haneke lo testimonia con maestría. No conviene adelantar mucho más, para poder descubrir solo, y de a poco, las sorpresas que el relato trae aparejadas.Auteuil va transformando su cara y hasta su cuerpo a medida que va acercándose a lo que —cree— es la verdad. Sin apoyo por la desesperación de su esposa, el personaje va quedándose cada vez más solo, con lo que a Haneke le alcanza y sobra para marcar que no importa quién haya mandado qué cosa: los secretos, por mejor guardados que estén, pueden traer problemas éticos que no son posibles ocultar sin la confianza que brinda el amor.
MICHAEL HANEKE



Michael Haneke (Alemania, 1942) estudió Filosofía y Psicología antes de dirigir películas, y en su cine convergen ambas formas de exploración existencial. Desde sus primeras obras - «El vídeo de Benny», «71 fragmentos de una cronología» - ha puesto el escalofriante ojo de su cámara en los rincones más oscuros y desasosegantes de la condición humana. En un mundo que banaliza la violencia hasta pasar inadvertida el bávaro Haneke transciende el poder de la imagen y armado de la comprensión psicológica de lo que filma, lleva al espectador a un estado de catarsis impredecible. Enfrentarte a una de sus películas es un desafío a la resistencia psicológica y un pasaporte a los mecanismos de la angustia, a la alienación y el vacío moral del mundo contemporáneo. Su rotunda visión del comportamiento psicópata quedó sellada en «Funny Games», posiblemente la película más asfixiante que se recuerda; ha imaginado el apocalipsis en «El tiempo del lobo» y filmes como «La pianista» o «Código desconocido» no le van a la zaga en crudeza emocional. Su violencia no es gratuita. Es objetiva. Quiere despertar a la sociedad contemporánea de su letargo. Con su último trabajo, «Caché», otro viaje a los oscuros secretos del alma humana...




ENTREVISTA






EL TEMA CENTRAL DE CACHÉ (ESCONDIDO) ES LA MALA CONCIENCIA. ¿POR QUÉ ES TAN EMBLEMÁTICO ESTE TEMA EN LA ÉPOCA ACTUAL?



Por la omnipresencia del dolor mundial en los medios de comunicación. Antes de la era audiovisual, el mundo no estaba mejor que ahora, pero se sabía menos. Hoy en día, lo vemos permanentemente. Los países ricos que disfrutan de paz sólo tienen en sus pantallas imágenes terribles, violentas, desesperadas, y eso hace aumentar nuestro sentimiento de culpa. Pero es una cuestión compleja porque los medios de comunicación falsean a menudo la realidad. Escogen a propósito las imágenes más espectaculares, las más impactantes. Cuando se trata de imágenes rodadas en ambientes que nos son familiares, no tienen nada que ver con la realidad que conocemos. Es una realidad manipulada. Pocas veces he sido testigo de actos violentos en mi vida. Sin embargo, cuando miro la tele, puedo pensar que la violencia está por todas partes.






¿DE VERDAD CREE, COMO SUGIERE CACHÉ (ESCONDIDO), QUE TODOS LOS QUE VIVIMOS EN ESTE LADO DEL MUNDO SOMOS CULPABLES?



La culpabilidad es un invento judeocristiano y estamos sumergidos en esta cultura. No puedo ver el mundo bajo otro prisma. Pero la culpabilidad también es un problema filosófico, y no pretendo resolverlo, sólo hablo de ese problema. Al hacer la pregunta: ¿Cómo vivimos sabiendo que a lo lejos, y no tan lejos, nos rodea la pobreza? Sabemos que pertenecemos a la parte del mundo que se asienta en los hombros del otro y lo explota. Ante eso, se puede reaccionar de diversas maneras. El comportamiento del personaje interpretado por Daniel Auteuil, cuando se toma dos pastillas para dormir, es más o menos el de la mayoría de nosotros frente a la mala conciencia que sentimos por el resto del mundo. Cada uno escoge qué pastilla tomar. Algunos dan dinero a organizaciones caritativas. Pero en cuanto se habla de algo concreto, el número de personas se reduce radicalmente.






UNE LA MALA CONCIENCIA DE SU PERSONAJE A LAS SECUELAS DE LA GUERRA DE ARGELIA.



Mientras preparaba la película, vi un documental sobre la guerra de Argelia. Me sorprendió mucho que ese tema llevase cuarenta años enterrado. Está claro que cada país tiene manchas oscuras, periodos de la historia en los que la culpabilidad individual entra en consonancia con la culpabilidad colectiva. En Austria también intentaba hablar de cosas que habían ocultado debajo de la alfombra. Habría podido rodar «Caché (Escondido)» en Viena, bastaba con cambiar los años sesenta por los cuarenta.






¿NO LE PARECE QUE MEZCLAR EL DIFUSO SENTIMIENTO DE CULPA DE LOS ACOMODADOS CON EL RECUERDO DE UNA FALTA COMETIDA POR UN NIÑO ES UNA AMALGAMA EXAGERADA?



No se trata de la culpabilidad de un niño que se portó mal cuando tenía 6 años. Se trata más bien de la culpabilidad del hombre en el que se ha convertido cuando vuelve a encontrar al que ofendió entonces. De hecho, se comporta otra vez como un cabrón a pesar de tener una elección moral. Podría decirle: “Lo que hice entonces fue horrible, pero no lo sabía. ¿Qué puedo hacer por ti ahora?” Pero prefiere huir.






NO PROPONE NINGUNA PISTA PARA DISIPAR EL MALESTAR. ¿QUÉ PIENSA DE LOS CINEASTAS QUE SE COMPROMETEN EXPLÍCITAMENTE?A veces me gusta el cine de Ken Loach, aunque el interés que despiertan sus películas depende del tema escogido y de que se sabe de antemano el mensaje humanista que presentará. Como decía Jean-Luc Godard, que ha formulado tantas frases inteligentes: “No se deben hacer películas políticas, sino hacer películas políticamente”. Rehúso hacer un discurso, plantear soluciones; sólo intento sugerir tomas de conciencia, interrogantes.¿QUÉ PUEDE HACER EL CINE?El cine es el arte de la manipulación; no hay que olvidarlo nunca cuando se hace cine ni cuando se ven películas. No me refiero sólo a las películas de propaganda del III Reich ni a las películas hollywoodienses actuales. Siempre he querido que las mías sugieran una duda en cuanto a la realidad que muestran en la pantalla. Es para alertar el espectador, para despertar su vigilancia. También es posible, gracias al poder del cine, luchar contra las imágenes que, hoy en día, quieren hacer de la brutalidad un producto consumible. Para mí, «Saló o los 120 días de Sodoma», de Pasolini, tuvo ese papel. Me chocó tanto que me sentí mal durante mucho tiempo. Es una de las pocas películas de la historia del cine que hace entender lo que significa la violencia. Habría que volver a hacer un Saló de vez en cuando.






MICHEL HOUELLEBECQ HABLA BIEN DE USTED EN SU ÚLTIMA NOVELA.



La he leído, me siento muy halagado. Es un escritor muy importante para mí y con el que comparto muchas cosas. Quizá sea el único novelista capaz de describir el mundo tal como es hoy. Se le acusa de complacencia, pero es lo que suele reprocharse a las personas que tocan temas cruciales, molestos.






SUS PELÍCULAS NO TRATAN BIEN A LA FAMILIA, ¿QUÉ REPRESENTA PARA USTED?



No intento destruir la familia. Tengo cuatro hijos, y mi casa es el único lugar que considero como “mío”. Pero quiero demostrar que cuando una familia se siente amenazada, también es capaz de agredir. La familia no representa sólo la estabilidad, la voluntad y la satisfacción de construir, sino el miedo a perderlo todo. Y este miedo tiene un papel muy importante en la sociedad actual. “Haríamos cualquier cosa por no perder nada” es la frase clave de «Caché (Escondido)».






HAY UN ÁNGULO MUERTO EN SU CINE, EL DEL PLACER. ¿QUIÉN DISFRUTA? DESDE LUEGO, NO SUS PERSONAJES. ¿USTED? ¿LE PRODUCE PLACER VERLOS LUCHAR DE ESTA FORMA?



Para nada. Me parece que la persecución anónima que sufre el personaje de Daniel Auteuil en «Caché (Escondido)» es terriblemente cruel. Hay que estar loco para perseguir a alguien de esta forma. Pero es la rabia que sale del mundo actual. Es el resultado del mal que hacen unos, conscientemente o no, a los demás a todos los niveles, a cualquier escala. Además, los medios para hacer daño son cada vez más eficaces... No es la primera vez que me tachan de sádico, pero es un reproche sin fundamentos. El papel del cineasta es rascar donde duele, desvelar lo que no se quiere saber ni ver. Pero de ahí a que sea placentero, no, sería perverso.




Entrevista realizada por Louis Guichard y Frédéric Strauss TÉLÉRAMA




Poemas






Nunca sentí ...




Nunca sentí dolor,
Nunca sentí tristeza,
Ni soledad, ni abandono,
Ni desespero, ni ansiedad,
Ni odio, ni rencor, ni miedo,
Ni siquiera hambre o frío.


De improviso, de repente,
Cuando menos lo esperaba,
Se abrieron las compuertas
De todos los miedos,
De toda la soledad,
de todo el dolor del mundo.


La vorágine desconcertó
Mis sentidos, nublo
Mi vista, bloqueó mi mente,
Sobrepasó mis defensas
Y paralizó mi acción.
Y me dejó literalmente helado.
“Luces quebradas”, IMC, 2006


Jose Luis Planas Osorio
Cruz del Eje, 12 de Enero de 2006







El pastor y su rebaño

Que suerte tiene el pastor
De tener ese rebaño.
Que suerte tiene el rebaño
de tener ese pastor.



Para ser pastor hay
Que tener un rebaño.
Para ser rebaño,
Hay que tener un pastor.



Para la sumisión del rebaño
hay que tener un lobo
que los asuste
de vez en cuando.



Que viene el lobo se dice,
A comer a las ovejas.
Tantas veces se dijo
Que difícil es no creerle.


Cuando venga el lobo en serio
Quién le creerá al pastor ?
Siempre habrá alguién que
Le crea sus mentiras.


El pastor y su rebaño
mutuamente se necesitan.
Que haría el pastor
Sin sus ovejas asustadas ?
Que harían las ovejas
Sin un pastor que las asuste.?




José Luis Planas Osorio
Cruz del Eje, 10 de Enero de 2006





El cambio climático: una verdad incómoda




El director Davis Guggenheim y Al Gore en el 59 Festival de Cannes. (Keystone)

En la película "Una verdad incómoda', Al Gore, ex vicepresidente de los Estados Unidos, expone el tema del calentamiento climático con gran expresividad y acierto.
En un impresionante 'show de un sólo hombre' señala cifras y hechos elocuentes e intenta abordar este tema tan complejo y delicado en 90 minutos.

Que la tierra y los mares se calientan, que el hielo y los glaciares se derriten, que los huracanes son cada vez más fuertes, lo han escuchado todos. Lo que muy pocos saben en detalle es cuáles podrían ser las posibles causas y consecuencias de esta transformación.En una presentación multimedia, empleando gráficos, imágenes, tablas y caricaturas, el demócrata norteamericano de 58 años muestra lo que pasa con nuestro planeta.Gore confronta a los cinéfilos con una concentrada carga de informaciones, los mensajes vienen como un golpe tras otro. Y a pesar de tantos datos y hechos, el filme nunca llega ser aburrido. Los recursos técnicos son empleados de manera inteligente, la enseñanza frontal es fundamentada y convincente.

Investigación climática suiza

Varios pasajes de la película se basan en resultados de la investigación climática suiza, como el documentado retroceso de los glaciares alpinos. O las concentraciones de gases de invernadero, medidas por científicos de la Universidad de Berna tras perforar el hielo de la Antártida.También se ven imágenes de Suiza: el dramático repliegue de los glaciares del Ródano y el poblado de Brienz, que en 2005 fue devastado por un aluvión.Un efecto especialmente alarmante surten las representaciones gráficas de inundaciones cada vez más frecuentes. En caso de que el nivel de los mares aumente seis metros - provocado por la fundición de los hielos de Groenlandia, podrían quedar bajo las aguas zonas como Holanda, Shangai, Bangladesh y gran parte de Manhattan.La consecuencia serían corrientes masivas de refugiados. De hecho, una verdad muy desagradable.

Afiche sobre la película 'Una verdad incómoda'. (Climatecrisis.net)

Simplificaciones legítimas

Los resultados científicos del cambio climático que presenta Gore en el filme, con pocas excepciones corresponden a los estudios más recientes, escribe Thomas Stocker en el semanario zuriqués "NZZ am Sonntag". Stocker es jefe de la Sección Física Climática y Medioambiental de la Universidad de Berna.Pero si se quiere abordar un tema tan complejo en sólo 90 minutos, las reducciones y simplificaciones son necesarias. "Por cierto, sin éstas los enunciados estarían mejor corroborados, pero es dudoso si también serían mejor entendidas. Como experimentado político y comunicador, Gore ha optado por la simplificación", según Stocker.

El mensaje infelíz de Gore

Desde hace casi 30 años Al Gore se ocupa intensamente del clima cambiante y su relación entre ser humano y tierra. Desde que el año 2000 perdió las elecciones presidenciales en los Estados Unidos por un margen mínimo, viaja por el mundo y habla del estado de nuestro planeta.Este profesional ha tenido más de 1.000 presentaciones. De este modo, esta película documental ecológica se ha convertido no sólo en un alegato a favor del planeta Tierra, sino también en un filme sobre el mismo Al Gore.El director Davis Guggenheim habría podido renunciar a los ejercicios biográficos sobre el protagonista, aunque ellos tienen que ver sólo en parte con el compromiso de Al Gore en este asunto.

La verdad desagradable ha empezado bien

El filme me ha convencido, dijo a swissinfo una espectadora después de la proyección. "Esta película ya es de por sí un éxito si abre los ojos sobre esta problemática -aunque sólo sea de una parte del público-, y con ello conduce a un cambio en el modo de pensar".Lamentablemente películas como "Una verdad incómoda' sólo calan en los ánimos de gente que ya está concienciada sobre el problema. Por lo general no en aquellos que para dar dos pasos sacan el auto del garaje.Jean-Pierre Hügli, vocero de United International Pictures en Suiza es consciente de esta situación. "A pesar de ello esperamos que la película sea vista por un mayor número de espectadores. Tratándose de un filme documental, ha comenzado con muy buen pie".

El efecto de aprendizaje

Salas en Winterthur y en Zug han mostrado la película gratuitamente. De esta manera han llegado a un público que tal vez no se habría interesado.También se espera que en lo posible muchas clases escolares, acompañadas de sus maestros, puedan ver este documental impactante.Pues en opinión del físico climatólogo y medioambietal Thomas Stocker, "la actualidad de los hechos, las excelentes imágenes y los gráficos fácilmente entendibles, unidas a la credibilidad y capacidad de persuasión de Al Gore, confieren a este filme un gran efecto de aprendizaje- sin que los espectadores se aburran".swissinfo- Gaby Ochsenbein(Traducido del alemán por Rosa Amelia Fierro)



Biografía


Albert Arnold Gore nació el 31 de marzo de 1948 en Washington D.C.Asistió a la Escuela Episcopal St. Alban en Washington.En Tennessee trabajó en la granja de su padre.Después estudió en las universidades de Harvard y Vanderbilt.Hizo el servicio militar en la Guerra de Vietnam.Ya como senador y luego como Vicepresidente de Bill Clinton se ocupó de temas ambientales.En 1992 publicó el libro "Earth in the Bilance"El 2000 fue candidato a la presidencia y perdió las elecciones ante Gorge W.Bush en un cuestionado conteo de votos. A fines de octubre de este año y tras un informe ambiental alarmante, el gobierno británico comunicó que tenía la intención de trabajar con Al Gore como consejero en asuntos de protección medioambiental.Al Gore está casado con Mary Elizabeth Aitcheson, con quien tiene cuatro hijos.



Deshielos glaciares

DATOS CLAVE
Distribuidora de la película en Suiza: United International Pictures Schweiz.
En la Suiza francófona se proyecta "Una verdad incómoda' desde el 11 de octubre pasado, en la Suiza de habla alemanna desde el 19 de octubre.
Hasta hoy se han vendido más de 20.000 entradas.
La premiere suiza de esta película fue en el Festival de Cine de Locarno, en agosto 2006.
Desde mayo 2006 ha rendido ganancias de 28 millones de francos en los Estados Unidos.


MENSAJES RECIBIDOS :


Me parece muy bueno el uso que le das a Internet, obvio los selecciono conforme tiempos, pero tengo ya muchos archivados, soy devoto del pensamiento crítico que admite ser criticado, por eso lo que mas me gusta es la libertad que ejerces para escribir y decir, a cualquier estructurado puede molestarlo y eso es bueno, José Luis en estos tiempos todo lo que ayude a pensar es bueno, así que por mi, metéle nomás. Afectuosamente Mario.
Mario Agenor Blanco* marioagenorblanco@yahoo.com.ar-Tue, 9 Jan 2007 00:19:49 +0000 (GMT)
*N.delaR.: Actual Intendente de Cruz del Eje.
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Estimado José Luis:
Te agradezco mucho la difusión de mi poemario. He enviado cantidad de mails difundiendo el mismo.
Un fuerte abrazo, Héctor
Héctor Alvarez Castillo Naturalista - Asociación Ornitológica del Platahttp://www.opusalvarezcastillo.com.ar/
http://www.alvarezcastillo.com.ar/ -Bauness 2610 - Buenos Aires Tels. (011) 4757-3263 ó (011) 4523-1305
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A: "Dr.José Luis Planas Osorio"
Estimado amigo: Ya desde el sosiego de las vacaciones quiero saludarlo y desearle muy felices fiestas.
Siempre recibo su ameno material que a veces utilizo en mis programas de radio. Es muy importante la reflexión sobre estos temas que son imprescindibles.
Bien, reitero entonces un saludo y un deseo para un próspero año 2007.
"jorge castaneda" / jorgecastaneda20032000@yahoo.com.ar

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Hola !! quiero agradecerte todas las cosas que me mandas , son hermosas!!!
Te envío unos versos de mi hijo, quien, como su madre, gusta de este difícil arte de escribir. Tiene diecinueve años y ama ,además, la música. Manos Borradas es la letra de una cación compuesta por él. La editorial Raíz Alternativa le ha publicado recientemente dos de sus poemas.
Nacido y criado en la localidad de Valcheta, pcia de Río Negro, es un ferviente defensor de la Patagonia y sus riquezas naturales.
Cordialmente. Martha Elizabeth DURÁN
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José Luís, yo recibo tus emails como regalos. Admito que no los leo a todos porque no me da el tiempo, debido a mi ritmo de trabajo y mis viajes. Pero de cuando en cuando y por lo menos 1 a 2 veces a la semana, abro varios de tus emailes y me informo de cosas muy interesantes.

Vos sos un libre pensador, una persona muy abierta a la información y muy interesado en explorar temas en forma profunda. Y yo respeto tu curiosidad intelectual y tu apertura a la información y las ideas de los demás. Y si, muchas ideas, informaciónes o pensamientos tuyos compartidos no son el reflejo de mis ideas y mis pensamientos, pero si todos pensáramos igual, Dios nos libre de lo aburrido que sería este mundo. Uno de los grandes regalos dados a los seres humanos es la diversidad del pensamiento, del sentir, el tener distintos puntos de vista y opiniones diferentes, y yo respeto eso profundamente.

Es por todo esto que aprecio tus emails y te agradezco que los compartas conmigo. Además precisamente porque tengo una vida tan acelerada, muchas veces cuando abro tus emails y leo las partes subrayadas por vos, eso me ayuda aun más a colectar buena información en el menor tiempo posible. Me enteré de muchas cosas a través tuyo. Muchas veces también mis ideas fueron puestas a prueba a través de artículos que leí provenientes de vos, como por ejemplo ese excelente articulo acerca del Che Guevara y la conclusión acerca de su éxito o fracaso como revolucionario, muy interesante.

Te agradezco por los regalos de información que nos das y te admiro porque sos un pensador libre, abierto a las ideas y opiniones de los demás.

Hay un dicho en inglés que dice: When solutions and answers for a given problem are needed, if the the people who are working on obtaining them think alike, only one of them is needed, the rest are redundant. Es una gran verdad!! -

Fabiola Camperi Cadogan – Yorba Linda- California- USA. fcamperi@aol.com







De Uruguay :



Como tu sabes el barrer con las fronteras convencionales es el mejor ardid ,es nuestra mejor apuesta para convencer, es el trabajo hormiga, sin armas pero si derramando todos nuestros sentimientospara compartirlos, para sentirlos, para conocer y para utilizar contra elenemigo su propia arma, el virtualismo.Saludos de la Gente de Ancap y sus amigos Sigamos a la Rosa.Raquel Cuello / rbcuello@hotmail.com
Estimado JoséLuis : Sinceramente, no me molestan porque los he solicitado. Reconozco que a lo sumo he leído uno, y me pareció tan interesante que esto determinó que -al no poder leer por falta de tiempo- guardara todos y cada uno de ellos.
Saludos.
Mónica Torrez / iberaservicios@gmail.com / 23.01.07

Hola José Luis!
La verdad que quería ir personalmente a agradecerte la ayuda que me diste con la monografia. No solo aprobé sino que tambien me recibí. Ya soy Psicologa Social, el titulo oficial es Técnico Superior en Intervención Grupal Institucional y Comunitaria.
Con Norma hicimos planes para ir a tu casa ... el tiempo voló y ya estoy aqui en el sur.
¡Gracias ....!
La próxima, que me parece, será dentro de un mes, trataré de ir apenas llegue.
Con respecto a tu pregunta....los artículos son interesantes, copio los que mas me atraen, pues este año con el trabajo y el estudio tenía poco tiempo. Te mando un abrazo enorme!!! / Clide / clidedelolmo@yahoo.com.ar/ 22.01.07

José Luis :
La Revista muy buena, en realidad, pensandolo bien, no han quedado revistas que expresen pensamientos. Lo que sucede es que el pensamiento requiere de elaboración como la buena cocina, y estamos invadidos de comida chatarra, los que si son bobina, son los que la hacen, como siempre, asi que felicitaciones por tu esfuerzo. Y adelante.
La Mañana de Córdoba del día 22 de enero me publico Nota de Opinión El Maniqueismo Político, lamentablemente la podaron y le quitaron partes que para mi son importantes, te envio adjunto nota completa. Bye.
Afectuosamente, Mario / marioagenorblanco@yahoo.com.ar / 23.01.07 .
Hola José:
Tus mails me gustan mucho .Solo que escojo algunos para leer , xq me es imposible leerlos a todos en la compu. Me cansa un poco.
Resumiendo , seguí mandando .
UN Abrazo.
Norma. normaprino@yahoo.com.ar . 29.01.07







Revista Neocultural “EL ADELANTADO”, N° 1- Primavera, 2006
Organo de Difusión de la Fundación Autónoma “Poder Bién”.
Email: eladelantado@gmail.com
Gentileza de Pablo Ivan González y Jorge F. Traverso.




“LOVECRAFT-el grimonio maldito”, Ilustrado por Horacio Lalia. Ed.Thalos.
Gentileza de Eduardo A. Planas




Recibimos Tarjeta de Invitación al Bautismo de Valentino Tello Nieto, el 13 de Enero de 2007 .
Gentileza de Juan Manuel Tello y Nadia Valeria Nieto.





MACEDONIOBelarte Director: Dr. Jose Luis Planas Osorio / Paraguay 76 / TE: (03549) 421580
Arte, Cine, Literatura, Música, Plástica, Poesía, Ciencia, Historia, Filosofía

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