martes, julio 31, 2007

Revista Digital de Cultura MACEDONIO BELARTE - AÑO II - Nº XXVIII - JULIO 2007





04.05.07

Macedonio Fernández : Un autor del Siglo XXII
Por Augusto Munaro

Borges aseveró: “la imagen de sí mismo que un escritor deja en los otros es también parte de su obra”, apotegma que llegó al paroxismo con Macedonio Fernández, autor de inclasificables obras. Su imagen está hoy más ligada a una figura mitológica, que a un hombre de carne y hueso desvelado por la escritura experimental. La conducta de este fino humorista, y sus innumerables anécdotas que ayudaron a potenciar su insólita visión de las cosas, hicieron posible este mito “macedoniano”. A pesar de ello, es lícito vindicar sus libros, ya que consisten -como formas de la metaliteratura- en una de los más originales de las letras argentinas. A los 23 años tras doctorarse en Jurisprudencia, se lanzó a fundar -con un grupo de amigos idealistas-, una colonia utópica en las selvas del Alto Paraguay. El proyecto no duró más que tres o cuatro meses, pero anticipa su obra posterior: la vida como resultado de quijotescas invenciones. Nunca más volvió a abandonar su país, el resto de su existencia viajó por sus laberínticos pensamientos con la idea de concebir una doctrina filosófica propia. Soñó con ser un adelantado para su tiempo, y en cierta forma lo fue.Como Fernando Pessoa y Franz Kafka, el vanguardista argentino se consideraba una persona casi insignificante. Llevó pocos trabajos a la imprenta pero se conservaron una importante cantidad de sus escritos inéditos. Así se explica la escasez de libros editados en vida: No todo es vigilia la de los ojos abiertos (1928), Papeles de Recienvenido (1929) y Una novela que comienza (1941). A pesar de ser una figura elusiva, sus jòvenes amigos -Borges, Raúl Scalabrini Ortiz y Leopoldo Marechal entre otros- percataron en él a un ser pensante de inconmensurable talento literario. Pronto se encargarían de transformarlo en mito persuadiéndolo en colaborar para sus revistas Proa y Martín Fierro. Entonces, -cuando corrían los años veinte, decidió abandonar su profesión-, vivió en pensiones o casas de amigos hasta pasar sus últimos años bajo el cuidado de su hijo Adolfo de Obieta. Necesitó muy poco para vivir, apenas satisfacer sus necesidades básicas para volcarse a sus divagaciones abstractas. Influenciado por William James, Ralph Waldo Emerson, Arthur Schopenhauer, George Berkeley, Thomas Hobbes e infinidad de otros; buscó revelar el conjunto de funciones psíquicas que originaban la creación de una idea, el recuerdo, la sensación de percibir la realidad circundante, etcétera. Estos cuestionamientos respondían a una finalidad existencial.






El mismo se sometió a los más notables y variados experimentos con el fin de descifrar principios filosóficos; de hecho, sus mayores aportes fueron los relacionados a la metafísica: “Pienso siempre y quiero pensar; quiero saber de una vez si la realidad que nos rodea tiene una llave de explicación o es total y definitivamente impenetrable”, así escribió en una de sus hondas páginas. Era un hombre que incurría constantemente en el mundo de las ideas. Macedonio Fernández indagó durante cincuenta años sobre los procesos mentales y las cualidades asociativas del pensamiento.






A medio camino entre la mística y la metafísica, gracias a una existencia contemplativa –basada en la autoobservación casi búdica- pudo pasar en limpio antes de morir -y a pedido de su hijo Adolfo- diversos estudios metafísicos. Incluyen varias teorías -económica, política, eudemonológica, etc.- donde sobresale su interpretación del arte. La Belarte –como él la denomina- es indispensable para la comprensión de su narrativa: titulada “Para una Teoría del Arte”, es un valioso tratado ético-estético, donde la literatura “no debe tener ninguna otra finalidad que sí misma”, es decir “cuanto más consciente, (…) más exclusiva su técnica”. En ella, impone una clasificación de los géneros: poesía, humorística conceptual y novela. Luego discrepó con el realismo y concluye “la prosa no tiene otro fin artístico que el metafísico obtenido, perseguido no discursivamente sino por impresión de absurdo creído, o de auto inexistencia creída, luego de una preparación, no raciocinante, progresiva, preanunciada hasta la Conclusión, sino sorpresiva”.






Por momentos su sintaxis es estrambótica, lo que dificulta la lectura de sus escritos teóricos. Al intentar un idioma que pudiese comunicar su doctrina metafísica, a través de una lingüística propia; creó un sistema de bizarras categorías llamadas entre otras: “almismo ayoico”, “psiquismo universal”, “el ser-presente”, “ el idealismo absoluto sin solipsismo”y “Deunamor”. La implementación de estos neologismos macedonianos, además de su oscuro barroquismo; obligan al lector a volver una y otra vez sobre sus ideas digresivas.Su farragoso estilo de sintaxis -aún hoy confuso- continúa desalentando a los lectores no especializados; lo que originó críticas adversas. El escritor Adolfo Bioy Casares puntualizó sobre este aspecto: “Quiso dedicarse a su pensamiento, pero no supo adecuarlo a la escritura de un modo literariamente agradable, quizás ni siquiera literariamente certero”. Teniendo en cuenta la retórica infrecuente de sus composiciones; tal vez no se debería cuestionar únicamente si en efecto su sistema filosófico es caduco, o reprochable su naturaleza alambicada.






En verdad, ello puede ser secundario; ya que lo admirable de sus escritos es la búsqueda constante de los límites de la escritura. Macedonio Fernández fue uno de los primeros -al igual que Unamuno, Joyce, Pirandello y Gombrowicz- en exponer en la misma escritura, sus propias falencias. Esto se puede apreciar en su obra maestra póstuma Museo de la novela de la Eterna (1967), donde en prólogos sucesivos exploró -con fino humorismo y corte paradójico desconcertante-; todos los recursos posibles, hasta detectar las fisuras narratológicas con asombroso ingenio. Su afán era superar el género tradicional y anunciar la novela futura. Además de autorreferencial - otros de sus curiosos preceptos-, ella sería: “inseguida”, es decir carente de progresión. Su mayor innovación fue convertir en “personaje” al lector. Otorgarle ese grado de participación -hasta entonces inimaginada- abriendo un nuevo campo de realidad a quien leyese la obra. El libro como consecuencia, adquirió una nueva dimensión. La idea de lector como “co-autor” más tarde fue explotada con enorme popularidad en Rayuela (1963), de Julio Cortázar. Desconfiaba del éxito. Sólo se preocupó por el arte de vivir y por eso postuló a la meditación como una de las formas más auténticas de vida. Alejado -vivió en diversas localidades del conurbano bonaerense como Morón y Pilar-, y distante de cualquier escuela literaria; se convirtió en el insuperable hacedor de ideas.






Felizmente, muchas de ellas fueron llevadas a la práctica en el campo literario por sus epígonos: Borges y Cortázar. Otras, innumerables; aún quedan pendientes de ser aplicadas a la literatura futura.Como acontece con todo precursor, fueron demasiadas las publicaciones posteriores a la fecha de su muerte, acaecida en 1952. Alicia Jurado, Horacio Salas, Noé Jitrik y Antonio Pagés Larraya; han sido algunos de los responsables de estudiar al autor de Adriana Buenos Aires, brindando nuevas perspectivas de análisis. Por otra parte, el sello Corregidor se ha encargado de rescatar sus Obras completas que abarcan nueve variadísimos volúmenes. A comienzos de 2002, Álbaro Abós publicó una meritoria biografía: Macedonio Fernández, una biografía imposible.




Leer a Macedonio Fernández es una experiencia que el lector puede sentir pero es imposible de transmitir. Intuyo que una forma certera de justificar la obra de este vanguardista argentino, es a través de las palabras que Samuel Beckett acotó respecto a Locus Solus -libro de Raymond Roussel- al asegurar que había sido “escrita dentro de un par de siglos”.



Fuente : http://www.diarionco.com/





AL IDIOMA ALEMÁN








Mi destino es la lengua castellana,
El bronce de Francisco de Quevedo,
Pero en la lenta noche caminada
Me exaltan otras músicas más íntimas.
Alguna me fue dada por la sangre –
Oh voz de Shakespeare y de la escritura –,
Otras por el azar, que es dadivoso,
Pero a ti, dulce lengua de Alemania,
Te he elegido y buscado, solitario.
A través de vigilias y gramáticas,
De la jungla de las declinaciones,
Del diccionario, que no acierta nunca
Con el matiz preciso, fui acercándome.
Mis noches están llenas de Virgilio,
Dije una vez; también pude haberlo dicho
De Hölderlin y de Ángelus Silesius.
Heine me dio sus altos ruiseñores;
Goethe, la suerte de un amor tardío,
A la vez indulgente y mercenario;
Séller, la rosa que una mano deja
En la mano de un muerto que la amaba
Y que nunca sabrá si es blanca o roja.
Tú, lengua de Alemania, eres tu obra
Capital: el amor entrelazado
De la voces compuestas, las vocales
Abiertas, los sonidos que permiten
El estudioso hexámetro del griego
Y tu rumor de selvas y de noches.
Te tuve alguna vez. Hoy, en la linde
De los años cansados, te diviso
Lejana como el álgebra y la luna.

JORGE LUIS BORGES





Para Felisberto Hernández
Carta en mano

Esto de abrir la puerta no es un mero recuerdo infantil. En estos días en que andaba dándole la vuelta a la máquina de escribir como un perrito necesitado de árbol, encontré cosas tuyas y sobre vos que no conocía en los remotos tiempos en que por primera vez leí tus libros y escribí páginas que tanto te buscaban en el terreno de la admiración y del afecto. Y te imaginarás mi sorpresa (mezclada con algo que se parece al miedo y a la nostalgia frente a lo que nos separa) cuando llegué a un epistolario recogido por Norah Giraldi, en el que aparecen las cartas que le escribiste a tu amigo Lorenzo Destoc mientras hacías una gira musical por la provincia de Buenos Aires. Como si nada, sin el menor respeto hacia un amigo como yo, fechas una carta en la ciudad de Chivilcoy, el 26 de diciembre de 1939. Así, tranquilamente, como hubieras podido fecharía en cualquier otro lado, sin demostrar la menor preocupación por el hecho de que en ese año yo vivía en Chivilcoy, sin inquietarte por la sacudida que me darías treinta y ocho años más tarde en un departamento de la calle Saint-Honoré donde estoy escribiéndote al filo de la medianoche.No es broma, Felisberto. Yo vivía entonces en Chivilcoy, era un joven profesor en la escuela normal, vegeté allí desde el 39 hasta el 44 y podríamos habernos encontrado y conocido. De haber estado a fines de ese diciembre no hubiera faltado al concierto del Terceto Felisberto Hernández, como no faltaba a ningún concierto en esa aplastada ciudad pampeana por la simple razón de que casi nunca había concierto, casi nunca pasaba nada, casi nunca se podía sentir que la vida era algo más que enseñar instrucción cívica a los adolescentes o escribir interminablemente en un cuarto de la Pensión Varzilio. Pero habían empezado las vacaciones de verano y yo aprovechaba para volver a Buenos Aires donde me esperaban mis amigos, los cafés del centro, amores desdichados y el último número de Sur. Vos tocaste con tu terceto en eso que llamas a secas "el club" y que conocí muy bien, el Club Social de Chivilcoy detrás de cuyo amable nombre se escondían las salas donde el cacique político, sus amigos, los estancieros y los nuevos ricos se trenzaban en el póquer y el billar. Cuando en tu carta le decís a Destoc que la discusión para que te aceptaran y te pagaran el concierto se libró junto a una mesa de billar, no me enseñas nada nuevo porque en ese club todas las cosas se libraban así. Muy de cuando en cuando, a regañadientes pero obligados a cuidar la fachada de las "actividades culturales", los dirigentes accedían a un concierto o a una velada presuntamente artística, que pagaban mal y sin ganas y que escuchaban apoyándose entredormidos en el hombro de sus nobles esposas.Si te hablara de algunas cosas que vi y escuché en esos tiempos no te sorprenderían demasiado y en todo caso te divertirían, vos que les contabas tantos cuentos a tus amigos como un preludio para aflojar los dedos antes de refugiarte en tu cuarto de hotel y escribir tus cuentos, justamente ésos que hubiera sido imposible contar sin destruir su razón más profunda. En esos mismos salones donde tocaste con tu terceto yo escuché, entre otras abominaciones, a un señor que primero contempló al público con aire cadavérico (probablemente tenía hambre) y luego exigió silencio absoluto y concentración estética pues se disponía a interpretar la... sinfonía inconclusa de Schubert. Yo me estaba frotando todavía los oídos cuando arrancó con un vulgar pot-pourri en el que se mezclaban el Ave María, la Serenata, y creo que un tema de Rosamunda; entonces me acordé de que en los cines andaban pasando una película sobre la vida del pobre Franz que se llamaba precisamente La sinfonía inconclusa, y que este desgraciado no hacía más que reproducir la música que había escuchado en ella. Inútil decirte que en el selecto público no hubo nadie a quien se le ocurriera pensar que una sinfonía no ha sido escrita para el piano.En fin, Felisberto, ¿vos te das cuenta, te das realmente cuenta de que estuvimos tan cerca, que a tan pocos días de diferencia yo hubiera estado ahí y te hubiera escuchado? Por lo menos escuchado, a vos y al "mandolión" y al tercer músico, aunque no supiera nada de vos como escritor porque eso habría de suceder mucho después, en el cuarenta y siete, cuando Nadie encendía las lámparas. Y sin embargo creo que nos hubiéramos reconocido en ese club donde todo nos habría proyectado el uno hacia el otro, yo te habría invitado a mi piecita para darte cana y mostrarte libros y quizá, vaya a saber, alguno de esos cuentos que escribía por entonces y que nunca publiqué. En todo caso hubiéramos hablado de música y escuchado los discos que yo pasaba en una victrola más que rasposa pero de donde salían, cosa inaudita en Chivilcoy, cuartetos de Mozart, pailitas de Bach y también, claro, Gardel y Jelly Roll Morton y Bing Crosby. Sé que nos hubiéramos hecho amigos, y anda a imaginar lo que habría salido de ese encuentro, cómo habría incidido en nuestro futuro después de conocernos en Chivilcoy; pero claro, justamente entonces yo tenía que irme a Buenos Aires y a vos se te ocurría elegir ese hueco para dar tu concierto. Fíjate que las órbitas no solamente se rozaron ahí sino que siguieron muy cerca durante una punta de meses. Por tus cartas sé ahora que en junio del 40 estabas en Pehuajó, en julio llegaste a Bolívar, de donde yo había emigrado el año anterior después de enseñar geografía en el colegio nacional, horresco referens. Andabas dando tumbos musicales por mi zona, Bragado, General Villegas, Las Flores, Tres Arroyos, pero no volviste a Chivilcoy, la batalla junto a la mesa de billar había sido demasiado para vos. Todo eso asoma ahora en tus cartas como de un extraño portulano perdido, y también que en Bolívar paraste en el hotel La Vizcaína, donde yo había vivido dos años antes de mi pase a Chivilcoy, y no puedo dejar de pensar que a lo mejor te dieron la misma pieza flaca y fría en el piso alto, allí donde yo había leído a Rimbaud y a Keats para no morirme demasiado de tristeza provinciana. Y el nuevo propietario, que se llamaba Musella, te acompañó sin duda hasta tu pieza, frotándose las manos con un gesto entre monacal y servil que bien le conocí, y en el comedor te atendió el mozo Cesteros, un gallego maravilloso siempre dispuesto a escuchar los pedidos más complicados y traer después cualquier cosa con una naturalidad desarmante. Ah, Felisberto, qué cerca anduvimos en esos años, qué poco faltó para que un zaguán de hotel, una esquina con palomas o un billar de club social nos vieran damos la mano y emprender esa primera conversación de la que hubiera salido, te imaginas, una amistad para la vida.Porque fíjate en esto que mucha gente no comprende o no quiere comprender ahora que se habla tanto de la escritura como única fuente válida de la crítica literaria y de la literatura misma. Es cierto que a mí no me hizo falta encontrarte en Chivilcoy para que años más tarde me deslumbraras en Buenos Aires con El acomodador y Menos Julia y tantos otros cuentos; es cierto que si hubieras sido un millonario guatemalteco o un coronel birmano tus relatos me hubieran parecido igualmente admirables. Pero me pregunto si muchos de los que en aquel entonces (y en éste, todavía) te ignoraron o te perdonaron la vida, no eran gentes incapaces de comprender por qué escribías lo que escribías y sobre todo por qué lo escribías así, con el sordo y persistente pedal de la primera persona, de la rememoración obstinada de tantas lúgubres andanzas por pueblos y caminos, de tantos hoteles fríos y descascarados, de salas con públicos ausentes, de billares y clubs sociales y deudas permanentes. Ya sé que para admirarte basta leer tus textos, pero si además se los ha vivido paralelamente, si además se ha conocido la vida de provincia, la miseria del fin de mes, el olor de las pensiones, el nivel de los diálogos, la tristeza de las vueltas a la plaza al atardecer, entonces se te conoce y se te admira de otra manera, se te vive y convive y de golpe es tan natural que hayas estado en mi hotel, que el gallego Cesteros te haya traído las papas fritas, que los socios del club te hayan discutido unas pocas monedas entre dos golpes de billar. Ya casi no me asombra lo que tanto me asombró al leer tus cartas de ese tiempo, ya me parece elemental que anduviéramos tan cerca. No solamente en ese momento y esos lugares; cerca por dentro y por paralelismos de vida, de los cuales el momentáneo acercamiento físico no fue más que una sigilosa avanzada, una manera de que a tantos años de una mesa de billar, a tantos años de tu muerte, yo recibiera fuera del tiempo el signo final de la hermandad en esta helada medianoche de París.Porque además también viviste aquí, en el barrio latino, y como a mí te maravilló el metro y que las parejas jóvenes se besaran en la calle y que el pan fuera tan rico. Tus cartas me devuelven a mis primeros años de París, tan poco tiempo después que vos; también yo escribí cartas afligidas por la falta de dinero, también yo esperé la llegada de esos cajoncitos en los que la familia nos mandaba yerba y café y latas de carne y de leche condensada, también yo despaché mis cartas por barco porque el correo aéreo costaba demasiado. Otra vez las órbitas tangenciales, el roce sigiloso sin que nos diéramos cuenta; pero qué querés, a mí me tocaría encontrarte en tus libros y a vos no encontrarme en nada; en ese territorio en que habitamos eso no tuvo ni tiene importancia, como no la tiene el que ahora yo no lleve esta carta al correo. De cosas así vos sabías mucho, bien que lo mostrás en Las manos equivocadas y en tantos otros momentos de tus relatos que al fin y al cabo son cartas a un pasado o a un futuro en los que poco a poco van apareciendo los destinatarios que tanto te faltaron en la vida.Y hablando de faltas, si por un lado me duele que no nos hayamos conocido, más me duele que no encontraras nunca a Macedonio y a José Lezama Lima, porque los dos hubieran respondido a ese signo paralelo que nos une por encima de cualquier cosa, Macedonio capaz de aprehender tu búsqueda de un yo que nunca aceptaste asimilar a tu pensamiento o a tu cuerpo, que buscaste desesperadamente y que el Diario de un sinvergüenza acorrala y hostiga, y Lezama Lima entrando en la materia de la realidad con esas jabalinas de poesía que descosifican las cosas para hacerlas acceder a un terreno donde lo mental y lo sensual cesan de ser siniestros mediadores. Siempre sentí y siempre dije que en Lezama y en vos (y por qué no en Macedonio, y qué hermoso saberlos a todos latinoamericanos) estaban los eleatas de nuestro tiempo, los presocráticos que nada aceptan de las categorías lógicas porque la realidad no tiene nada de lógica, Felisberto, nadie lo supo mejor que vos a la hora de Menos Irene y de La casa inundada.Bueno, se me acaba el papel y ya sabemos que el franqueo es caro, por lo menos el que paga el lector con su atención. Acaso hubiera sido preferible callar cosas que siempre supiste mejor que los demás, pero confesa que la historia de la sinfonía inconclusa te hizo reír, y que seguro te gustó saber que habíamos estado tan cerca allá en las pampas criollas. Esta carta te la debía aunque no sea ni de lejos las que te escriben otros más capaces. A mí me pasó lo que vos mismo dijiste tan bien: "Yo he deseado no mover más los recuerdos y he preferido que ellos durmieran, pero ellos han soñado". Ahora llega el otro sueño, el de las dos de la mañana. Déjame que me despida con palabras que no son mías pero que me hubiera gustado tanto escribirte. Te las escribió Paulina también de madrugada, como un resumen de lo que había encontrado en vos: Las más sutiles relaciones de las cosas, la dama sin ojos de los más antiguos elementos; el fuego y el humo inaprensibles; la alta cúpula de la nube y el mensaje del azar en una simple hierba; todo lo maravilloso y oscuro del mundo estaba en tí.

Te querrá siempre:

El País Cultural Nº 258Edición 5º aniversario 14 de octubre de 1994






Biografía de José Lezama Lima
WEBMASTER: Justo Alarcón
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JOSÉ LEZAMA LIMA (1910 – 1976)

Nace el 19 de diciembre de 1910 en el Campamento de Columbia, en las proximidades de La Habana, donde su padre era coronel. Ya en la capital, participa en los alzamientos estudiantiles contra la dictadura de Machado y se matricula en Derecho. Desde 1929 hasta su muerte, vivirá primero con su anciana madre y, más tarde, con su esposa en una casa de la parte vieja de la ciudad, tolerado a duras penas por el régimen, y sólo abandonará la isla durante dos breves estancias en México y Jamaica. Poeta, ensayista y novelista, patriarca invisible de las letras cubanas, desde 1944 hasta 1957. Fundó la revista Verbum y estuvo al frente de Orígenes, la más importante de las revistas cubanas de literatura. Obeso y asmático desde la infancia, muere el 9 de agosto de 1976.
Conocedor profundo de Góngora, Platón, los poetas órficos y los filósofos gnósticos, Lezama compendió su vida en el amor a los libros. Su obra culterana está saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Desarrolló una erótica de la escritura, anticipándose, de esta manera, a las corrientes europeas de la estilística estructuralista. Sus ensayos son imaginativos, poéticos, abiertos y constituyen una recreación de textos y visiones. Promotor de revistas y cenáculos, supo congregar en torno suyo a poetas de la talla de Gastón Baquero, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Virgilio Piñera y Octavio Smith, entre otros. Su amistad con el poeta y sacerdote español Angel Gaztelú (1914), contribuyó a la formación de su mundo espiritual.
Su primer libro de poemas fue Muerte de Narciso (1937), y con él emplaza al lector frente a una situación límite de la realidad de cuyo desmantelamiento surge otra realidad artísticamente potenciada y reconstruida dentro de una fascinante y barroca mitología. Siguen, entre otras obras poéticas, todas influidas por el estilo rico en metáforas y lleno de distorsiones de Góngora, Enemigo rumor ¡1941¿, Aventuras sigilosas (1945), Dador (1960) y Fragmentos a su imán, publicado póstumamente en 1977, en las que sigue demostrando que la poesía es una aventura arriesgada.
En 1966 publicó la novela Paradiso, donde confluye toda su trayectoria poética de carácter barroco, simbólico e iniciático. El protagonista, José Cemí, remite de inmediato al autor en su devenir externo e interno camino de su conversión en poeta. Lo cubano, con sus deformaciones verbales, desempeña un papel fundamental en la obra, como ocurre en su colección de ensayos La cantidad hechizada (1970). Oppiano Licario es una novela inconclusa, aparecida póstumamente en 1977, que desarrolla la figura del personaje que ya aparecía en Paradiso y de la que toma título. Lezama Lima ha influido inmensamente en numerosos escritores hispanoamericanos y españoles, algunos de los cuales llegaron a considerarle su maestro, como es el caso de Severo Sarduy.
(Enciclopedia: http://www.cce.ufsc.br/)


HAI KAI EN GERUNDIO

El toro de Guisandono pregunta cómo ni cuándo,
va creciendo y temblando.
¿Cómo?Acariciando el lomo
del escarabajo de plomo,
oro en el reflejo de oro contra el domo.
¿Cuándo?
En el muro raspando,
no sé si voy estando
o estoy ya entre los aludidos
de Menandro.
¿Cómo? ¿Cuándo?
Estoy entre los toros de Guisando,
estoy también entre los que preguntan
cómo y cuándo.
Creciendo y raspando,
temblando.
http://www.lospoetas.com/




EL CONGRESO DE ESCRITORES PACIFISTAS ÁRABES E ISRAELÍES DE MEGHAR, YA CALIENTA LOS MOTORES.

“Occidente está cometiendo muchos errores con el mundo árabe. Tendemos a verlo como un mundo homogéneo sobredeterminado por la religión islámica, y no es así. Los hay entre nosostros que, como José Saramago, apoyan a los más radicales, tal vez porque ven en su lucha fanática una suerte de movimiento redentor de liberación de corte antiamericano; existen por el contrario quienes, como Gabriel Albiac, los vinculan única y exclusivamente al terrorismo, y se muestran incapaces de reconocer en ellos una mínima capacidad de civilización. Otros, simplemente, apoyan a los que, después de vivir en él, se han situado radicalmente fuera del mundo islámico. Pero ¿qué ocurre con los musulmanes pacíficos? ¿Quién –y cuando– va a apostar en Occidente por la gran masa de musulmanes –árabes y no árabes– para quienes el Islam es un espacio ideológico acogedor y que puede ser susceptible de reformas como lo fue tras la II Guerra Mundial el espacio ideológico del catolicismo? Nuestra negativa, basada en los prejuicios y estereotipos culturales, a ver esta zona de la realidad, es uno de los factores que explican la prolongación del conflicto entre el mundo árabe y el mundo cristiano y judío”.Quien así reflexiona, y en voz alta, es el poeta español Carlos Morales, director de la editorial El Toro de Barro y autor de Coexistence, una antología publicada en el 2001 que recogía una selección de poetas árabes de todas las religiones y judíos que, aún hoy, siguen trabajando por la reconciliación, y a los que el poeta conoció en el congreso de poetas pacifistas celebrado la primavera de aquel año en la ciudad galilea de Meghar, cuando hacía seis meses que había comenzado la II Intifada. Hoy, nuestro hombre es la cabeza visible de este congreso en España y América Latina. Por su cabeza pasan buena parte de las energías de ese puñado de hombres y mujeres valientes liderados, desde el comienzo, por el poeta árabe Naim Arady y por la poetisa judía Margalit Matitiahu, a los que tuvimos la suerte de ver en Cuenca, Toledo y Madrid allá por el 2002, atravesando juntos y cogidos de la mano los escenarios más importantes y selectos del mundo literario español. Preparando ya motores para la celebración de su décimo aniversario, el Congreso de Meghar volverá a reunirse entre el 27 de Abril y el 2 de Mayo, en el corazón del mes que árabes y judíos llaman de nissan, que viene a significar algo parecido al tiempo de la resurección y del florecimiento. En él se reunirán, juntos a sus homólogos israelíes, poetas e intelectuales palestinos de Gaza, así como jordanos y egipcios. “Queremos compartir con nuestros amigos judíos nuestras respectivas propuestas literarias”, nos dice el poeta árabe Naim Araidy, uno de los líderes espirituales de ese mítico congreso de escritores pacifistas de Meghar. “Desde un punto de vista literario, lo que nos separa es un trecho no más grande que el que ocupa la sombra de un águila al pasar por un olivar”. Su metáfora, sin embargo, no esconde su preocupación por hacer del Encuentro –también– la visualización de una “voluntad común por la convivencia”, y una “demostración de que existen modos distinto de ser árabes y de ser hebreos que nada tienen que ver con la imagen que tienen de nosotros en Occidente”.Sus palabras son recogidas y encajadas como un guante de seda en las manos de la poeta judía Margalit Matitiahu, el otro rosto visible de esta hermosa aventura de Meghar. “A Occidente le pueden los prejuicios”, nos dice con un gesto apasionado aunque aplastado ya por el cansancio de décadas de combate por construir un espacio de sentido común y de cordura. “El encuentro es un puente de palabras destinado a hacer comprender al mundo occidental que, aunque no hacemos tanto ruido como los fanáticos, somos muchos en Israel y en el mundo árabe los que sabemos vivir cotidianamente en paz”. “Son muchos, sí. Son la mayoría. Y son los mejores.” Eso nos dice Carlos Morales, mientras maneja con forzada serenidad la exhausta cajetilla de su Camel. “Es mucha la tensión que se acumula cuando te ves metido en una atmósfera que sabes tan llena de grandeza que no parece posible que alguien pueda darle un mínimo de credibilidad. Pero está ahí. Hay que verla, hay que vivirla desde dentro para ser conscientes del enorme daño que está haciendo la ceguera o la visión maniquea que tenemos en la cultura occidental de los protagonistas reales de la vida de de oriente próximo”. La idea fundamental la expresa Margalit Matitiahu: “No sólo estamos condenados a vivir juntos, es que ya lo hacemos, es que sabemos hacerlo”. Con un gesto de no disimulada admiración, nos habla de Naim Araidy, “que no sólo es uno de los máximos conocedores de la literatura hebrea sino que escribre en hebreo y en árabe sin ningún problema de conciencia. Eso forma parte de la realidad; otra cosa es que quien debiera a verlo lo quiera reconocer”. En su visita a España de hace unos años, Tanto Naim como Margalit se sintieron muy arropados, pero sintieron sobre su cabeza el peso del mito del “buen judío” y del “buen árabe”. “No hacía falta nada más que mirar los periódicos –nos cuentan– para ver hasta qué punto nosotros, los que no buscamos la guerra ni la represión del otro, habíamos dejado de existir para los europeos”. Naim es más explícito, y nos recuerda cómo “los periodistas que nos preguntaban, lo hacían desconcertados, como si estuvieran frente a dos apariciones”. También recuerdan el gesto de sorpresa de quienes, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid o en el Instituto Alfonso VIII de Cuenca “nos vieron subir hacia la tarima del escenario cogidos de la mano. Es como si ser un buen árabe o una buena judía –reflexiona Margalit– implicara llevar una canana llena de balas dispuestas para usar. La gente nos miraba emocionada, así debiera ser, asi debiera ser siempre, nos decían, ¡pero es que es así!, convivimos, trabajos juntos, nos tomamos café juntos, a pesar de los fanáticos, de los radicales, de los verdaderos enemigos de nuestros pueblos, y de la humanidad”Carlos Morales asiente con la cabeza. “Aceptar estos estereotipos –nos dice– es prolongar el poder de quienes no saben vivir en una atmósfera que no respire el caos. Los pacíficos, que son la mayoría, no son noticia, y su voz apenas si es escuchada por nuestros intelectuales y, en el mejor de los casos, cuando se les escucha se la entiende como una voz escasamente representativa de la realidad o como el fruto de un voluntarismo idealista. Pero, se quiera o no, lo creamos o no en Occidente, ellos son también la realidad. Una realidad, todo hay que decirlo, abandonada a su suerte por nosotros…”Le preguntamos a Carlos Morales si El Toro de Barro está preparando una nueva antología de Coexistence, para conmemorar los diez años transcurridos desde la muerte de su fundador, Carlos de la Rica. “Algo hay de ello, pero se requiere algo más que buena voluntad para afrontar un proyecto semejante. Lo importante es que, hagamos lo que hagamos, permanezca intacto un hilo de continuidad entre lo que él abordó y lo que nosotros estamos intentando”. Su doble proyecto de una antología de la poesía del Holocausto y de otra sobre la poesía catalana de los años ochenta están casi concluidos, a la espera de una mejor oportunidad. Y suenan los nombres de algunos autores como Federico Gallego Ripoll y José Ángel García para retomar el cabo que quedó suelto con la edición antológica de la obra del Premio Nacional de José Corredor Matheos. Sea cual sea el futuro que este Toro de Barro y de Cuenca nos deparé, la voz tranquila de su director, Carlos Morales, nos deja claro que, después de un más que insólito silencio que ha durado casi dos años, su mugido sigue vivo y su cuerna alzada, cuando se acaban de cumplir 41 años de su fundación, allá en la Cuenca de 1965, por quien firma esta crónica y por mi añorado amigo el poeta Carlos de la Rica. Raúl TorresEl poeta y editor español Carlos Morales del Coso [poeta del mundo] es la cabeza visible en España y América Latina de este movimiento galileo:





La palabra contra los depredadores





http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/cultura/nota.asp?nota_id=909893&origen=amigoenvio



En el último congreso del Pen Club, el escritor israelí David Grossman leyó este texto. En él, habla del poder de la escritura para liberar a los autores y a la sociedad del congelamiento y la arbitrariedad que impiden entender el propio pensamiento

Shalom y buenas noches.
"Para bien o para mal, las contingencias de la realidad tienen gran influencia sobre lo que escribimos", dice Natalia Ginzburg en su libro È difficile parlare di sé (Es difícil hablar de uno mismo) , en el que habla de su vida y de su escritura después de pasar por un desastre personal.
Es difícil hablar de uno mismo, y por eso antes de hablar acerca de mi experiencia de escritura actual, en este momento de mi vida, quiero decir algo acerca del impacto que un desastre, una situación traumática, tiene sobre toda una sociedad, sobre todo un pueblo. Y de inmediato recuerdo las palabras del ratón de "Una pequeña fábula", el cuento de Kafka. El ratón, que dice, mientras la trampa lo encierra y el gato lo acecha desde atrás: "Ay... el mundo se hace más estrecho cada día." Sin duda alguna, tras muchos años de vivir en una realidad violenta y extrema, plagada de conflictos políticos, militares y religiosos, puedo informarles, con tristeza, que el ratón de Kafka tenía razón: el mundo, por cierto, se hace cada vez más estrecho, cada vez más reducido con cada día que pasa.
Y también puedo hablarles del espacio vacío que crece lentamente, el espacio que se extiende entre la persona, el individuo y la situación externa, violenta y caótica en la que vive. La situación que determina su vida.Y ese espacio nunca permanece vacío. Se llena rápidamente... de apatía, cinismo y, más que nada, de desesperanza; la desesperanza que provoca situaciones distorsionadas y que les permite persistir, a veces incluso durante generaciones. Desesperanza respecto de la posibilidad de cambiar alguna vez el estado de cosas reinante, de poder redimirse de él. Y una desesperanza aún más profunda... la desesperación por las cosas que esta situación distorsionada saca a la luz, finalmente, en cada uno de nosotros.
Y siento el alto costo que yo y la gente que veo y que conozco pagamos por este persistente estado de guerra. La reducción del "área de superficie" del alma que entra en contacto con el mundo violento y amenazante. La limitación de la capacidad -y de la voluntad- de identificarnos, aunque sea un poco, con el dolor ajeno; la suspensión del juicio moral. La desesperanza que casi todos nosotros experimentamos respecto a la posibilidad de entender nuestros verdaderos pensamientos, en una situación que resulta tan aterradora y engañosa y compleja, tanto en el aspecto moral como en la práctica; y por lo tanto uno se convence de que estará mejor si no piensa y si elige no saber: tal vez estaré mejor si dejo la tarea de pensar y hacer y establecer las normas morales en manos de aquellos que, supuestamente, "saben más".
Y, más que nada, me sentiré mejor no sintiendo demasiado, al menos hasta que esto pase, y si no pasa, al menos habré aliviado de algún modo mi sufrimiento, habré desarrollado una insensibilidad útil, me habré protegido de la mejor manera con la ayuda de un poco de indiferencia, un poco de sublimación, un poco de ceguera deliberada y una gran dosis de autoanestesia. En otras palabras: a causa del perpetuo -y siempre demasiado auténtico- miedo de resultar herido o muerto, o de sufrir una pérdida insoportable o incluso una "mera" humillación, todos y cada uno de nosotros, los ciudadanos del conflicto, sus prisioneros, recortamos nuestra propia vivacidad, nuestro diapasón mental interno y cognitivo, envolviéndonos en capas protectoras que terminan por asfixiarnos.
El ratón de Kafka está en lo cierto; cuando el depredador nos acecha, el mundo se vuelve cada vez más estrecho. Y lo mismo ocurre con el lenguaje que lo describe. Por experiencia propia puedo afirmar que el lenguaje con que los ciudadanos que viven un conflicto sostenido describen su situación se vuelve más plano cuanto mayor es la duración del conflicto. El lenguaje se convierte gradualmente en una secuencia de clichés y consignas. Todo empieza con el lenguaje creado por las instituciones que dirigen el conflicto de manera directa -el ejército, la policía, los diferentes ministerios del gobierno-, rápidamente se filtra a los medios masivos que informan sobre el conflicto, dando nacimiento a un lenguaje aún más ingenioso que pretende ofrecer a su público una historia de digestión más sencilla; y todo este proceso desemboca en última instancia en el lenguaje privado, íntimo, de los ciudadanos del conflicto, aun cuando ellos lo rechacen.
En realidad, es un proceso absolutamente comprensible: después de todo, la riqueza natural del lenguaje humano y su capacidad de expresar los matices y los hilos más delicados de la existencia pueden resultar profundamente hirientes en esas circunstancias, porque nos recuerdan incesantemente esa pródiga realidad de la que nos han despojado, su verdadera complejidad, sus aspectos más sutiles. Y cuanto más irresoluble parece la situación, y cuanto más plano es el lenguaje empleado para describirla, tanto más se reduce el discurso público. Sólo quedan las banales y rígidas acusaciones mutuas entre los enemigos, o entre los adversarios políticos del mismo país. Sólo quedan los clichés que usamos para describir a nuestro enemigo y a nosotros mismos, esos clichés que son, en última instancia, una colección de supersticiones y de crudas generalizaciones en los que nos encerramos y encerramos a nuestros enemigos. El mundo, sin duda, se está haciendo cada vez más estrecho.
Mis pensamientos no aluden sólo al conflicto en Medio Oriente. Hoy en muchas partes del mundo hay millones de personas que enfrentan alguna clase de "situación" en que la existencia personal, los valores, la libertad y la identidad están amenazados en alguna medida. Casi todos nosotros tenemos una "situación" propia, una maldición propia. Todos y cada uno de nosotros sentimos -o podemos intuir- que nuestra particular "situación" puede convertirse rápidamente en una trampa que nos despojará de nuestra libertad, del sentido de hogar que nos proporciona nuestro país, de nuestro lenguaje personal, de nuestro libre albedrío.
En esta realidad escribimos nosotros, los escritores y poetas. En Israel y en Palestina, en Chechenia y en Sudán, en Nueva York y en el Congo. A veces, durante mi jornada de trabajo, después de escribir durante varias horas, alzo la cabeza y pienso... ahora mismo, en este mismo momento, otro escritor a quien no conozco, en Damasco o en Teherán, en Ruanda o en Dublin, está sentado exactamente como yo, practicando este oficio o arte peculiar, quijotesco, dentro de una realidad que contiene tanta violencia expulsiva, indiferencia y humillación. En eso encuentro un aliado distante, que ni siquiera me conoce, pero juntos tejemos esta telaraña intangible, que tiene sin embargo un poder tremendo, el poder de crear y cambiar el mundo, el poder de hacer hablar a los mudos y el poder de Tikkun , de corregir, en el sentido profudo que tiene en la Kabbala.
En cuanto a mí, durante los últimos años, en la ficción que escribí he dado casi intencionalmente la espalda a la feroz realidad inmediata de mi país, la realidad del último boletín de noticias. Escribí antes libros sobre esta realidad y también en los últimos años seguí escribiendo sobre ella, y nunca dejé de esforzarme por entenderla, en artículos y ensayos y entrevistas. Participé en docenas de protestas, en iniciativas internacionales de paz. Me reuní con mis vecinos -algunos de los cuales eran mis enemigos- en cada oportunidad en la que consideré que tenía oportunidad de diálogo. Y sin embargo, en los últimos años, por una decisión consciente y casi como protesta, no hice literatura sobre estas zonas de desastre.
Escribí sobre los feroces celos de un hombre hacia su esposa, sobre los niños sin techo de las calles de Jerusalén, sobre un hombre y una mujer que crean un lenguaje íntimo propio, casi hermético, dentro de una engañosa burbuja de amor. Escribí sobre la soledad de Sansón, el héroe bíblico, y sobre las intrincadas y frágiles relaciones entre las mujeres y sus madres y, en general, entre padres e hijos.
Hace unos cuatro años, cuando mi segundo hijo, Uri, estaba por ingresar en el ejército, ya no pude continuar en el camino que había elegido. Me inundó un sentimiento de urgencia y de alarma, que me llenaba de inquietud. Entonces empecé a escribir una novela que se ocupa directamente de la sombría realidad en la que vivo. Una novela que describe de qué manera la violencia externa y la crueldad de la realidad política y militar atraviesan el tierno y vulnerable tejido de una familia y acaban por desgarrarlo.
"En cuanto uno escribe -dice Ginzburg- milagrosamente empieza a ignorar las circunstancias de la propia vida, aunque la felicidad o la desdicha nos impulsen a escribir de cierta manera. Cuando somos felices, nuestra imaginación es la que predomina. Cuando somos desdichados, prima el poder de la memoria." Es difícil hablar de uno mismo, particularmente cuando se tocan estos temas. Sólo diré lo que puedo decir a esta altura y desde mi lugar.
Escribo. Desde la muerte de mi hijo Uri el verano pasado en la guerra entre Israel y el Líbano, la conciencia de lo que ocurrió está presente en cada momento de mi vida. El poder de la memoria es por cierto enorme y pesado, y a veces tiene una cualidad paralizante. No obstante, a veces el propio acto de escribir crea para mí un espacio, un marco de pensamiento que nunca antes experimenté, donde la muerte no es solamente la absoluta y unidimensional negación de la vida. Los escritores presentes en este auditorio lo saben: cuando escribimos, sentimos que el mundo está en movimiento, es flexible, rebosante de posibilidades. No es un mundo congelado. Siempre que se filtra lo humano... ya no hay congelamiento ni parálisis, no hay más status quo . Incluso aunque a veces creamos equivocadamente que hay status quo , incluso si algunos se esfuerzan por hacernos creer que lo hay. Cuando escribo, incluso ahora, el mundo no se cierra sobre mí ni se vuelve tan estrecho: da muestras de abrirse, de tener un futuro.
Escribo. Imagino. El acto de imaginar me revitaliza. No estoy congelado ni paralizado ante el depredador. Invento personajes. A veces siento que estoy desenterrando gente del hielo con que la realidad los ha amortajado, pero quizás es a mí mismo a quien estoy desenterrando. Escribo. Percibo la riqueza de posibilidades inherentes a cualquier situación humana. Percibo mi capacidad de elegir entre ellas. La dulzura de la libertad, que creía haber perdido. Me permito recurrir a la riqueza del verdadero lenguaje, íntimo y personal.
Escribo y siento que el uso correcto y preciso de las palabras es a veces como la cura de una enfermedad. Una manera de purificar el aire que respiro de las opacas manipulaciones de los villanos lingüísticos. Escribo y siento que la ternura y la intimidad que me unen al lenguaje en todas sus capas, su erotismo y su sentido del humor y su alma, me devuelven la persona que yo solía ser antes de que mi yo fuera nacionalizado y confiscado por el conflicto, por gobiernos y ejércitos, por la desesperanza y la tragedia.
Escribo. Me libero de una de las turbias cualidades distintivas del estado de guerra en el que vivo... la cualidad de ser un enemigo y sólo un enemigo. Hago lo posible por no escudarme, no cegarme ante la justicia que asiste al enemigo y su sufrimiento. Tampoco ante la tragedia y la tortuosidad de su propia vida. Sus errores y crímenes, la conciencia de lo que yo mismo le estoy haciendo. Tampoco ante las sorprendentes semejanzas que veo entre él y yo.
De repente ya no estoy condenado a esta dicotomía absoluta, falaz y asfixiante, a esta elección inhumana entre ser "víctima o agresor" sin tener una tercera alternativa más humana. Cuando escribo puedo ser un ser humano que fluye natural y vitalmente entre sus diferentes aspectos humanos, un ser humano con aspectos en los que se siente próximo al sufrimiento y a la justicia que asiste a sus enemigos, sin renunciar ni a una pizca de su propia identidad.
A veces, cuando escribo, puedo recordar lo que todos sentimos en Israel durante un momento en particular, cuando el avión del presidente egipcio Anwar Sadat aterrizó en Tel Aviv después de décadas de guerra entre las dos naciones: entonces, de pronto, descubrimos qué pesada era la carga que llevamos durante toda nuestras vidas... la carga de enemistad, miedo y sospecha. La carga de un estado de alerta permanente, la pesada carga de ser el enemigo en todo momento. Y qué placer fue sacarse por un momento la poderosa coraza de la sospecha, el odio y el estereotipo, un placer casi aterrador, erguirse desnudo, casi prístino y ver surgir un rostro humano de esa visión unidimensional con la que nos habíamos observado mutuamente durante años.
Escribo. Le doy a un mundo externo y extraño mis nombres más íntimos y privados. En cierto sentido, lo hago mío. En cierto sentido, dejo de sentirme exiliado y extraño para sentirme en casa. Con eso ya estoy haciendo un pequeño cambio en lo que antes me parecía inalterable. Además, cuando describo la hermética arbitrariedad que signa mi vida -la arbitrariedad humana, la arbitrariedad del destino-, de pronto descubro nuevos matices, sutilezas. Descubro que el solo hecho de escribir acerca de la arbitrariedad me permite cierta libertad de movimiento con respecto a ella. Que el solo hecho de enfrentarme con la arbitrariedad me concede libertad... tal vez la única libertad que un hombre pueda tener para defenderse de cualquier arbitrariedad: la libertad de expresar su tragedia con sus propias palabras.
Y también escribo sobre lo que no puede recuperarse. Y sobre lo inconsolable. Entonces, también, de una manera que aún me resulta inexplicable, las circunstancias de mi vida no se cierran sobre mí para paralizarme. Muchas veces, cada día, sentado ante mi mesa, toco el tema del dolor y de la pérdida como quien toca la electricidad con las manos desnudas, y sin embargo no muero. No entiendo cómo se produce este milagro. Tal vez cuando termine de escribir esta novela intente entenderlo. Todavía no. Es demasiado pronto.
Y escribo la vida de mi tierra, Israel. La tierra torturada, frenética, intoxicada por una sobredosis de historia, emociones excesivas que el ser humano no puede contener, excesivos extremos de logros y tragedias, ansiedad excesiva y sobriedad paralizante, memoria excesiva, esperanzas truncas, circunstancias de un destino único entre todas las naciones; una tierra cuya existencia parece a veces ser un relato de proporciones míticas, un relato "más grande que la vida" hasta el punto de desfasarse de la vida misma, una tierra cansada de la esperanza de tener alguna vez la vida normal de un país entre otros países, de ser una nación más entre otras naciones.
Nosotros, los escritores, pasamos a veces por momentos de desesperación y de automenosprecio. Nuestra tarea es esencialmente el trabajo de deconstruir la personalidad, de desarticular algunos de los más tortuosos mecanismos de defensa humanos. Voluntariamente, nos ocupamos de los más duros, feos y crudos materiales del alma. Nuestro trabajo nos obliga, una y otra vez, a reconocer nuestras limitaciones, como seres humanos y como artistas.
Y sin embargo, éste es el gran misterio, la gran alquimia de nuestras acciones: en cierto sentido, en cuanto aferramos la lapicera o tecleamos en la computadora, dejamos de ser víctimas indefensas de aquello que nos ha sometido y humillado antes de que empezáramos a escribir, ya sea nuestra situación o nuestras angustias privadas, la "historia oficial" de nuestro país o el destino mismo.
Escribimos. El mundo no se cierra sobre nosotros. Qué suerte tenemos. El mundo no se hace cada vez más estrecho.
Por David Grossman
(Traducción: Mirta Rosenberg )






Novalis

Novalis (* Oberwiederstedt, actual Alemania, 2 de mayo de 1772 - † Weissenfels, 25 de marzo de 1801) fue un poeta alemán. Su nombre real era Georg Friedrich Philipp Freiherr von Hardenberg.



Biografía



Nacido en el seno de una familia noble de Sajonia, recibió una educación pietista. Estudió Derecho en Jena, donde asistió a los cursos de historia de Schiller y conoció a Fichte, cuya filosofía idealista gravita sobre toda su obra. Tras su traslado a Leipzig en 1791, conoció a los hermanos Schlegel, y un año más tarde pasó a Wittenberg, donde ejerció la jurisprudencia. La muerte de su prometida, la jovencísima Sophie von Kühn, a causa de la tuberculosis (1797), le afectó profundamente. En sus Himnos a la noche (Hymnen an die Nacht, 1800), colección de poemas en prosa y verso, el poeta exalta la noche, identificada con la muerte, como el paso hacia la «vida verdadera», un renacimiento místico en la persona de Dios, donde sería posible el reencuentro con su amada y con el conjunto del universo. En 1799 se convirtió en administrador de minas en Weissenfels, poco antes de su prematura muerte, también a causa de la tuberculosis.



Obras




Su obra publicada en vida se limita a los Himnos a la noche y a dos series de Fragmentos (Fragmente) aparecidos en la revista Athenäum en mayo de 1798. El conjunto de su producción fue publicado a su muerte por Friedrich Schlegel y L. Tieck. Los Fragmentos, compuestos entre 1795 y 1800, comprenden una serie de apuntes, aforismos y comentarios breves sobre filosofía, estética y literatura, en los que expresa las principales inquietudes y concepciones teóricas del romanticismo. La angustia del poeta es provocada por la fractura que separa al sujeto del objeto, dentro de los estrechos límites fijados por el kantismo: la mediación conceptual falsea la unidad esencial de la vida, de la que participa el poeta, sin poder asirla ni expresarla jamás. El papel asignado al arte se acerca al de la religión, por cuanto tiene la misión de hacer visible aquella intuición absoluta, aunque en sus apuntes Novalis indica que tal acceso debe realizarse desde la autorrevelación del arte como mediación, como falsedad y, por tanto, como absoluta libertad creativa. La novela inconclusa Los discípulos de Sais (Die Lehrlinge zu Sais) presenta una visión alegórica de la naturaleza. También la novela Enrique de Ofterdingen (Heinrich von Ofterdingen) quedó en estado fragmentario, aunque una vez publicada se convirtió en paradigma del romanticismo. Novela de aprendizaje, el autor proyecta en ella las obsesiones que guiaron su propia vida. El protagonista debe salir al «exterior» para hallar su propia identidad, a través de los lugares comunes literarios del viaje y del enamoramiento. Las preocupaciones románticas que distinguen la novela se resumen en la imagen de la flor azul, símbolo de la esencia del arte como reconciliación entre mundo interior y exterior, es decir, como realización del concepto en lo concreto.
En el ensayo La Cristiandad o Europa (Die Christenheit oder Europa), Novalis expresa toda la nostalgia romántica por la perdida unidad de la Europa cristiana medieval, en una exaltación de la fe cristiana. Otra de sus obras que han ganado con el paso del tiempo son sus Cánticos espirituales (Geistliche Lieder), escritos por la misma época que sus Himnos, a los que prolongan y completan en parte. Están hechos también con una expresión más íntima, sencilla y rítmica y fueron escritos para ser cantados. Cristo aparece en ellos como símbolo de la unidad de poesía y religión.


Himno 6



Lejos del reino de la luz, muy lejos,De la tierra al abismo al fin yo baje.La furia del dolor, su rudo azoteSon las señales de un feliz pasaje.Ponga ya el pie dentro del angosto bote.Y llévelo mi anheloAllá en las playas a varar del cielo.
¡Bendita seas tú, oh, eterna noche!¡Sueño eterno, de hoy más seas bendito!El día ha puesto en llamas nuestra entraña;Nuestro largo penar ya está marchito;Ya no hallamos placer en tierra extraña;Ansiamos ir a casa;El vivo amor al Padre nos abrasa.
¿Qué más nos falta hacer en esta tierraCon nuestra fe y amor que nada calma?Por siempre más lo antiguo ha fenecido,Y ¿qué ha de traer lo nuevo a nuestra alma?¡Ah, cuán sólo se siente y aflijidoQuien con amor profundoAma la primitiva edad del mundo!
¡La edad primera, cuando los sentidosCon un excelso llamareo ardíanY la mano del padre y su semblanteLos humanos aún reconocían,Y al perfecto arquetipo semejanteEra alguna criaturaDe pensamientos altos y alma pura!
Edad dichosa, cuando florecíanLas antiguas estirpes patriarcales;Deseaban para el Reino de los CielosLa prole tras las penas terrenales;Y con reinar en estos bajos suelosPlaceres y alegría,Corazón hubo que de amor moría.
¡Dichosa edad! Con juvenil prestanciaDios mismo se vistió del cuerpo humanoE inmólóse a una muerte prematuraDe amor en un arranque soberano;No le arredró ni angustia ni pavura:Dar quiso hasta ese extremoUn testimonio de su amor supremo.
¡Oh, edad feliz! Con un ferviente anheloVémosle, envueltos en la noche obscura;Jamás será apagada en esta vidaLa abrasadora sed que nos torturaHemos hacia la patria prometidaDe adelantar camino,Y volverás al fin, tiempo divino.
¿Nuestro regreso qué es lo que detiene?Los que amamos, ha tiempo que reposan.Nuestro camino, su sepulcro cierra;Desde hoy dolor y miedo nos acosan.Por buscar nada queda en esta tierra;Lleno el pecho de hastíoHarto se siente; el mundo está vacío.
Infinito y preñado de misterio,Un dulce escalofrío nos inunda;¿Allá lejos no oís nuestro lamentoResonar por la bóveda profunda?Acaso de añoranza un largo aliento,De lo alto nos envíanHermanos que otra vez vernos ansían.
¡Sepúltenme! Que al dulce prometido,A mi Jesús amado, ir mi alma quiere!¡Animo ten! Para el que llora y amaEnciende ya el crepúsculo su llama,Postrer adiós del día que se muere.Nos rompe un sueño el vil terreno lazo,Y nos hunde del Padre en el regazo.

Novalis













Centro de Investigaciones Lingüísticas"Ricardo L. J. Nardi"
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Lingüística Amerindia



La to:nada cordo:besa



Por: Rumiñawi.

"Mis amigos europeos se extrañaban mucho de la costumbre impuesta en la Argentina por el CONFER y otros medios oficiales, de extirpar la modulación tonal de la voz de los locutores de radio y TV como ocurre en las distintas regiones de nuestro país (un rasgo cultural genuino y en cierto modo "clásico"). Se reían mucho de sólo pensar que en Irlanda o Francia se le ocurriera a alguien proponer un modo "neutro" de pronunciar. También me vi en dificultades para explicarles que quienes promovieron ese genocidio lingüístico, sugerían a diario el más ahincado patriotismo, en instantes rayano con cierto nacionalismo fundamentalista." Millma Chaqui "Entrevista" (1983).


PARTE I.
Introducción.



Imaginemos el momento de hallarnos en una escuela de la ciudad de Córdoba, Argentina y que entrara al aula un niño español; nos costaría mucho entenderlo, así viniera de Madrid, Sevilla o Valencia. Sin embargo pasaría lo mismo con niños/niñas de otras regiones de nuestro país, La Rioja o Corrientes, a pesar de que todos empleamos el léxico español y escribimos en la variedad literaria de Castilla.
Cuando les preguntamos a estos niños donde está su padre ausente(1) las respuestas variarían bastante:
El riojano podría contestar: -ésta pá:ra Có:rdoba.El cordobés: -Se ha ido a La: Riója.El madrileño: -Pues extá en Córdoba.
Un observador avezado en dichas diferencias, que se perciben más claramente oyendolás(2), detectaría por el tono y la acentuación el lugar de nacimiento de una persona, mientras a otros, repito, les cuesta entender. Las diferencias son de acento, tono, melodía, y también personales: ciertamente nadie habla igual. Este es un rasgo distintivo fundamental de toda lengua cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos: por eso se dice "francés con accent parisien", "inglés con accent francés".
Maver de ande viene la to:nada cordo:besa. Un poco de historia.
Si bien tomamos como punto de partida la fundación de la ciudad de Córdoba en 1573, convendrá decir que una parte de la provincia (especialmente su región "serrana") estaba poblada principalmente por aborígenes llamados comechingones y sanavirones. Según las crónicas los dos grupos pudieron sumar unos 30.000 y algunos piensan hasta mas de 40.000(3) mil individuos. Ya 20 años antes o más, la parte norte de la Provincia había sido invadida por españoles venidos del Perú vía Santiago del Estero y se habían distribuido encomiendas. No venían solos sin embargo. Un razonamiento simplista haría suponer que sólo españoles acompañaban a Jeronimo Luis de Cabrera y ese es un gran error; estos apenas pasarían de cincuenta y, según Marcos Morínigo (1952: ver Apéndice I), los acompañaban varios miles de sirvientes en su mayoría indios peruanos (quechuaparlantes) que los documentos históricos y notariales de época designan "anaconas", "yanaconas"(4) o simplemente "naturales que están en el ejercito de S. M." (Ver Bibliografía: Acta Fundación de Córdoba). Se deducen proporciones demográficas concordantes con las generales calculadas así por Ángel Rosenblat (1954) a fines del siglo XVI: 96.41 % aborígenes; 2.34 % esclavos africanos y 1.25 % blancos(5).
Los españoles venían informados de que aquí no había oro ni plata y entonces su establecimiento en Córdoba tuvo dos finalidades principales:
1) Implantar encomiendas, explotaciones agropecuarias cuyas tareas realizaban los primitivos habitantes comechingones. Vemos aquí a los yanaconas en función de capataces, autoridades intermedias respecto al solitario encomendero que a veces ni habita el lugar.
2) El otro motivo fue establecer un punto de comunicación, una posta en el camino del Perú al Río de la Plata.
¿Qué pasó entonces con la lengua?
De acuerdo a la información obrante tenemos suficientes argumentos para reconocer tres etapas en la historia lingüística de la región:
1) Al momento de la invasión española ocurría un proceso de relación interlenguas entre comechingones y sanavirones, evidenciada por la sustitución y duplicación de nombres de lugares y personas ampliamente documentada en los pleitos que, por posesión y deslinde de tierras, trababan los encomenderos entre sí(6). De allí entonces una base confiable para adjudicar un patrimonio léxico propio a cada lengua y si todavía no se han confeccionado listas es por desidia o deliberado propósito de borrar 14.000 años de nuestro pasado.
2) La segunda consiste en la sustitución forzada de las lenguas aborígenes, comechingón y sanavirón, por la quechua mezclada con español que hablaban los mencionados yanaconas. Por que decimos esto y con tanta seguridad? Principalmente por las pruebas que aportan documentos de archivo: ellos designaron cientos de lugares con voces quechuas o quechuas mezcladas con españolas, como Pascanas, Rumi Huasi, Achiras, Ancas Mayo, Mosuc Mayu, Icho Cruz, Alpa Corral, Barranca Yaco. Excusado es señalar: primero, que la imposición de un nombre a un lugar en cualquier parte del mundo supone un gran peso demográfico y cultural en los usuarios de la lengua empleada, capaz de sustituir una tradición; y segundo que estos cambios fundamentales contaron necesariamente con el aval de la cúpula hispana que los incorporaría a sus cartas geográficas. Lógicamente dichos nombres quechuas no pueden haber sido puestos por comechingones que ya los tenían en su lengua; tampoco por sanavirones como acabamos de ver, ni por españoles, quienes siempre iban a preferir los de su lengua. Y también porque muchas palabras y expresiones idiomáticas del habla actual de Córdoba reconocen un origen explicable por gramática quechua calcada. Dos ejemplos(7):
"Antes tiempo los animales hablaban como nosotros,"
Con el cambio de posición de las palabras: "tiempo antes". El orden "antes tiempo" es quechua: [ñawpa pa aq]. o:
"Aquí llegando yo quería" 1 2 3 4
Discurso documentado por nosotros a un hablante criollo de Las Arrias, Norte de la Provincia, calco de dicho orden de palabras normativo en quechua:
[Kayman hayamuspa ñuqaqa munaqkani] 1 2 3 4
3) La tercera etapa cuyo comienzo exacto resulta difícil fechar porque la documentación no refleja el habla común del pueblo, sino modelos escriturarios preestablecidos, copiados del estilo cortesano, totalmente distintos, puede situarse dos siglos después, aproximadamente en 1780, cuando la corona española dicta la orden de que se extirparan las lenguas americanas y se obligara a usar el español. No debiera sorprender entonces que todavía en 1777 los negros esclavos africanos de Villa Dolores fueran bilingües en quechua y español(8).
La imposición final del español respondió a una política coercitiva sobre un rasgo cultural, prolongada hasta hoy, en un marco obligado de relaciones interlenguas con las amerindias que hasta el presente no han sido estudiadas y explicarían la situación que llevó a la forma de hablar actual en Córdoba, particularmente en campos fonético, gramatical y semántico.
La acentuación y la "tonada" en cambio quizás ya habían sido marcadas por el sustrato comechingón(9).

©Rumiñawi. Centro de Investigaciones "Linguisticas Ricardo L. J. Nardi"versión corregida, 21 abril 2001

Notas

1. El estilo directo que empleo en este texto, reminiscencia del que es obligatorio en lenguas andino centrales. Obviamente, en español estándar o normativo: "preguntáramos...por su padre ausente".
2. Acentúo el pronominal aglutinado porque es norma universal en Córdoba y gran parte de Argentina.
3. Piana de Cuestas, Josefina (1992), "Los indígenas de Córdoba bajo el régimen colonial. 1570-1620". Universidad Nacional de Córdoba; Direcc. Gral. de Publicaciones. Córdoba.
4. Morínigo, Marcos A., "Difusión del español en el Noroeste Argentino". En: "Hispania, a Teachers Journal Devoted to the Teaching of Spanish and Portuguese". Wallingford, Connecticut; Vol. 35, N. 1, feb. 1952; pp 86-95. Postula: El quechua ingresa al N. O. A. por la conquista española, por los yanaconas. El kakan, lengua diaguita, desaparece en el siglo XVIII y el español recién se impone en el XIX. En "Programa de filología hispánica", Ed. Nova, Buenos Aires (1959), Cap.: Difusión del español en el Noroeste Argentino, pp 80 y ss: "En cuanto a los primeros pueblos de indios lo eran de indios sometidos más indios peruanos. Las razones son obvias. No conocemos las proporciones ni en las ciudades ni en los pueblos. Sin embargo algunos indicios hay. De Jujuy dice Ramírez de Velasco gobernador por 1596, que se fundó con cuarenta vecinos y tres mil indios "que le pertenecían", y de Córdoba que se fundó en 1573, se sabe que se establecieron en ella cincuenta vecinos españoles llegados del Perú y más de seis mil indios. No serían todos peruanos pero la seguridad elemental exigía que el número de los de confianza fuera elevado. En estas proporciones era natural que la lengua de los servidores indios "dominara la calle". Citado por Domingo A. Bravo (1965) en: "Estado actual del Quichua Santiagueño", Cuadernos de Humanitas, p. 18, Universidad Nacional de Tucumán.
5. Cf.: "La población indígena y el mestizaje en América", T. I, pp 59-88; Edit. Nova, Buenos Aires). Entre los blancos hay una elevada cantidad de criollos con su español ya americanizado, es decir influido por el contacto con los ameríndios (ver Nota Nº 19).
6. Cf.: Tanodi, Aurelio (1961-1964) "Interpretación paleográfica de nombres indígenas" en: "Revista de la Universidad Nacional de Córdoba" Fac. de Filosofía y Letras. T. II III, pp 31-120.
7. Cf.: Viggiano Esain, Julio (1956), "Vocabulario popular tradicional cordobés", Imprenta de la Universidad. 113 pp. Córdoba), y: Rumiñawi (1994) "La influencia aborigen en nuestra lengua" pp 23-36. Edit. Fu. PA. L. I., Córdoba, respectivamente.
8. Cf.: El Censo realizado cuando la creación del Virreynato del Río de la Plata (1777-1778).
9. Entre tantas sorpresas que nos brinda la autotitulada "docta" Córdoba, su Archivo Histórico e instituciones afines todavía no han documentado las primeras referencias históricas del rasgo tonal, cosa bastante fácil con la tecnología actual. Que ni se les ocurriera la idea constituye de por sí una evidencia identitaria.







NUEVOS INDICIOS SUGIEREN QUE EL UNIVERSO PODRIA SER FRACTAL
Se consolida una hipótesis científica que podría completar la relatividad general

Las últimas observaciones del Universo sugieren que la materia oscura no se extiende de manera homogénea por el vacío, sino que forma estructuras fractales. Aunque esta teoría tiene ya diez años, las nuevas evidencias ponen de manifiesto su consistencia y plantean que quizá un mecanismo alternativo no descrito por la teoría de la relatividad general posibilitó el desarrollo del Universo desde sus orígenes. Un principio emergente, denominado “relatividad de escala”, sostiene que dicha fractalidad, también atribuida al espacio-tiempo, origina leyes del movimiento que son auto-organizadoras por naturaleza, capaces de producir la evolución de las estructuras de manera también fractal. Por Jean-Paul Baquiast.

Hace algún tiempo publicamos un artículo en el que informamos de los resultados de un estudio realizado por un grupo de astrónomos en el marco de la Cosmos Evolution Survey, susceptible de poner en evidencia la existencia de la misteriosa materia oscura que compone el 80% de la masa del Universo. La imagen tridimensional obtenida parece mostrar que la materia oscura, lejos de repartirse de manera homogénea por el espacio visible, se presenta en realidad bajo la forma de grandes estructuras filamentosas que reproducen la distribución de las galaxias y conjuntos de galaxias, tal como aparece a gran escala en las observaciones astronómicas. Este hecho podría confirmar la hipótesis según la cual la materia no se repartiría homogéneamente en el Universo, sino a través de formaciones de gran tamaño separadas por espacios de vacío. Sin embargo, en la actualidad la mayor parte de los astrofísicos defienden la idea de que el universo es homogéneo a gran escala, y que las diferencias no aparecen más que en observaciones realizadas dentro de un radio relativamente reducido. Pero, como se expone en un artículo de NewScientist titulado Is the universe a fractal? (publicado el 9 de marzo de 2007), un equipo europeo dirigido por el físico Luciano Pietronero, de la Universidad de Roma y del Instituto de Sistemas Complejos, señala, por el contrario, que tanto a gran como a pequeña escala, la estructura del universo (o del espacio-tiempo) es fractal y, por tanto, allí donde se encuentra repite hasta el infinito, y con tamaños distintos, los mismos motivos o patrones. Hipótesis reciente En lo que respecta a la materia visible, esta estructura fractal agrupa los sistemas solares, las galaxias, los conjuntos de galaxias y los superconjuntos, cuyo tamaño sobrepasara los mil millones de años luz. En el caso de la materia oscura, el mismo patrón también se repetiría. Esta hipótesis del universo fractal existe desde hace una década, pero se ha visto reforzada por las observaciones realizadas sobre galaxias cada vez más alejadas y por la observación de la materia oscura. La última observación de la materia visible hasta la fecha mostró una estructura filamentosa de un diámetro que se estima en más de mil millones de años luz, cuyas redes rodean espacios vacíos de entre 100 y 400 millones de años luz. Este es el Gran Muro del Sloan Digital Sky Survey o Sloan Great Wall. La mayoría de los físicos suscriben la hipótesis del universo homogéneo (smooth). Piensan que mil millones de años luz constituyen una escala demasiado pequeña como para permitir evoluciones significativas. Más allá de estas escalas temporales, la homogeneidad recupera su validez. Estos científicos se apoyan en el mayor inventario realizado hasta la fecha, el Sloan Digital Sky Survey anteriormente citado, en el que se observa la existencia de una estructura granulosa homogénea, más allá del gran Muro. Se debe decir que, más allá de las observaciones, siempre difíciles de interpretar y cuyas interpretaciones pueden estar deformadas por ideas preconcebidas, la hipótesis según la cual el universo sería fractal cuestiona la teoría de la relatividad general y la hipótesis según la cual el Universo habría crecido de manera uniforme a partir del Big Bang. Para la relatividad general, pequeñas fluctuaciones de masa en el Universo naciente habrían provocado condensaciones de materia que dieron forma a la distribución de la materia tal como hoy se observa. La gravedad habría dado lugar a las galaxias y conjuntos de ellas, pero con la expansión habría perdido fuerza. Así, se habrían formado estructuras uniformemente repartidas por todo el espacio-tiempo. La hipotética materia oscura, por su parte, se habría dispersado de una manera más homogénea que la materia visible, sin llegar a formar agrupaciones. Materia oscura no homogénea Sin embargo, según Pietronero y sus colegas, la edad del universo, 14 mil millones de años, no es lo suficientemente extensa para que, teniendo en cuenta su expansión, haya podido producir estructuras que superen el tamaño de los 30 millones de años luz. Es más, las observaciones astronómicas a las que nos hemos referido, muestran que la materia oscura en sí misma no sería homogénea y que podría distribuirse en fractales. Si, por lo tanto, observamos estructuras que se desarrollan como fractales, eso quiere decir que un mecanismo alternativo estuvo presente y permanece activo en la construcción del Universo. Este mecanismo no está descrito por la teoría de la relatividad general. A la espera de nuevas observaciones que superarán el horizonte de los 650 millones de años luz, y previstas para 2008, proseguirán las observaciones y las hipótesis concernientes a la distribución de la materia visible y oscura, en relación a la naturaleza de ese mecanismo oculto. El principio de la relatividad de escala Dicho de otra forma, ¿existiría un modelo fractal del universo opuesto al del universo homogéneo? El astrofísico francés Laurent Nottale, del Observatorio de Paris-Meudon, aporta elementos para responder a esta pregunta en el artículo de NewScientist mencionado. Desde hace tiempo, Notalle se ha centrado en desarrollar un principio llamado de la relatividad de escala que abarque no sólo el cosmos, sino también el nivel cuántico. Notalle explica así el principio fundamental de la así llamada relatividad de escala: “se trata de una extensión del principio de relatividad que se puede enunciar de la siguiente forma. Las leyes de la naturaleza deben ser validas en todo sistema de coordenadas, cualquiera que sea su estado de movimiento y escala. Los resultados obtenidos muestran una vez más la extraordinaria eficacia de este principio cuando se trata de limitar o construir las leyes de la física.” Sobre su método, señala que “el formalismo desarrollado por la relatividad de escala está situado ya en un punto que puede utilizarse tal cual para tratar un problema particular en numerosas situaciones. El camino a seguir está trazado, pero la versión más general de la teoría está en construcción.” Según señala Nottale en declaraciones a Automates Intelligents, “a partir de la fractalidad del espacio-tiempo (es decir, de su dependencia de la escala), que se justifica como generalización de las teorías geométricas precedentes (el espacio tiempo no es sólo curvo, sino también fractal, tal como generaliza la geometría diferencial), podrían construirse unas leyes del movimiento que son auto-organizadoras por naturaleza. Se trata de la formación y la propia evolución de las estructuras a partir de la fractalidad del espacio-tiempo (sin necesidad de materia oscura excedentaria). Las soluciones obtenidas no son localmente fractales, pero, por el contrario, el carácter constante de escala de la gravitación conlleva a una jerarquía de organización que restablece la característica fractal en una amplia gama de escalas”. Su punto de vista está más próximo del atribuido a Hogg en el artículo de New Scientist que al de Pietronero. “Pietronero pretende, explica Nottale, que la dimensión fractal es constante cualquiera que sea la escala (D=2), mientras que Hogg admite el estado fractal hasta una escala de 70 Mpc, que ya es mucho. En efecto, desde el radio de las galaxias, 10 kpc, hasta alrededor de 100 Mpc, se cuentan cuatro décadas. En el modelo emanado de la relatividad de escala, la dimensión fractal no es constante, sino que crece con la escala. Cuando alcanza D=3, se produce una transición hacia la uniformidad. Dicho esto, obtengo por mi parte una transición mayor, alrededor de 700 Mpc, en vez de 70 Mpc. Por tanto, no me sorprendería que la muestra estudiada sea todavía demasiado pequeña para determinar esta transición (se debe saber que desde hace 30 años, la escala de transición aumenta con el tamaño útil de las muestras)”. Leyes clásicas y cuánticas Para la relatividad de escala, las leyes fundamentales de la física se presentan bajo la misma forma cualquiera que sea la escala. En particular, esta forma única de las ecuaciones vale tanto para las leyes clásicas y como las cuánticas. Estas leyes toman formas diferentes cuando se aplican a escalas particulares. “A escala cuántica, se pueden identificar las partículas (y sus propiedades de onda y de campo) a las geodésicas pertenecientes a un espacio-tiempo no diferenciable. No hay necesidad de considerar que existen unas partículas que seguirían unas trayectorias, porque las propiedades internas de estas partículas (masa, espín, carga) se pueden definir de manera puramente geométrica como manifestación de estos fractales geodésicos. La física actual supone que el espacio-tiempo es continuo y dos veces diferenciable, la relatividad de escala supone solamente que es continuo. Con ella se puede prescindir de manejar dos hipótesis”. ¿La física cuántica contempla el carácter fractal de la materia a las escalas de Planck? “Existen dos propuestas a este respecto, señala Laurent Nottale. Pero en la relatividad de escala, la fractalidad del espacio-tiempo domina desde el nivel cuántico ordinario (atómico, nuclear, partículas) y no solamente desde las escalas extremadamente pequeñas (la escala de Planck es 1.0 × 10 elevado a 17 veces más pequeña que la menor de las escalas alcanzadas hasta ahora en los aceleradores de partículas)”. La relatividad de escala no nos permite sin embargo por ahora aportar soluciones a la cuestión de la gravitación cuántica. “Nada por el momento nos permite mantener esta esperanza, añade Laurent Nottale. Construir una teoría de la gravitación cuántica resulta tan difícil en la relatividad de escala como en otras perspectivas. Se trataría, en el marco de la relatividad de escala, de describir un espacio-tiempo curvo (expresión de la gravitación) y fractal (expresión del mundo cuántico y de los campos de cabida) en la situación que se produce en la escala de Planck, donde la curvatura y la fractalidad convergen en un solo orden, lo que resultaría extremadamente difícil. Tampoco hay concurrencia con la teoría de cuerda: nada nos impide considerar las cuerdas en un espacio-tiempo fractal. Pero las dos teorías no se encuentran en el mismo plano: una interviene en el nivel de los objetos, la otra en el nivel del marco. De cualquier forma, las motivaciones también son fundamentalmente distintas: la teoría de cuerda admite como leyes fundamentales las leyes cuánticas e intentan cuantificar el campo gravitacional, mientras que la motivación de la relatividad de escala es fundar las leyes cuánticas sobre el principio de relatividad”. Conclusión Se pueden adivinar las implicaciones teóricas y prácticas, incluso filosóficas, que se derivarían de la posibilidad de verificar, a partir de nuevas observaciones, las hipótesis de la relatividad de escala. ¿Se debería sólo constatar el carácter fractal del espacio-tiempo o se podría comprender el por qué de dicho carácter? ¿El vacío cuántico está estructurado fractalmente? A gran escala, ¿avanza el carácter fractal indefinidamente en el seno de un espacio-tiempo ilimitado? Y una cuestión que sin duda se harán los físicos de la materia macroscópica y los biólogos: ¿podría atribuirse a este carácter fractal del espacio-tiempo subyacente el hecho de que la morfogénesis de la mayor parte de los entes del mundo físico y de la materia viva parece construirse siguiendo el modelo fractal? Jean-Paul Baquiast es miembro directivo de PanEurope France y editor de la revista Automates Intelligents. Artículo publicado originalmente en la mencionada revista. Se publica con autorización. Traducción del francés: Yaiza Martínez. Fuente : www.Tendencias 21.net.net.



ARTE FRACTAL :













ENSAYO BREVE
El doctor Fausto
Sábado
, 07 de Mayo de 2007

La historia del doctor Fausto apareció impresa por primera vez en Alemania en 1587. Alberto Manguel recuerda aquí varias de las innumerables versiones que le siguieron y concluye que, en literatura, también hay quienes le venden el alma al diablo.

ALBERTO MANGUEL. ESCRITOR Y ENSAYISTA ARGENTINO

El doctor Fausto es viejo; el doctor Fausto es nostalgioso. Lo último es privilegio de lo primero: los anhelos de la juventud son del mañana, nunca del ayer. Porque lo que busca el doctor es lo que ha perdido, o cree haber perdido, en su juventud lejana, tal como lo imaginara Christopher Marlowe en 1604 y Goethe casi dos siglos después. Fausto quiere acceder a la posibilidad del conocimiento y a la posibilidad del amor, a aquello que su asistente Wagner llama "iluminación" y a lo que Fausto se aferra: "¡Bello instante, no te esfumes!", clama con palabras que le presta Goethe. Para tal iluminación, la ciencia humana le parece poca y busca ayuda en la magia. Entonces aparece, como es fama, Mefistófeles.Mefistófeles (en la versión de Goethe) se define como un fracasado: alguien que desea hacer el mal y que, a su pesar, hace el bien. Quiere ser absolutamente malvado pero Algo se interpone, y sus endemoniadas argucias y artimañas no dan el resultado previsto. Este es uno de los rasgos más curiosos del demonio: a nosotros, como a Fausto, nos parece que el mal triunfa casi siempre, y damos como prueba las grandes y pequeñas miserias de nuestra vida, los horrores e infamias de nuestra historia. Pero para el demonio (que debería saber de estas cosas) no es así. A pesar de todo el sufrimiento humano, parece que el bien, a la larga, triunfa. Mefistófeles cree, como Corín Tellado, que todo tiene un final feliz y, curiosamente, a menudo tiene razón. Si bien en el Fausto de Marlowe las llamas del infierno se tragan al ambicioso doctor (que como un cobarde promete al final quemar sus libros si se salva, como si los pobres tuvieran la culpa de su ambición), el primer Fausto de Goethe concluye con la salvación de Margarita, la mujer que Fausto corrompió, y el segundo con la salvación del doctor. Son quizás estos intentos fallidos que le han dado a Mefistófeles tan mala reputación hoy en día. "De héroe a general, de general a hombre político, de político a agente del servicio secreto, y de allí a algo que espía por las ventanillas del dormitorio o del baño, y de allí a sapo, y por fin a serpiente: ésta es la carrera del demonio", escribió C. S. Lewis.Pero el doctor Fausto insiste. Así lo entendió Thomas Mann, y bajo el seudónimo de Adrian Leverkühn hizo que Fausto volviera a aceptar el terrible e ineficaz pacto. A través del fracasado poeta Enoch Soames, Max Beerbohm propuso una versión británica de la tragedia; a través de la ópera de Gounod, Estanislao del Campo redactó una versión gaucha; en medio del horror staliniano, Mikail Bulghakov soñó una versión rusa. La historia del doctor Fausto apareció impresa por primera vez en Alemania en 1587; le siguieron innumerables versiones, incluida una obra para títeres que Goethe vio de niño y que sin duda alimentó sus pesadillas de adulto. En siglos pasados, cuando el trueque de un alma era considerado un acto tremebundo, las cosas eran para Mefistófeles relativamente sencillas, tuviese éxito o no. Hoy, cuando el alma tiene infinitamente menos prestigio, y cuando a diario se truecan almas contra nimiedades como una finca en Marbella o un puesto en un gabinete ministerial, la tarea de Mefistófeles es, paradójicamente, más difícil. Perder el alma a cambio de una pobretería otorga al alma el valor de poca cosa, y Mefistófeles (que también es banquero) anhela lo valioso. Por eso el Fausto de hoy no busca ni conocimiento ni amor, sino fama, suceso popular, nombre en las carteleras. Y aquí Mefistófeles está en su elemento. ¿Quieres ser un autor popular?, le dice a Fausto. ¿Quieres vender millones de ejemplares de tu libro? Trato hecho: tendrás pilas de tus obras en la Fnac y en El Corte Inglés; aparecerás a la cabeza de los best—séllers internacionales; te comprarán los derechos para hacer una película con Tom Cruise en el rol del héroe; viajarás en clase ejecutiva y te mudarás a Irlanda de manera de no tener que pagar impuestos. Y para obtener todo esto no tendrás que perder casi nada, salvo la calidad artística, el estilo, la gramática, la invención narrativa, la responsabilidad moral, la posición ética, el agradecimiento de los lectores futuros, el respeto de tus contemporáneos. El alma.Fuente : http://www.clarin.com.ar/








Karl Löwith


Historia del mundo y salvación

Los presupuestos teológicos de la filosofía de la historia


Serie conocimiento 285 páginas, 15 x 23 cm.

Weltgeschichte und Heilsgeschehen. Die theologischen Voraussetzungen der Geschichtsphilosophietraducción de: Norberto Espinosa ISBN 9871283202, rústica con sobrecubierta fecha de aparición: abril de 2007 ISBN 8460983889, tapa durafecha de aparición: abril de 2007

Diez años posterior a 'De Hegel a Nietzsche', que fue concluido en Japón en momentos en que se iniciaba la Segunda Guerra Mundial, 'Historia del mundo y salvación' es sin duda la obra mayor de Kart Löwith, la que ejerció la influencia más duradera sobre la filosofía política en tanto es una de las fuentes principales de un tema central en el debate contemporáneo: el de la secularización. Obra singular, estrechamente ligada con el destino personal de su autor, fue publicada por primera vez en los Estados Unidos, en 1949, bajo el título 'Meaning in History', y traducida al alemán por Hanno Kesting, versión que -revisada y completada por el mismo Löwith, y publicada en 1953- utilizamos para esta edición.El propósito obvio de la obra está indicado por el subtítulo: la filosofía de la historia descansa sobre presupuestos teológicos generalmente ignorados o negados. Löwith no pregona el retorno a una visión teológica de las cosas humanas; somete a examen crítico las bases comunes de la teología y de la filosofía de la historia, y apela a una interrogación de los fundamentos metafísicos que han pasado desapercibidos para la racionalidad occidental.






TÍTULO: "Feos, Sucios Y Malos" (Brutti, Sporchi E Cattivi )UPC: 7798057269923 - dvdReparto: Ettore Scola; Distribuidor: VellaVision

PELICULA
RECOMENDADA
Un Clásico del Cine Italiano




Una familia numerosa de emigrantes vive míseramente en los suburbios de Roma. A la cabeza de la familia, el patriarca -Nino Manfredi-, un ávaro que acaba de ser resarcido por una aseguradora con una importante cantidad de dinero -un millón de liras- por la pérdida de un ojo. Su objetivo a partir de ese momento: alejar su "pequeña fortuna" de sus codiciosos familiares. Premiada en Cannes al mejor director, una comedia negra calificada por la crítica americana como "brutal y brillante", y por la crítica europea como "tan deprimente como divertida". Eran los años setenta, y la "comedia a la italiana" triunfaba en el mundo con títulos como "Brutti, sporchi e cattivi".

Género: Drama - Feos, Sucios y Malos
TituloOriginal: Brutti, sporchi e cattivi
Español: Feos, Sucios y Malos
Año de producción1976
Director:Ettore Scola
Actores:Nino ManfrediFrancesco AnniballiMaria Bosco
Sinopsis :
Duración: 115 min.
Calificación: PM13
Distribuidor: No hay datos
Pantalla: WideScreen
Interactividad:, Acceso directo a escenasAudio:,
Subtìtulos : Español







Miles Dewey Davis




(Alton, 26 de mayo de 1926 - † Santa Mónica, 28 de septiembre de 1991), Miles Davis, trompetista y compositor estadounidense de jazz.
Se trata de una de las figuras más relevantes e influyentes de la historia del jazz, junto con artistas como Louis Armstrong, Duke Ellington, Charlie Parker y John Coltrane. La carrera de Miles, que abarca cincuenta años, recorre la historia del jazz a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX, caracterizándose por su constante evolución y búsqueda de nuevos caminos artísticos: Davis participa con igual fuerza del bebop y del cool, como del hardbop y de la vanguardia jazzística, sobre todo en su vertiente modal y de fusión con el rock. El sonido de su trompeta es absolutamente característico por su uso de la sordina de acero Harmon, que le proporcionaba un toque más personal e íntimo; el sonido es suave y melódico, a base de notas cortas, tendente al lirismo y a la introspección.
Biografía

Davis era hijo de un dentista, Dr. Miles Dewey Davis, Jr., y de una profesora de música, Cleota Mae (Henry) Davis; crece, por tanto, en una familia negra de clase media del este de San Luis, tras haberse trasladado allí la familia tras su nacimiento. Empezó a interesarse por la música durante su infancia y hacia los doce años empezó a recibir clases de trompeta. Mientras cursaba el instituto, empezó a conseguir trabajos tocando en bares locales y a los 16 ya tocaba fuera de la ciudad durante los fines de semana. A los 17, se unió a los Eddie Randle's Blue Devils, una banda regional de San Luis.
Su primer éxito musical se produjo en 1944 cuando, tras graduarse, pudo tocar con la banda de Billy Eckstine que estaba de gira por la ciudad y que contaba entre sus músicos con Charlie Parker y Dizzy Gillespie, artífices del emergente estilo bebop, caracterizado por su rapidez en la interpretación, solo inventivos y variaciones rítmicas muy dinámicas. El Davis joven, que venía de un estilo completamente diferente, hubo de amoldarse a la novedad. Lo hizo abandonando el medio oeste para asistir a las clases del Institute of Musical Art en Nueva York en septiembre de 1944.
Se puso a tocar muy pronto en distintos clubes junto con Charlie Parker y hacia 1945 abandonó sus estudios académicos para dedicarse por entero a su carrera como jazzista, en principio uniéndose a la formación de Benny Carter y haciendo sus primeras grabaciones como acompañante. Tocó de nuevo con Eckstine durante 1946-1947 y se convirtió en miembro del grupo de Parker durante 1947-1948, haciendo su grabación de debut como líder de una formación en una sesión de 1947 en la que también participarían Parker, el pianista John Lewis, el bajo Nelson Boyd y el batería Max Roach. Fue un hecho aislado y Davis pasaría la mayor parte de su tiempo tocando como respaldo de Parker. Sin embargo, durante el verano de 1948, Davis organizó un grupo con nueve músicos con una inusual sección de viento. Además de su trompeta, había un saxo alto, un saxo barítono, un trombón, un cuerno francés y una tuba.
Este noneto, basándose en los arreglos de Gil Evans y otros, tocó durante dos semanas en el Royal Roost de Nueva York en septiembre de 1948. Consiguen un contrato con Capitol Records y el grupo entra en un estudio en enero de 1949 para grabar la primera de las tres sesiones de las que surgieron 12 temas que, en principio, no llamarían excesivamente la atención. El relajado sonido del grupo, sin embargo, repercutió en los músicos que tocaban en él, entre los que estaban Kai Winding, Lee Konitz, Gerry Mulligan, John Lewis, J.J. Johnson y Kenny Clarke, y tuvo una enorme influencia en el desarrollo del cool en la costa oeste. En febrero de 1957, Capitol editó los 12 temas en un LP llamado Birth of the Cool.
En 1949 Davis lideraría una nueva formación con el pianista Tadd Dameron. En mayo de ese año se acercarían a París para participar en el Paris Jazz Festival.
A comienzos de los años cincuenta la carrera musical de Davis se vio afectada por su adicción a la heroína, realizando unas interpretaciones y grabaciones poco elaboradas. Pero ya en enero de 1951 inició una larga serie de grabaciones para el sello Prestige que se convirtieron en su obra más relevante durante muchos años. A mediados de la década consiguió deshabituarse de la droga y causó enorme impresión tocando "'Round Midnight" en el Newport Jazz Festival en julio de 1955, interpretación que le valdría un contrato con Columbia Records.
El contrato le permitía mantener un grupo permanente y así fue como organizó un quinteto formado por el saxofonista John Coltrane, el pianista Red Garland, el bajo Paul Chambers y el batería Philly Joe Jones. Su primera grabación, Round About Midnight, la realizarían en octubre de 1955. Al tiempo, debió completar los cinco discos que le faltaban por grabar para Prestige, entre lo que se encuentran los muy elogiados Cookin', Workin, Relaxin y Steamin. En mayo de 1957, solo tres meses después de la edición por parte de Capitol de Birth of the Cool, Davis se unió otra vez al arreglista Gil Evans para su segundo disco con Columbia, Miles Ahead. Tocando en esta ocasión el fliscornio, Davis se puso en 1958 al frente de una big band para llevar más lejos el concepto musical de Birth of the Cool y añadir alusiones clásicas.
En diciembre de 1957, Davis regresó a París, donde improvisó la música para la película L'Ascenseur pour l'Echafaud. Jazz Track, un disco que contenía esta música, le hizo conseguir en 1960 una nominación para los Grammy como mejor interpretación de jazz.
Crea luego el Miles Davis Sextet al contratar al saxofonista Cannonball Adderley. Graban Milestones en abril de 1958. Inmediatamente después, Red Garland es reemplazado al piano por Bill Evans y Jimmy Cobb sustituye a Philly Joe Jones en la batería. En julio, Davis vuelve a colaborar con Gil Evans y una orquesta en un disco de música para Porgy and Bess. De vuelta con su sexteto, Davis comienza a experimentar con la música modal, basando sus improvisaciones en escalas antes que en cambios de acordes. Llega así a su nueva grabación, Kind of Blue, de marzo y abril de 1959, disco que se convertiría en un hito del jazz moderno y en el más popular de toda su carrera, con una ventas superiores a los dos millones de copias. Graban junto a Davis: John Coltrane, Bill Evans, Wynton Kelly, Paul Chambers, Jimmy Cobb y Cannonball Adderley. En nuevas sesiones de noviembre de 1959 y marzo de 1960, Davis seguiría de nuevo colaborando con Gil Evans, grabando Sketches of Spain, que contiene música española tradicional y composiciones originales bajo los modelos de ese estilo. Consiguen nominaciones y un premio en los Grammy.
John Coltrane, sin embargo, había decidido formar su propio cuarteto, lo que significaba que Miles Davis debía buscar un nuevo saxofonista para su quinteto. Si bien Coltrane siguió tocando con Miles en las giras, en las grabaciones el trompetista utilizó diversos saxofonistas: Sonny Stitt, George Coleman, Hank Mobley, pero el encuentro con Wayne Shorter significaría la formación de su segundo quinteto clásico, y al mismo tiempo un nuevo giro a su música. A fines de 1964 establece el quinteto que le conoceríamos durante el breve pero prolífico tiempo que sigue hasta 1968 formado por Wayne Shorter en saxo tenor, director musical y compositor, Ron Carter en contrabajo, Herbie Hancock en piano y el joven Tony Williams en batería. Todos y cada uno de ellos aportaron algo nuevo a la sonoridad de Miles Davis instalando en su quinteto una estética a medio camino entre el modalismo hardbop experimentado hacía esa época por el propio Miles y la vanguardia free tan en boga en músicos como Ornette Coleman. La grabación de los siguientes discos de Columbia con la producción del visionario Teo Macero coloca en su discografía títulos como "E.S.P." , "Miles smiles" o "Nefertirti". Pero el impulso musical de este quinteto sería tal que prontamente el quinteto tomo una nueva dirección. Miles admiraba a músicos como Jimi Hendrix o Sly and the Family Stone y quizás envidaba como esos "músicos negros" podían llenar estadios y vender millones de discos. La búsqueda de Davis no fue en vano, "Filles de Killimanjaro" y -sobre todo- "In a silent way" permitieron una vez más que Miles Davis fuera la vanguardia de un nuevo jazz, el jazz rock.
Miles Davis había cambiado a Ron Carter por el inglés David Holland, con él llegó el guitarrista John McLaughlin, se unió Chick Corea como segundo tecladista y también el austríaco Joe Zawinul. Con esta banda se graba "In a silent way" y luego "Bitches Brew", elepés que vendrían a cambiar definitivamente la escena del jazz y dominaría toda la escena de la década del setenta. Por esos combos pasaron músicos como Bennie Maupin, Keith Jarrett, George Benson, Billy Cobham, Jack de Johnette, etc. El jazz rock motivó posteriormente que todos estos músicos -salvo Keith Jarrett que optó por caminos acaso muchos más personales- experimentaran con la fusión del jazz y el rock con distinto éxito:
Herbie Hancock formó los Headhunters con Bennie Maupin, Wayne Shorter y Joe Zawinul formaron "Weather Report" con Jaco Pastorius"; John McLaughlin la "Mahavishnu Orchestra" con Jean Luc Ponty, Jerry Goodman, Rick Laird, Jam Hammer y Billy Cobham; Chick Corea forma la banda "Return to forever" con Stanley Clarke entre muchos otros; "Dreams" de los hermanos Randy y Michael Brecker, etcétera.
La falta de nuevas ideas, su afición a las drogas y un aparatoso accidente apartaron a Davis de la escena musical durante un largo periodo. Volvió al candelero en la década de los 80 con grabaciones como Decoy, Aura, The Man with the Horn o Tutu en las que se deja llevar por las nuevas tendencias. Los ritmos funk y el inicio prematuro del acid jazz marcan sus últimos trabajos.
Por mientras, desde principios de los ochenta, la corriente principal del jazz haría renacer el bop en manos y boca de un nuevo heredero en la tradición trompetística: Wynton Marsalis.
Miles fallece tempranamente en 1991 y tras él queda un enorme legado de incesantes búsqueda y el récord de haber sido quizás la mayor escuela del jazz contemporáneo.
Discografía
Birth of the Cool Capitol Records(1949)
Volume 1 Blue Note (1952)
Volume 2 Blue Note (1953)
Miles Davis And The Modern Jazz Giants Prestige (1954)
'Round about midnight Columbia (1955)
Cookin' with the Miles Davis Quintet Prestige (1956)
Steamin' with the Miles Davis Quintet Prestige (1956)
Relaxin' with the Miles Davis Quintet Prestige (1956)
Workin' with the Miles Davis Quintet Prestige (1956)
Miles Ahead Miles Davis + 19 Columbia (1957)
L'Ascenseur pour l'Echafaud (del filme de Louis Malle del mismo nombre) Fontana (1958)
Milestones Columbia (1958)
Somethin´ Else con Cannonball Adderley Blue Note (1958)
´58 Stella By Starlight Columbia (1958)
Porgy And Bess Columbia (1958)
Sketches Of Spain Columbia (1959)
Kind of Blue Columbia(1959)
Someday My Prince Will Come Columbia (1961)
In Person, Saturday Night At The Blackhawk, San Francisco Columbia (1961)
Seven Steps To Heaven Columbia (1963)
Quiet Nights c/Gil Evans Columbia (1963)
My Funny Valentine + Four & More: The Complete Concert Columbia (1964)
E.S.P. Columbia (1965)
Cookin´ At The Plugged Nickel Columbia (1965)
Miles Smiles Columbia (1966)
Sorcerer Columbia (1967)
Nefertiti Columbia (1967)
Filles De Kilimanjaro Columbia (1968)
Miles In The Sky Columbia (1968)
Bitches Brew Columbia (1969)
In A Silent Way Columbia 1969
The Man with the Horn Columbia (1981)
Decoy Columbia (1983)
Aura Warner (1985)
Amandla Warner (1989)
Tutu Warner (1989)
Miles & Quincy Live At Montreaux Warner (1991)
Doo Bop (1991)
The Essential Miles Davis (2000)




Suplemento Temas
http://www.lavoz.com.ar/suplementos/temas/07/06/10/nota.asp?nota_id=79850
Domingo 10 de JUNIO de 2007
Avatares



Las fichas de Napoleón

Juan Marguch . Especial

Hacia 1806, en el apogeo de su imperio, Napoleón Bonaparte dominaba gran parte de Europa: sus excepcionales campañas militares le habían dado la posesión de inmensos territorios en Alemania, Bélgica, los Países Bajos, Polonia, gran parte de la península itálica. Sólo conservaban su independencia Gran Bretaña, España, Austria, Rusia y el Imperio Otomano, que se extendía hasta los Balcanes. En 1810 llegó a su plenitud, cuando anexó España, el mayor error de su vida, como que en definitiva le costó el fin de su aventura. Muy dado a las frases rotundas, había afirmado que el español era un pueblo de chusmas gobernados por una chusma clerical, y que los pueblos dominados por curas eran muy fáciles de vencer. Ahí se rompió los dientes, porque la chusma de curas levantó a la chusma del pueblo, y la chusma del pueblo lanzó una guerra de guerrillas que desangró a los soberbios ejércitos napoleónicos. Las naciones sojuzgadas aprendieron de los españoles que Bonaparte no era invencible. Los prusianos no tardaron en alzarse contra él, y cuando le Petit Caporal incurrió en el desatino de invadir a Rusia, los rusos aplicaron las enseñanzas de los españoles y aniquilaron a la elite de sus fuerzas armadas. El General Invierno hizo el resto.




Pero en el esplendor de su Imperio, el soldado de fortuna nacido en Córcega imaginó que había fundado una dinastía que reinaría sobre Europa durante mil años. Su sueño duró un parpadeo. Nadie aprende de las lecciones de la Historia. A Adolf Hitler le ocurrió lo mismo cuando se creyó fundador del Reich de los Mil Años. Es que las lecciones de la Historia no están para ser aprendidas. ¿No escribió genialmente León Tolstoi que la Historia es una vieja loca y sorda que contesta a los gritos preguntas que nadie le ha hecho? En 1806, en el apogeo de su Imperio, Napoleón reinaba sobre 100 millones de personas. Y decidió que debía conocer quién era cada uno de ese centenar de millones de seres humanos puestos bajo sus plantas. Y más que eso. Anticipándose en casi dos siglos a la civilización contemporánea, que cada vez invade más la privacidad de los ciudadanos, quiso conocer las sagas familiares, qué religión profesaban, que ideas políticas tenían, cómo se mantenían económicamente todos y cada uno de sus súbditos. Más aún, prefigurando al nazismo, deseó tener un inventario de sus cualidades morales y físicas, qué defectos sobrellevaban sus cuerpos...



Nadie podía quedar excluido, desde los reyes y príncipes subordinados a su poder hasta el más modesto aldeano, desde los cardenales al más humilde de los fieles, desde los mariscales al más simple de los soldados, desde los artistas e intelectuales hasta el más denso de los analfabetos, desde los potentados hasta los mendigos. La inmensa tarea fue encomendada al Ministerio de la Policía, a cargo del temible Joseph Fouché. Si un censo de esta naturaleza no es fácil de realizar ni siquiera con el empleo de la infraestructura informática actual, son de imaginar las dificultades que presentaría un relevamiento semejante en aquellos tiempos donde el soporte de la información era el papel y su transporte se hacía a lomo de caballo o de mula. Porque toda la documentación de los 130 departamentos del Imperio debía ser concentrada en París, para su análisis y archivo.



Napoleón ordenó la realización de los 100 millones de fichas que se utilizarían en su censo inquisitorial. Un trabajo de impresión verdaderamente ciclópeo, que, por cierto, nunca llegó a concluirse. Las policías departamentales las entregaban a medida que las enviaban las imprentas. Los alcaldes de las ciudades y pueblos eran los responsables de la encuesta, y la burocracia y los maestros de escuela recogían los datos, que, según las instrucciones de Fouché, "debían servir para trazar el cuadro moral de la nación, el historial de cada individuo, el terror de los malvados, la esperanza de los hombres de mérito". Los encuestadores estaban obligados a "seguir desde la infancia y en todas las vicisitudes de la vida a los súbditos del Imperio". No se trataba del perfil individual de todos y cada uno de sus habitantes, sino también del sistema de vida familiar: las fichas estaban divididas en columnas, en las que era imprescindible anotar los recursos económicos personales del marido y su mujer, la moralidad de ambos, la eventual influencia que ejercían sobre el entorno. Ni la NKVD en el período más sombrío de la Tiranía de Stalin ni la Gestapo durante el asfixiante totalitarismo de Hitler pretendieron tanto.




Sólo lo está intentando el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, en su proyecto de construcción de una sociedad neofascista en lo que alguna vez fue "el arsenal de la democracia" (según Franklin D. Roosevelt).



Es evidente que Napoleón se sobrevaloró a extremos alucinantes o desconocía a la especie humana, porque su intento de invadir la privacidad de sus súbditos y establecer un férreo sistema policíaco fracasó sin remisión. Es que los alcaldes y los empleados y los maestros no deseaban enemistarse con sus vecinos y llenaban las fichas con expresiones laudatorias del patriotismo, la fidelidad política, la integridad moral, la solvencia económica, la gran madurez intelectual de los encuestados. De propagarse ese método, el imperio napoleónico estaría poblado por 100 millones de semidioses.



Los funcionarios que habían cumplido estrictamente con las instrucciones acudían a sus superiores y les suplicaban que no las enviaran a París, porque si los retratados en las fichas llegaban a enterarse de lo que en ellas habían consignado, más temprano que tarde se encontrarían en grandes problemas. Nadie quería comprometerse. Si no se atrevían a la falsificación de datos o al ruego de la destrucción u ocultamiento de los datos reales, recurrían al arbitrio de enviar fichas de los sectores más marginados de la sociedad, de modo que Fouché reaccionó airadamente y envió una circular aclarando: "Yo no he querido pediros la historia de todos esos individuos que no interesan al Estado en masa. ¿Qué efecto puede tener esta recopilación de datos tan extraños como insignificantes?". La reprimenda sólo modificó el contenido de las fichas para hacerlas aun más inútiles. En el umbral de la desesperación, Fouché giró una nueva circular a los alcaldes: "Decís que todos los que figuran en vuestras relaciones gozan de una buena reputación y son de reconocida moralidad. Cometéis un gran error al no incluir aquellos cuya reputación no es buena: llamo vuestra atención sobre esta clase de individuos". Todavía no ha nacido el superhombre capaz de derrotar al oportunismo y obstruccionismo de la burocracia. El proyecto de levantar la "Estadística personal y moral del Imperio" se extinguió melancólicamente. De él sobreviven dos quintales de fichas sobre las cuales se deposita suavemente el polvo de la Historia pequeña.








Córdoba
Calculadora

Un hallazgo tecnológico une a los protagonistas de este artículo. Fue una tarde de calor -de esas que añoramos -en Cruz del Eje. El periodista ciudadano se procuraba los medios para hacer llamadas a través de Internet, no sabemos si lo logró aunque aprendió nuevos conceptos de sociedad de la "información y el conocimiento".

José Luis Planas Osorio (Cruz del Eje)

Un día de fines de enero pasado el mediodía, caminaba lento bajo el sol ardiente de este páramo, por calle Eva Perón. Iba rumbo a un comercio en la calle Aurelio Crespo a los fines de comprar un auricular con micrófono para hacer uso de mi Voip Buster. Un programa que había instalado en mi PC para poder hacer llamadas telefónicas gratis a diversos lugares del país y del exterior.
Al cruzar la calle Rafael Núñez, pleno centro de esta urbe, advierto que frente a una casa había un tacho de 200 litros de esos que se usan como basureros. En ese lugar dos personas, una de alrededor de 45 años con un carrito lleno de cartones y, otra de unos 17 o 18 años, estaban hurgando en la basura. "Son los típicos cartoneros en acción", pensé. Aunque en Cruz del Eje, son muy pocos a diferencia de Buenos Aires o Córdoba que son cientos de miles. En la Capital Federal tienen un tren, el Tren Blanco, sin asientos y sin vidrios, que los lleva y los trae todos los días desde el Gran Buenos Aires -"los suburbios de polvo y barro"- hasta la elegante "City" porteña.
Justo cuando paso a su lado, veo que la niña adolescente se pone muy contenta, pues entre la basura había encontrado una calculadora que funciona con energía solar. Igual a la que yo tengo y que cuesta cinco pesos. "Mirá papá, anda y todo ...", le dijo al padre. La pusieron en el carrito y se la llevaron. Estaban muy contentos con el hallazgo.Yo ocupaba mis pensamientos en nuevas adquisiciones y nuevos programas de Internet, en la sociedad de la Información y la sociedad del Conocimiento, en las maravillas tecnológias anunciadas por los medios de comunicación para el proximo año y, la chiquilla con el pelo duro de la mugre, se reía de felicidad por haber encontrado en la basura esa calculadora. Eran padre e hija felices en su miseria, si así puede decirse, que deben buscar basura diariamente para poder subsistir.Felizmente, no he perdido la capacidad de observación y sinceramente, me alegré por el hallazgo de la calculadora. "Ojalá les sea útil", me dije.Y agradecí a Dios por todo lo que tengo: todos mis hijos en casa, mi mujer, mi nieto, caminaba -pues el auto estaba en el taller- y el sol, ese sol cruzdelejeño eterno, calentaba muchísimo la vereda y mi pelada.Compré el auricular -al fin- y los cartuchos para mi impresora para hacer la Revista de Cultura. Pero no pude hablar a través de ese programa, debo haber hecho algo mal al instalarlo o la conexión a Internet no es lo rápida y eficiente que se necesita.Pero estaba muy feliz.
Imagen: sectormatemática.cl
1.06.07mario
situaciones como estas uno las vive a diario. el otro día compré la luciérnaga a una joven madre con tres criaturas (una de ellas bebé) paradas a la salida del Banco Nación y uno de los changuitos, cuando estaba a punto de pagarle a la señora, pedía como a gritos: "la moneda a mí, la moneda a mí..." la mamá se reía y yo muy bien no comprendía la razón. resulta que el nene no estaba pidiendo una moneda extra a lo que vale la revista sino jugando a ser el vendedor de la revista, jugando a ser adulto. se me hizo un nudo en la garganta y me puse muy mal, hasta que me calmé un poquito pensando que estaba feliz, contento, jugando a vender su revista. te felicito josé por la nota y gracias por haberme disparado el recuerdo de este nené que aún tengo su imagen pegando saltitos jugando a ser adulto. "la moneda a mí, la moneda a mí..."

La adri
Creo que lo más importante de esta historia, es que el periodista ciudadano agudiza su capacidad de observación. A tal punto que lo que traspasa su alma son los cartoneros que descubren abandonada la calculadora que funciona a energía solar.En forma inmediata pasa a un segundo plano el avance tecnológico de la informática. Pués lo que vale es la sensación de felicidad que provoca una búsqueda. Lo que nos hace crecer es el andar, aunque no lleguemos al lugar soñado.Felicitaciones por la forma de contar una historia, late allí un caldero.
Manuel
Excelente nota!!



Córdoba

Clase de salud y ecología en el museo

El autor de esta nota fue al museo Luis Pisano en San Marcos. Mientras escuchaba de boca de la hija del artista la historia del "pintor de sandías", el pequeño Tomás se descuidó y tuvo un accidente con la "Pepsi Mundo". Tanta azúcar desparramada no tuvo consecuencias en las obras de arte, pero sí en las conductas del periodista ciudadano, que desde ese día sólo bebe agua con limón.
José Luis Planas Osorio (Cruz del Eje)

El domingo pasado fui con mis hijas y mi nieto a visitar el Museo “Luis José Pisano” en San Marcos Sierra. Nos recibió la hija del artista plástico italo –argentino, Marta Pisano, quién se encuentra a cargo del mismo.
Nos atendió muy amblemente y nos contó la vida de su padre, un artista plástico, nacido en Italia, que en 1930 a los 17 años vino como inmigrante con su padre a la Argentina, radicándose en el barrio-república de "La Boca” en la Capital Federal.
Allí estudió en la Escuela de Bellas Artes "Prilidiano Pueyrredón” y tuvo como maestro a Lino Spilimbergo, entre otros. Luego trabó amistad con Fortunato Lacámera y Quinquela Martín, quién le prodigó el apodo de “El Pintor de Sandías”, por su afición a pintar esas frutas y el gusto por los colores verde y rojo, como contraste, en las ventanas, los paisajes, las figuras humanas, las naturalezas muertas.

Mientras Marta Pisano nos contaba estas cosas sobre su padre, mi nieto Tomás abrió una botella de gaseosa de cola que llevaba con él. Prácticamente todo el contenido de la misma se derramó sobre el piso del Museo... sin llegar a salpicar ninguna obra de arte, menos mal!.
“Oh! Azúcar -dijo Marta lamentándose del suceso- después lo limpio…”. Y seguimos charlando sobre la vida y obra de su padre.
Cuando nos retirábamos de la visita, Marta le dice a mi nieto: "Tomy, no debés tomar Coca-Cola, tiene mucha azúcar, te va a hacer mal. Tenés que tomas jugo o agua con limón".
Mi nieto no contestó. Pero una vez arriba del auto le dijo: “No era Coca, era Pepsi Mundo…”.
“Lo mismo tiene mucha azúcar y te va a hacer mal, come el calcio de los huesos, irrita el intestino..” , le respondió Marta riéndose.
Luego nos contó de la lucha por evitar que se talen árboles en San Marcos Sierras, por el agua potable, por la preservación del Medio Ambiente y la conciencia del cuidado del entorno ambiental de parte del ser humano.
Nos despedimos, y luego de dar un paseo por la bellísima localidad de San Marcos Sierra, emprendimos el regreso a la "Cuenca del Sol”: Cruz del Eje, dejando atrás en el recuerdo a “Tay Pichín”, nombre indígena del lugar.
A la noche, yo le pido a una de mis hijas que vaya a la despensa del barrio y que compre una “Coca Zero”, y mi nieto Tomy, ahí nomas saltó : “No tenés que tomar más Coca abuelo, te va a hacer mal, tiene mucha "achúcar”, tenés que tomar jugo o agua con limón, sabés…”.
-¿Quién te dijo eso”, le pregunté.
-La señora del campo dijo eso, ¿no te acordás?
Debí abandonar desde ese día la costumbre de tomar gaseosa, aunque sea “light”, y comencé a cuidarme y tomar agua o jugo con limón.

















"Sandías"



"Barco en Reparación"




Ocio y Tendencias

Desde el noroeste, el mejor rock "

La banda de Cruz del Eje, Estación 69, realizó su segunda presentación en Córdoba. No estuvieron solos: Los 69, seguidores incondicionales del grupo se tomaron el colectivo o hicieron dedo para estar. "Rock y blues del mejor desde el noroeste y en Córdoba" cuenta el cronista. "
Eduardo Planas.

En la madrugada del jueves, el local Captain Blue se llenó del mejor rock cordobés. Luego de los grupos soportes Coda y Los Rebentados de nuestra ciudad, tocó la banda Estación 69 de la ciudad de Cruz del Eje.
Al vertiginoso ritmo de covers de temas de Divididos, La Renga o Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, los integrantes de esta muy buena banda cruzdelejeña, hicieron varios temas propios, lo que eran esperados con ansias por sus seguidores: los 69.
Lo destacable de la noche fue la nutrida concurrencia de fans de este grupo que colmaron el local, bailando y disfrutando cada tema de sus conjunto preferido. Parece que tienen incondicionales seguidores los muchachos, que ya sea en colectivo o a dedo viajaron e hicieron todo lo posible para decir presente junto a su banda.
Estación 69 con distinta integración, ya tiene un CD grabado hace unos años, con temas propios que hacen referencia a su vida y problemas como jóvenes del interior de la provincia. Esta era la segunda vez que tocaban en Córdoba.
En el último Festival Nacional del Olivo realizado en la ciudad del noroeste cordobés en febrero, tocaron y a pesar del mal tiempo sus fans no dejaban de pedirles temas, hasta las 6 de la mañana.
Aquí lamentablemente por disposiciones locales debieron terminar con su show a las 3, en tanto que la gente pedía más, siempre más.
Un conjunto cordobés que hace rock y blues del mejor en Cruz del Eje, es realmente halagueño para todos. Una joven y prometedora banda de nuestra provincia.
En la foto: Alejandro Planas, guitarrista de la banda. 4.07.07

Foto ciudadana


Centro Cultural.
(La Municipalidad de Cruz del Eje inauguró días pasados el Centro Cultural El Puente, en la intersección de calles Sarmiento y Rafael Núñez. El acto de corte de cinta estuvo encabezado por el intendente Mario Blanco y la subgerente de Patrimonial Cultural y Museos, Josefina Piana) Foto enviada por José Luis Planas Osorio.
6.07.07










Volvamos a trabajar juntos por la unión de los argentinos…”




En el viaje que Eva Perón realizó a Europa en el año 1947, al ver los grandes monumentos del pasado, imagina una obra de esas características como homenaje a los trabajadores argentinos, caídos en la lucha por los derechos sociales. Al morir Eva Perón el 26 de Julio de 1952, el congreso decide que en la Capilla de dicho monumento se construya un Sarcófago para guardar los restos d Evita; el mismo tenía que se de una lámina de plata batida de 1 mm., y así poder levantarlo con facilidad cada 26 de Julio para honrarla. Durante el año 1952 y hasta mediados de 1953 se prepara una maqueta que el General Perón aprobó y que Carlos Pallarlos Cuni, mi padre, comenzó a realizar a pedido del entonces Ministro de Obras Públicas, Roberto M. Dupeyrón.
En 1955 una revolución interrumpe el gobierno de Perón y con el decreto ley 4161 ( de desperonización ), se obliga al pueblo a destruir todo el material relacionado con el peronismo. Así es como Don Carlos se ve obligado a destruir su obra comenzada en 1952. Sin embargo durante 28 años parte de esa obra fue preservada por la familia.
Con la llegada de la democracia en 1983 decido asesorado por el Dr. Jorge Taiana y un grupo de amigos, restaurar y completar dicha obra que hoy se exhibe en el Museo familiar de San Telmo.
Motivado por la experiencia de los bastones presidenciales y por el cáliz del Papa, donde mas de 2000.000 personas creyeron importante estar unidos en el arte, en la fé y e un pedacito de nuestra Historia
Por eso !


VOLVAMOS A TRABAJAR JUNTOS POR LA UNION DE LOS ARGENTINOS.


Por Juan Carlos Pallarols, Cruz del Eje, 06.07.07















MACEDONIOBelarte













Director: Dr. Jose Luis Planas Osorio / Paraguay 76 / TE: (03549) 421580
Arte, Cine, Literatura, Música, Plástica, Poesía, Ciencia, Historia, Filosofía AÑO II – N° XXIII – CRUZ DEL EJE, MARTES, 31 DE JULIO DE 2007









REVISTA DIGITAL DE CULTURA

Sumario:
Macedonio Fernández: un autor el Siglo XXII. 1 / “Para Felisberto Hernández”. Carta a mano de Cortázar. 3 / Biografía de José Lezama Lima. 8 / El Congreso de Escritores Pacifistas árabes e isaelíes… 11 / La Palabra contra los depredadores. 113 /NOVALIS. 17 / La tonada cordobesa . 20 / Universo Fractal. 23. El Doctor Fausto. 27. Historia del mundo y salvación. 28 / “Feos, Sucios y malos “. 29 / Miles Dewey Davis . 30 / Las Fichas de Napoleón. 34 / Calculadora. 36 / Clase de Salud y Ecología en el Museo. 38 / Desde el noroeste, el mejor rock. 40 / Centro Cultural. 41 / “Volvamos a trabajar juntos por la unión de los argentinos …” 42






ESTACION 69 EN CAPTAIN BLUEAUSPICIAN:


COLABORAN:
Alejandro Planas
Eduardo Alberto Planas
Isabel María Cadogan
Hèctor Basilio Valentini

ARTE MUSEO LUIS JOSE PISANO ( 1913- 1996 )

Una muestra Pictórica Diferente –Didáctica e Histórica
Visitas Guiadas- Escuelas solicitarlas al TE.:03549-496265
San Marcos Sierra – CP(5280 )- Córdoba –Argentina-
http: //www.sanmarcossierras.com / e-mail: info@sanmarcossierras.com
norconce@latinmail.com -Horario Verano : 8,30 a 18,30 hs. Horario Invierno : 8,30 a 17 hs. / MIERCOLES CERRADO –“Escultura en vidrio” de la Prof. Marta Pisano




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