lunes, abril 30, 2007

Revista Digital de Cultura MACEDONIO BELARTE - Año II- N° XX- ABRIL 2007


Palabras
Nadie dijo que fuera fácil
http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/revista/nota.asp?nota_id=883315
Por Arturo Pérez-Reverte

Todo el mérito es tuyo; tienes mi palabra de honor. Quizás el botín de tan larga campaña -y lo que te queda todavía- no sea lo dorado y brillante que uno espera cuando la inicia, a los doce o trece años, con los ojos fascinados de quien se dispone a la aventura. Pero es un botín, es tuyo, es lo que hay, y es, te lo aseguro, mucho más de lo que la mayor parte de quienes te rodean obtendrán en su miserable y satisfecha vida. Tú has abordado naves más allá de Orión, recuerda. Tienes la mirada de los cien metros, esa que siempre te hará diferente hasta el final. Fuiste, vas, irás, esos cien metros más lejos que los otros; y durante la carrera, hasta que suene el disparo que le ponga fin, habrás sido tú y habrás sido libre, en vez de quedarte de rodillas, cómoda y estúpida, aguardando. Ahora sabes que todo merece la pena. La larga travesía por ese mundo de méritos numéricos y ausencia de reconocimiento, donde te viste obligada a arrastrar contigo al niño de papá, al tonto del haba, al inútil carne de matadero, con tal de llevar a buen término el trabajo para el que te bastabas en solitario. Has crecido y sabes que las oportunidades no estaban en los otros, sino en ti. Que no había nada malo en aquella chica tímida que se llevaba libros a las horas libres de tutoría; que buscaba la mirada de los profesores inteligentes, no para hacerles la pelota, sino por sentirse cómplice y no estar sola. La jovencita que sobrecargaba la mochila con El guardián entre el centeno o El señor de los anillos, que en la excursión del cole a Madrid prefería ver el Planetario, el Prado o el Reina Sofía a dejarse la garganta en el parque de atracciones. Que se enfrentaba a la hostilidad de compañeros cretinos porque era la única que había leído las Sonatas de Valle-Inclán o sabía quién era Wilkie Collins. Ahora que miras hacia atrás con madurez, comprendes que cada vez que alguien ninguneó tu forma de ser, te insultó, te miró por encima del hombro, no hizo sino precipitar tu aprendizaje y tu lucidez. Tu certeza de ser mejor, más despierta y diferente. Mírate ahora. Qué lejos estás de tanto borrego y tanto buey. Entras en la edad adulta sin que nadie pueda imponerte una sonrisa falsa cuando el mundo y su estupidez, su envidia, su mezquindad, te hagan fruncir el ceño. Ahora tienes la certeza de que no te equivocaste, y de que la niña callada en el banco del fondo puede ser vengada por la mujer que hoy la recuerda. Sabes ya que puedes ser feliz a tu manera y no a la de otros, con tus libros, con tus películas, con tu familia, con esos amigos que no sabes cuánto tiempo van a durar y por eso aprecias tanto, con la mirada serena que ahora posas a tu alrededor, en la calle, en el trabajo, en la vida. En la muerte. Ahora sabes que la virtud, en el más hondo sentido de la palabra, está en ese aguante de tantos años, cuando cerca estuvieron de convertirte en otra. Comprendes al fin que los malos profesores son un accidente sin demasiada importancia, pues eres tú quien aprende; y la vida, incluso con sus insultos, con sus malvados, con sus tragedias, con sus reglas implacables, la que te enseña. Nadie dijo que fuera fácil. El otro día fuiste a ver Salvador y saliste del cine asombrada, llorando. No por la película, ni por la suerte del protagonista, sino por la certeza de que los ideales de aquel muchacho ya no tienen sentido, porque ninguno los sustituye ahora, porque la gente de tu edad se divide en dos grandes grupos: una minoría de analfabetos desorientados, pasto de demagogia barata en manos de políticos sin escrúpulos, y una masa inerte cuya única aspiración es salir en Gran Hermano o ponerse hasta arriba el sábado por la noche; jóvenes con garganta y sin nada que gritar, que se irían por la pata abajo puestos en la piel de Salvador Puig Antich, o a los que, viendo El crimen de Cuenca, la sola visión del garrote vil haría cerrar los ojos con escalofríos en la nuca. Pero tus lágrimas, amiga, demuestran que tienes razón. Que no te equivocaste al amar al conde de Montecristo y al Gabriel Araceli de Galdós, al buscar el secreto genial de un soneto de Borges o Quevedo, al transitar, jugándotela, por los senderos sin carteles luminosos en los pasillos oscuros de la Historia. Al hacer de cada esfuerzo, de cada miedo, de cada desengaño, de cada ilusión y de cada libro, un martillo con el que picar los muros espesos que te rodean. Y si algún día tienes hijos, intenta que sean como tú. Como esos tipos flacos de los que hablaba Julio César, a la manera de Casio: gente de dormir inquieto, peligrosa y viva. La que quita el sueño a los apoltronados y a los imbéciles.






El autor, español, es escritor y periodista. Miembro de la Real Academia Española de la Lengua . revista@lanacion.com.ar.18.02.07







RED LICURGO : NOTICIA ELEGIDA
Domingo 18 de febrero de 2007
Historia
El Soviet de San Francisco
Roberto Ferrero




En noviembre de 1971, en una entrevista que le realizara la desaparecida revista Jerónimo de esta ciudad, don Guillermo Peretti, intendente de San Francisco, aseguraba que esa tranquila urbe del este cereal había tenido "el dudoso prestigio de tener el primer soviet de América". ¿Fantaseaba don Guillermo? No. Recordaba un hecho acaecido realmente durante su temprana juventud.

Aunque los autores sanfrancisqueños pasen como sobre ascuas por el asunto, en San Francisco, efectivamente, se organizó el primer soviet del continente (luego seguirían otros, por ejemplo el de Itaquí en Río Grande do Sul, Brasil, en 1931, y los de Cuba en 1933: Realengo 18, Mabay, Santa Lucía, Jaranu y otros).

Podría decirse que en la pequeña ciudad de Peretti se inauguró y se puso a prueba la nueva línea fijada por la III Internacional Comunista en su VI Congreso de 1928: la del llamado "tercer período" o "etapa ultraizquierdista", caracterizada por la afirmación dogmática hecha por el estalinismo de que se abría de repente un período de grandes luchas de masas, de "clase contra clase", en las cuales el proletariado buscaría directamente la toma de poder en todo el mundo mediante sus órganos de doble poder: los soviets o concejos obreros... Claramente un delirio, ya que las revoluciones no se hacen por resoluciones ni los mecanismos de gobierno se imponen desde arriba. En Rusia triunfaron porque fueron una creación auténtica del genio popular. No ocurría lo mismo con nuestro criollo –o, mejor dicho, gringo– soviet de San Francisco.

Todo comenzó durante la administración radical de José Antonio Ceballos (1928-30) siendo ministro de Gobierno don Nicasio Salas Oroño, sucesor de Sabattini, bajo la intendencia lugareña de César Ferrero, caudillo de un partido local de extraño nombre: "Plusvalía". Se desata una huelga en los Talleres Miretti, en agosto de 1929, que en pocos días consigue hacer aceptar por el dueño un pliego de mejoras laborales. El éxito empuja a los obreros de la industria alimentaria local: el "Molino Meteoro", de los Boero Romano, y la Fábrica de fideos de Tampieri, a seguir el ejemplo de los metalúrgicos. Las demandas de los trabajadores se presentan a las empresas el 21 y 24 de agosto, respectivamente. Ambos movimientos reivindicatorios son dirigidos por el Sindicato de Oficios Varios de la ciudad, cuyos principales dirigentes son Domingo Chávez, Agustín Baldezzari y Ovidio Navarro, todos militantes del Partido Comunista. Ante la intransigencia de ambas patronales, el movimiento se prolonga por varios meses, con concentraciones de miles de trabajadores y vecinos, manifestaciones callejeras y enfrentamientos con la Policía de la ciudad.

Los sucesos alcanzan relieve nacional y la prensa de todo el país comienza a prestar cada vez más atención al movimiento. La Federación Socialista Cordobesa da su apoyo a los huelguistas y la Federación Obrera Provincial (FOP), dirigida por los comunistas, destaca a la zona de conflicto a tres de los suyos: Antonio Maruenda y los hermanos Jesús y José Manzanelli. La Internacional, por su parte, envía a la ciudad a dos de sus más enérgicos cuadros, uno de Montevideo y el otro de Buenos Aires. Éste no es otro que el luego conocido historiador y ensayista Luis V. Sommi, según él mismo lo narrara a Silvio Mondazzi casi 30 años después.

En el mes de noviembre ya se encuentra actuando el soviet que estos dirigentes ponen de pie, bajo el nombre de "Comité de Huelga", cuyo "comisariato del pueblo" ejerce Jesús Manzanelli. El organismo se erige en poder paralelo al municipal y ejerce funciones que van más allá de una simple actividad gremial: establece los precios de las entradas a los cines, interviene en la comercialización de artículos de primera necesidad, otorga o niega permisos para circular, entrar hielo al hospital y confeccionar ataúdes o construir carruajes e impone contribuciones a las empresas locales. Piquetes de militantes obreros comunistas, desafiando a la policía, tratan de hacer cumplir las disposiciones del soviet.

Cuando las cosas llegan a estos extremo, sumado a que la Liga de Defensa Pública (fascista) del Dr. Bottiglieri enfrenta armada a los huelguistas, se cumplen tres paros de alcance provincial los días 23, 29 y 30 de noviembre, y mueren obreros y policías en los combates, el gobierno provincial abandona las contemplaciones y la moderación que hasta ese momento había guardado siguiendo las orientaciones conciliadores que desde el Departamento de Trabajo indicaba su joven titular, Santiago H. del Castillo, futuro gobernador en el período 1940-1943. Decidido a actuar, José Antonio Ceballos lo hace con energía: manda detener a Jesús Manzanelli y a Maruenda y los hace conducir a Córdoba, y allana el local del Sindicato de Oficios Varios, deteniendo a afiliados del PC y "numerosos ácratas", como se decía entonces. Interesados en obtener aumentos de sueldos y reducción de la jornada laboral pero no en "tomar el poder", el proletariado sanfrancisqueño deja caer sin pena ni gloria al soviet postizo de los comunistas. El SOV, reconociendo la derrota, el día 1° de diciembre de 1929 levanta la huelga. Ricardo Tampieri, a su vez, promete a Salas Oroño que aumentará los sueldos y jornales a todo su personal una vez que la situación esté normalizada.

Las consecuencias de la aventura comunista no tardan en aparecer: 10 días más tarde, Santiago H. del Castillo renuncia a su cargo y Alejandro Gallardo, diputado nacional por Córdoba en el Congreso, debe dar explicaciones en nombre del gobierno de su provincia, que ha permitido la prolongación por más de tres meses de la huelga y la aparición del soviet. Los legisladores José Heriberto Martínez –demócrata conservador– y Nicolás Repetto, socialista de Buenos Aires, llevan la voz cantante contra la larga paciencia del gobierno radical de Córdoba. Olvidaban la contrapartida del accionar obrero: la intransigencia patronal de Tampieri, antiguo obrero anarquista en su juventud en Italia, que proclamaba arrogantemente: "Como obrero no he perdido una sola huelga, y como patrón, tampoco".












Sábado 24 de febrero de 2007
Noticias Ciencia/Salud Nota

Science

Los mosaicos árabes, geometría de avanzada


Son prueba de una cultura sofisticada


Los intrincados mosaicos decorativos característicos de la arquitectura medieval en el mundo islámico exhiben un concepto geométrico de avanzada que los matemáticos occidentales lograron descifrar 500 años más tarde, según publica la revista Science .

Un estudio realizado por un equipo de investigadores de las universidades de Harvard y de Princeton, en los Estados Unidos, confirma que la simetría casi perfecta de los motivos utilizados corresponde a un concepto que los matemáticos y los físicos de Occidente descubrieron en la década del 70, llamado geometría cuasicristalina decagonal avanzada.

En el proceso de creación de esos mosaicos, los científicos explican que los artesanos islámicos del siglo XV utilizaron regla y compás para elaborar patrones de diseño que prueban la sofisticación de la cultura islámica medieval. Esos patrones, denominados girih por los investigadores, constan de un conjunto de cinco polígonos contiguos (un decágono, un pentágono, un diamante, un hexágono y una "corbata"). Cada uno de ellos incluye un patrón lineal decorativo único, que a menudo se superpone con una red de líneas en zigzag.

"Esto demuestra el importante papel que tenían los matemáticos medievales en la civilización árabe musulmana y que se trataba de una cultura mucho más sofisticada de lo que se pensaba hasta ahora", dijo Peter Lu, investigador de la Universidad de Harvard y coautor del estudio, junto con Paul Steinhardt, de la Universidad de Princeton.

"Se trataba solamente de una técnica que los artesanos usaban para ensamblar estos mosaicos más fácilmente", agregó. Los investigadores comprobaron que, en 1400, los artesanos utilizaron en sus diseños pequeños conjuntos de azulejos poligonales porque era un método más preciso que otros sistemas de la época. Esto es considerado una gran innovación en las matemáticas y el diseño islámicos.

"Si las reglas y los compases permiten realizar líneas simples, probablemente habría sido necesario un sistema mucho más complejo para explicar completamente los mosaicos con una simetría decagonal perfecta", destacó Lu.

Aunque cada motivo se puede desarrollar individualmente mediante la utilización de herramientas muy básicas, precisó el investigador, puede ser muy complejo reproducirlos a gran escala sin crear enormes distorsiones geométricas.

En el siglo XV, los patrones que los artesanos utilizaban para crear los mosaicos se habían vuelto muy intrincados, de ahí que muy pocas personas fueran consideradas aptas para elaborar lo que los matemáticos de hoy llaman diseños cuasicristalinos.

El reconocido matemático británico Roger Penrose (Universidad de Oxford) fue quien en los años setenta logró describir por primera vez en Occidente ese concepto geométrico complejo. Demostró que azulejos gruesos y delgados con forma de rombo podían cubrir un plano y crear un patrón no repetitivo con una simetría rotacional, es decir que se la puede hacer girar menos de 360° alrededor de un punto fijo sin que deje de verse con la forma exactamente igual antes de comenzar a girarla.
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El color de la piel y el hierro







Oscar Chichoni nació en Corral de Bustos, provincia de Córdoba, en 1957. Estudió en la "Cooper Union for the Advancement of Science and Art" de New York donde se le otorgó el grado de Bachiller en Bellas Artes en el campo de la ilustración gráfica.
Comenzó haciendo las tapas de las revistas "Minotauro" y "Fierro". A partir de la difusión de su trabajo en esta última, su carrera toma vuelo y es requerido para grandes proyectos de editoriales y productoras cinematográficas y de televisión internacionales, trabajando en diversos géneros y especialidades en las áreas del dibujo, ciencia ficción, cine policial e histórico. En el film "Restauración" obtuvo su mayor logro al integrar como diseñador de arte el equipo del gran artista cordobés Eugenio Zanetti, ganador del Oscar de la Academia de Artes de Hollywood.
Una de las más destacadas cualidades de Chichoni es su tratamiento del color, ese color especial de Chichoni que él define como metal oxidado y antiguo; pero la utilización del color por parte de Chichoni es excepcional, singular y llena de matices que se irradian en la ilustración creando esa metamorfosis que se funden en su imaginación y en la nuestra.
Los argumentos de sus ilustraciones que se mueven en el campo de la ciencia ficción o de la fantasía que es donde el autor se siente más a gusto. La utilización del cuerpo humano fusionado con el metal, los seres y máquinas de una imaginación exquisita, hacen florecer unas imágenes deslumbrantes que nos dan otra de sus mayores virtudes, un excelente trabajo de composición. Actualmente reside y trabaja en Londres. Atentos: para el segundo semestre del cte. año, esta programada una exposición en Córdoba.












Fuente : Boletín Literario Basta Yá - Año II- N° 61






Carta de María Kodama a Borges

¿Qué era para nosotros el arte? Era la mágica posibilidad de percibir la realidad a través de sonidos, de colores, de texturas que, transmutados por la alquimia de la creación, ofrece el espejismo de otra realidad.
Era la emoción compartida, porque usted supo, cuando al pie de la escalinata del Louvre alcé los ojos y descubrí a la Victoria de Samotracia, que en ese instante, anulado el tiempo, se superponía a esa escultura la imagen de una lámina en un libro de arte que mi padre me regaló. Con ese libro, me dio, a los cuatro años, sin que yo lo supiera, la primera lección de estética de mi vida. Me enseñó qué era la belleza. Recuerdo que, ante mi desencanto porque la figura no tenía cabeza, un rostro, con la infinita paciencia me dijo que observara los pliegues de la túnica agitados por la brisa del mar. Detener en ese movimiento, para la eternidad, la brisa del mar, eso era la belleza. El arte y sólo el arte podía lograrlo.
No lo olvidé nunca; esto signó de algún modo mi vida y se proyectó en lo que sería nuestra relación. Nuestra decantada relación, que fue pasando, a través del tiempo, por distintas facetas hasta culminar en el amor que nos habitaba mucho antes de que usted me lo dijera, mucho antes de que yo tuviera conciencia de mis sentimientos.
Ese amor que, revelado, fue pasión insaciable para colmar el sentimiento vago, indescifrable, que experimenté por usted siendo niña, cuando alguien me tradujo un poema dedicado a una mujer a la que amó años antes de que yo naciera. A esa mujer a la que le decía:

I can give you my loneliness, my darkness, the hunger of my heart;
I am trying to bribe you with uncertainty, with danger, with defeat.
Ese amor del que fue dejando trazas a lo largo de sus libros, sin decírmelo, hasta que me lo reveló en Islandia. Ese amor protegido, como en la "Völsunga Saga", por un mágico círculo de fuego, cuyo resplandor nos ocultaba de las miradas indiscretas, para poder ser Ulrica y Javier Otárola, nombres que elegí, de todos los que nos dábamos, para grabarlos en la estela de piedra que señala el punto desde el que su alma entró en el Gran Mar, como llamaban a la muerte los florentinos; pero que, a la vez, relata nuestro encuentro. Aunque parezca una paradoja, la muerte y la vida no son signos opuestos, sino que son un solo fluir, y el vínculo entre el ser que parte y el que queda es el amor.
Por eso, cuando me trajeron el proyecto para hacer una exposición de pintura inspirada en las obras que usted me dedicó, sentí temor de esa materialización que sus palabras sufrirían al convertirse en motivo de inspiración para otros creadores. Sin embargo, reflexioné en la intensidad de los momentos que vivíamos en los museos, a lo largo y a lo ancho del mundo, y pensé que esa podía ser una maravillosa alquimia que exaltaría el Amor buscado a tientas por dos almas aún sin nombres, que fueron, son y seguirán siendo un hombre y una mujer, Tristán e Isolda, Dante y Beatriz, Frida Kahlo y Rivera, Ulrica y Javier Otárola, poco importa cómo se llamen, si en el encuentro sienten que se pertenecen con esa llama de pasión inextinguible que no se consume, sino que da fuerzas para sentir que, aun en el infierno, como Paolo y Francesca, ese castigo no es terrible porque lo comparten. Hasta el infierno es ilusorio, como es ilusorio el mundo, para los que se aman, porque sólo ellos existen.
Esa dinastía que no se hereda ni se compra es un desafío y un don que debe preservarse a lo largo del tiempo de nuestra vida y más allá aún, a través de los siglos, por la magia del arte.
Desde el centro de nuestro jardín secreto se alza esa llama que pertenece a la dinastía de los amantes. A partir del encuentro, gracias al acordado movimiento de los astros, o al azar, según queramos, sigue construyéndose esa invisible cadena que, transmutada en arte o por el simple hecho de existir, hará que las nuevas generaciones sigan creyendo en la armonía del mundo, a pesar de todo.
Esa llama que espero sea como un faro cuya luz alcance el inimaginable confín del universo, para que si algo, de alguna forma, persiste del alma humana, le llegue y sienta que se llama, hecha de amor, de lealtad, de pasión, que una vez compartimos, sigue viva en mí para usted "for ever, and ever... and a day".
* María Kodama, a Jorge Luis Borges
Esta carta se dio a conocer en "De Borges a María Kodama"
Homenaje en el Centro Cultural Recoleta.
Del 30 de noviembre al 24 de diciembre de 1995.
Incluyó obras de 42 artistas plásticos, quienes trabajaron sobre textos de Borges.










A veinte años de su muerte
Los grandes temas en Borges

Manuel Guillermo Ortega
(Guillermo Tedio)
mortega@metrotel.net.co

“Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría de Dios,
que con magnifica ironía
me dio a la vez los libros y la noche."
J. L. Borges

Jorge Luis Borges nace el 24 de agosto de 1899 en Buenos Aires y muere en Ginebra, el 14 de junio de 1986, oportunidad —a veinte años de su muerte— para repensar algunas ideas que orientaban su quehacer literario. Como sabemos, Borges nunca escribió novelas porque consideró que tal hecho era un ejercicio desgastante e inútil cuando una idea cabe perfectamente en cuatro o cinco páginas. Prefería la síntesis, el género breve: el cuento, la poesía, el ensayo corto que pueden darnos el efecto de la emoción en una lectura realizada en un tiempo máximo de una hora. Por ello, en algunos de sus cuentos, simula que esas novelas ya existen y que él nos ofrece de ellas una síntesis.

En relación con sus relatos, Borges es fiel a unos cuatro o cinco temas. El primero es el tiempo circular o como lo llamó Nietzsche, el eterno retorno, que parte de la idea astronómica o cósmica de que igual que los planetas integrantes de un sistema (como el solar) cumplen ciclos, así también el inconmensurable universo (es decir, toda materia existente, galaxias y nebulosas) se mueve en órbitas, de modo que cada vez que el universo cierra un ciclo, las cosas vuelven a repetirse. Así, Borges dice en su poema “La noche cíclica”: “Lo supieron los arduos alumnos de Pitágoras: Los astros y los hombres vuelven cíclicamente; los átomos fatales repetirán la urgente Afrodita de oro, los tebanos, las ágoras. En edades futuras oprimirá el centauro con el casco solípedo el pecho del lapita; cuando Roma sea polvo, gemirá en la infinita noche de su palacio fétido el minotauro”. Como se puede constatar, esta teoría inicialmente astrológica ha influido de manera notoria en las creaciones artísticas y literarias, solo que en la narrativa no puede seguir siendo teoría abstracta sino concretarse en acciones y personajes que se repiten como en Borges o en García Márquez. Es indudable, por ejemplo, que la reiteración de los Arcadios y los Aurelianos en Cien años de soledad es una aplicación práctica de la teoría de los ciclos. En el cuento “Tema del traidor y del héroe”, Fergus Kilpatrick es al mismo tiempo héroe y traidor y está viviendo de nuevo los hechos ocurridos al emperador Julio César.

El segundo tema en Borges es Dios, por supuesto, no el Dios de las liturgias de la fe, porque él mismo era un agnóstico, alguien que ponía en duda todas las creencias y teologías, y se lamentaba de no haber incluido en su colección de literatura fantástica algunos dogmas religiosos. Así como utilizó filosofías para escribir sus cuentos, del mismo modo incorpora un andamiaje teológico y metafísico en muchos de sus cuentos, que desde la parodia enciclopédica, ponen en duda ciertas verdades reveladas y complacientes. Un ejemplo de ello es lo que ocurre en el cuento “Tres versiones de Judas”, en que se plantea la herejía de que el verdadero Cristo no fue Jesús sino Judas, quien se sacrificó por la humanidad, condenándose al infierno, al cumplir la necesidad de entregar a Jesús para que con su muerte redimiera a la humanidad. Cuánto se alegraría Borges si estuviera vivo y se enterara de que, según el quinto evangelio encontrado —en Egipto, 1978, y solo ahora hecho público—, Judas no fue el traidor que los textos canónicos revelan sino el apóstol privilegiado, a quien Jesús le habría asignado la misión de entregarlo, convirtiendo entonces la traición en un hecho glorioso.

Un tercer tema está dado por la relación entre sueño y realidad. En los cuentos de Borges, la realidad no existe sino como un estado de ficción impuesto por un demiurgo (Dios) que lo hace creer real. Antes que la ficción cinematográfica de Matrix, ya Borges había escrito cuentos de personajes que creen desenvolverse en mundos reales cuando realmente están siendo soñados o inventados por alguien que a su vez es soñado que a su vez… Es lo que ocurre en su cuento “Las ruinas circulares”, en que un demiurgo sueña a un discípulo, una especie de hijo a quien luego impone a la realidad. Solo será al final cuando el demiurgo soñador descubre que él tampoco existe realmente porque está siendo soñado por otro. Del mismo modo, en “El milagro secreto”, un personaje, en el momento en que el jefe del pelotón da la orden de fusilamiento, sueña el milagro de que Dios le ha concedido el tiempo para que termine una obra de teatro. Dios le concede un año. Cuando termina de escribir en su mente la pieza teatral, se producen los disparos del pelotón. En su poema “El Gólem”, Borges desarrolla el mismo tema de Dios y la creación recurrente, esta vez con el agravante de que somos creaciones ilusorias de un dios mediocre, imperfecto, un dios de segunda categoría, que a su vez ha debido ser creado por un dios más poderoso pero también imperfecto. El rabí Judá León, al crear su Gólem, se malhaya de haber construido a aquel ser tan torpe: “El simulacro alzó los soñolientos párpados y vio formas y colores que no entendió, perdidos en rumores y ensayó temerosos movimientos”. Lo que no sabe el rabí es que Dios está mirando su torpeza al crear al Gólem: “En la hora de angustia y de luz vaga, en su Golem los ojos detenía. ¿Quién nos dirá las cosas que sentía Dios, al mirar a su rabino en Praga?”

Un cuarto tema sería la magia, teorizada por Borges a partir de las ideas de Frazer en su libro La rama dorada. Hay dos tipos de magia: la imitativa y la contagiosa. Según la primera, también llamada homeopática, dos cosas que se parezcan, aunque estén separadas en el tiempo o en el espacio, se siguen influyendo mutuamente en una relación simpatética. Este sería el caso de dos gemelos que viven separados, digamos, uno en Barranquilla y otro en Bogotá. El de Barranquilla se golpea un dedo con un martillo al intentar colocar un clavo en la pared. Por supuesto que le duele pero a quien se le inflama el dedo y se le cae la uña es al que reside en Bogotá. También es magia homeopática el caso de los muñequitos de vudú. Por su parte, en la magia contagiosa, dos cosas, por haber estado en contacto o unidas, se siguen influyendo mutuamente, aunque estén separadas en el tiempo o en el espacio. Un ejemplo sería el de ciertas hechiceras populares que para poder influir sobre determinada persona, para bien o para mal, exigen que se les lleve algún objeto o prenda que la persona haya tocado o usado. En Borges, los lances fantásticos donde impera alguna de estas dos formas de magia son notorios.

Un quinto tema es el laberinto, que en Borges no es solo espacial. Ludmila Kapschutschenko ve ocho tipos de laberintos en la narrativa borgesiana, así: Externos naturales como ríos, mesetas, desiertos, cuevas; externos artificiales: la casa de Triste-le-Roi, en “La muerte y la brújula”, e igualmente “El jardín de senderos que se bifurcan”; internos anímicos: orgullo, odio, inseguridad, deseos; internos espirituales: búsqueda del conocimiento o de la verdad, como en “Tema del traidor y del héroe”; simbólicos: “Tlön Uqbar Orbis Tertius”, “La biblioteca de Babel” o la novela de Ts’ui Pen en “El jardín de senderos que se bifurcan”; temporales; espaciales, como “La casa de Asterión”; y artísticos (las obras mismas).

El autor:
Manuel Guillermo Ortega (Guillermo Tedio) es narrador y crítico literario, director del Grupo de Investigación Literaria del Caribe GILKARÍ, coordinador del área de literatura de la Universidad del Atlántico. Tiene dos libros de cuentos publicados: La noche con ojos y También la oscuridad tiene su sombra. Es director y editor de la Revista Electrónica Trimestral de Estudios Literarios LA CASA DE ASTERIÓN. Email: mortega@metrotel.net.co
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© Manuel Guillermo Ortega
(Guillermo Tedio)

LA CASA DE ASTERIÓN
ISSN: 0124 - 9282

Revista Trimestral de Estudios Literarios
Volumen VII – Número 25
Abril-Mayo-Junio de 2006

DEPARTAMENTO DE IDIOMAS
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS - FACULTAD DE EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
Barranquilla - Colombia

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http://casadeasterion.homestead.com/v7n25borges.html





CLARO MISAEL SALCINES

MACEDONIO
Leer a Macedonio Fernández con la voz que fue suya.
J.L. BORGES (La fama)
Los dos hombres enfrentaron con decisión el sendero que finalmente los conduciría hasta la pequeña choza de adobe. El viento corría frío y melancólico, a tenor con aquel porteño mes de julio. Atrás habían dejado Buenos Aires y el pequeño apeadero de Morón, y luego fue el camino incesante y polvoriento entre casuchas desvalidas y a medio hacer. A pesar de la última consulta efectuada, ambos tenían la certeza de andar por un rumbo equivocado. Porque ahora el terreno baldío que atravesaban se había convertido casi en un basurero, y la única esperanza de vida posible era aquella choza por cuyos resquicios del techo escapaba un humo indefenso. Al llegar a la puerta, nos contaban luego, ambos experimentaron la sensación de estar haciendo el ridículo.
—¿Y si esto no es más que...?
—Andate de una vez y terminemos con esto.
Pero no fue necesario llamar a la puerta. Desde dentro, la voz conocida y perentoria del viejo maestro les invitó a pasar.
La primera impresión fue terrible. El piso era de tierra y las paredes sin repello hacían más irreverente la desnudez simétrica de los ladrillos. La pobreza, aunque ordenada y limpia, era evidente. Sólo les levantó el espíritu la anarquía de libros por todos los recovecos posibles. El dueño de aquella biblioteca dispersa, un anciano, se balanceaba en un sillón y sostenía entre sus dedos la bombilla con el mate. A su lado, sobre un pequeño hornillo, borboteaba el agua dentro de la marmita. Se saludaron con afecto y sin efusiones, como correspondía.
—Quedé esperando la carta que vos me anunciaste, dijo el más decidido de los visitantes.
—Prefiero que vengan a leer mi correspondencia a casa, respondió el anciano.
Los tres se conocían bien. Por mucho tiempo fueron asiduos a las tertulias del café La Perla, en el barrio del Once, donde se debatían, a veces con pasión, las corrientes literarias de la primera mitad del siglo. Como a uno de ellos le gustaba decir, existía entre los tres una conversada amistad. Pero no por eso los recién llegados dejaron de admirar, una vez más, la estampa bohemia, acaso vagabunda, del viejo maestro. Era de una delgadez ascética, abrigado siempre en exceso, nervioso y por momentos de una actividad desmesurada. Lo mejor era su cabeza. Surgía desafiante de entre varias vueltas de una vieja bufanda de lana; airosa, con una espesa melena blanca y un grueso bigote orillero que hacían el trasfondo ideal de una frente amplia y unos ojos azul desvaídos, pero intensos. Aquel anciano era abogado, hipocondríaco y cáustico, y se llamaba Macedonio Fernández. Pero por sobre todas las cosas era un mito. Había publicado poco, más bien en revistas, y se afirmaba que tal vez su prosa más decidida estaría en la supuesta correspondencia que sostenía con un filósofo norteamericano de moda. Poseía, en cambio, y acaso como ningún otro en su medio, la capacidad deslumbrante de influir mediante la palabra. Aquella tarde ya contaba más de setenta años, estaba del otro lado de la vida, pero mantenía intacto el humor irreverente que había hecho época entre sus contertulios.
La conversación se desarrolló al principio sobre asuntos baladíes y una que otra novedad literaria. A pesar de que el invierno hacía estragos evidentes en el anciano, este se fue animando con la charla cada vez más y logró mantenerse en forma todo el tiempo: incisivo, irónico, como era su costumbre. Insistió nuevamente en la inmortalidad del relato breve y en la decadencia manifiesta de la novela. Con igual énfasis, este punto de vista lo hizo extensivo al ensayo: "o para qué, entonces, el ejemplo de Montaigne", le escucharon decir en un momento de euforia oral. En un descuido ético, uno de los visitantes aventuró un comentario sobre el estado actual del ocupante de la choza. "Mirá, che, vos no te preocupéis por mí", le interrumpió el anciano, "como ves, estoy más que protegido por mi bastión de palabras", e hizo un gesto con la mano hasta abarcar lo que parecía su única riqueza. El otro visitante, que dejaría explícita la influencia del anciano en un poema memorable, preguntó si aún abominaba del realismo, el comentario o la vivencia en la narrativa. "Debemos ser autores, no predicadores", respondió el anciano, y luego añadió: "y hasta cuestionar lo primero". Bernárdez, uno de los visitantes, aprovechó para indagar en aquel desorden de libros: Quevedo, Cervantes, Poe, Twain, Whitman, estaban allí. Kafka era una devoción aparte. Mientras tanto, el viejo maestro cebaba otro mate y le seguía los movimientos con sonrisa pequeña y mirada burlona. Aquello era como un inventario de influencias y eso siempre le divertía. En un momento en que Bernárdez hojeaba un libro de poemas de Juan Ramón Jiménez, el anciano dejó escapar un comentario:
—Ahí están los libros que más escribo. Pero ahora hay mucho desorden, por eso he perdido mi inventiva.
El otro visitante había permanecido en silencio la mayor parte del tiempo. Aquel anciano tuvo un papel importante en su formación literaria y no podía dejar de reconocer la admiración que sentía por él, aunque no era capaz de manifestárselo abiertamente. Ahora recordaba los primeros tiempos de su amistad, cuando le escuchaba fascinado, al igual que tantos otros, a la espera de los fuegos artificiales de su inteligencia y las frases imprevistas de su magisterio oral. Pero comenzó a dudar la tarde que le escuchó decir que para escribir bien, bastaba con ser porteño. Comprendió que era una frase hueca y, peor aún, perniciosa. Un día releyó unos trabajos del maestro y experimentó una decepción. Entonces fue que comenzó a percibir a su alrededor los estragos de la influencia del viejo Macedonio. No dejó de sentir cierto placer cuando comprendió que había entrevisto a tiempo el peligro que podía representar aquel anciano enteco, que ahora cebaba de nuevo el mate mientras sus labios jugueteaban con una sonrisa y sus ojillos azules interrogaban con malicia.
Por los años de ese encuentro, ya este visitante era considerado, en círculos exigentes, como un escritor notable. Y a pesar de la objetividad con que se sentía capaz de analizar la influencia de Macedonio en el ambiente literario de Buenos Aires, no había resistido el impulso apremiante de hacer un largo peregrinar hasta aquella choza. Acababa de publicar un cuento, con el cual estaba convencido de haber dado la verdadera medida de su talento, y en el fondo de su corazón deseaba un comentario del viejo sobre aquella narración. En el relato se hablaba de un punto, un sencillo y deslumbrante punto, en el cual se podía percibir todo el universo en una simultaneidad metafísica que desafiaba el tiempo. Se sentía seguro y ya no le agobiaba Lugones, ni ningún otro, pero, a la vez, comprendía que no lo estaría totalmente hasta que el viejo no se lo confirmara.
Años antes, a raíz de sus primeras publicaciones, Macedonio había resultado ambiguo: "tu Evaristo Carriego no está del todo mal", sentenció entonces, "pero es un libro muy nacionalista y si me lo permites, milonguero. Aún te sobran emociones, che". Luego de este comentario, Macedonio se había extendido una vez más sobre los postulados de su poética. Habló en esa ocasión de la voluntad necesaria para ser original, de la utilidad de lo paradójico y sobre todo, de no caer en la vulgaridad. El visitante recordaba que uno de los jóvenes asistentes a aquella tertulia había hecho la pregunta que él mismo mantenía retenida por la pasión del monólogo.
—Y qué hay con la realidad Macedonio.
"El arte no repite la vida", fue la respuesta inmediata del maestro, y a continuación descargó una de aquellas frases que habían cimentado su fama: "el arte no es para repetir la vida, sino para provocar la emoción que le es propia y que la vida no tiene".
Ahora estaba sentado frente a él, en una choza perdida en un pueblo de la provincia, y a esa altura de la visita se había impuesto la reticencia propia de los de su estirpe. No encontraba la manera de abordarlo sobre el motivo real de su visita, y poder dar paso a confidencias literarias de una mayor intimidad. Por eso experimentó que se hacía añicos la superficie monótona de la charla, ya casi vespertina, con la frase imprevista del maestro:
—Recién te he leído, che Borges, y creo que sí, que tu último cuento habrá de perdurar.
Macedonio, con parsimonia de gaucho viejo, colocó el mate sobre la mesita lateral, se arregló la bufanda alrededor del cuello, y extendiendo sus manos abiertas sobre el hornillo, las comenzó a frotar lentamente. El sonido del roce hizo fehaciente una piel fina y antigua. Sólo entonces levantó la mirada hacia su discípulo y añadió:
—Pero debes tener presente que lo hemos escrito entre todos.
Primero el elogio, y luego la forma directa, casi implacable, en que Macedonio había propuesto la solución de uno de los problemas más angustiosos para un autor, resultaron agobiantes para Borges. Buscó la respuesta capaz de rebatir aquella influencia de tantos años, pero no la encontró.
—Ya lo sé, maestro, la meta es el olvido. Lo bueno ya no es de nadie.
Siempre que narraba esta historia, Bernárdez era incapaz de decir cuánto tiempo después permanecieron en silencio, mateando, dejando correr la tarde hacia el ocaso. No habían resuelto nada definitivamente, pero los tres comprendían que ya no era necesario hablar más. La despedida fue breve y sin promesas firmes de reencuentro, como era menester.
Macedonio los acompañó hasta la puerta y allí, sin dejar de maldecir la humedad y el frío, se dirigió a Bernárdez en tono grave:
—Usted, Francisco Luis, abróchese la autoridad.
Bernárdez siguió la mirada burlona del anciano e impertérrito, con un movimiento rápido, se subió la cremallera del pantalón. Los visitantes se calaron los sombreros y afrontaron los últimos esplendores de la brisa, mientras el viejo maestro cerraba la puerta a sus espaldas. Atravesando el erial que los separaba del camino hacia la estación ferroviaria, a la memoria pletórica de Borges acudió una de las frases que había pronunciado Macedonio: "al arte no le importa la vida". Sobre este particular no habían logrado un acuerdo definitivo entre ellos y ahora continuaron la discusión, a la vez que sorteaban los residuos de basura que entorpecían el camino. Al llegar al terraplén tuvieron un momento de indecisión. Cada uno apeló a una dirección contraria para llegar a la estación. A esa hora ya no divisaban a nadie por los alrededores que fuera capaz de orientarlos. Por fin se impuso el criterio de uno de los dos. Pero a medida que avanzaban en la supuesta dirección, el otro afirmaba que habían perdido el rumbo irremediablemente.


CLARO MISAEL SALCINES
Santa Clara, 1942. Narrador. Miembro de la UNEAC. Ha publicado "Compañero de mesa", cuentos, Ed. Letras Cubanas 1996.










Francesc Aguilar





El Señor de la Guerra





Director: Andrew Niccol





Intérpretes: Nicolas Cage, Bridget Moynahan, Jared LetoNacionalidad:





Estados Unidos, 2006





Profesión: Traficante de Armas





Las historias de guerra han evolucionado considerablemente a lo largo del tiempo, desde los primeros referentes literarios, escritos normalmente con intenciones panegíricas respecto al ejército propio, hasta las recreaciones cinematográficas hiperrealistas de algunos de los episodios recientes de enfrentamientos armados entre grupos humanos, como es el caso de "La delgada linea roja" ("The Thin Red Line", 1998), "Black Hawk derribado" ("Black Hawk Down", 2001) u "Hotel Rwanda" (2004), entre las más destacadas. Dichos enfrentamientos, se nos explica, han sido y son producidos por diferencias étnicas y religiosas, por intereses geopolíticos imperialistas o, en el caso de buena parte de las guerras africanas actuales, por puro capricho de unos dirigentes seguramente contagiados de los delirios de grandeza de los autócratas europeos del siglo XX. En la mayoría de casos, evidentemente, la causa del conflicto no es única, sino que los diferentes factores interaccionan de manera compleja en una trama inextricable de intereses ilimitadamente manipulados. Así quedó reflejado, por un lado, en la película sueca "Before the Storm" ("Före stormen", 2000), contundente constatación de la imposibilidad de frenar el mecanismo de destrucción de la industria armamentística moderna; y, más recientemente, en "Syriana" (2005), dirigida por el guionista de "Traffic" (2000) Stephen Gaghan, quien consigue, mediante un montaje que fracciona hábilmente cada línea de guión, que el espectador únicamente pueda tener una visión global de la situación creada en Oriente Medio cuando van encajando las informaciones provenientes de los diferentes escenarios, tal y como si se estuviese siguiendo una noticia a través de los boletines televisivos y las reseñas de los diarios. En cualquier caso, los conflictos bélicos siempre han tenido un aspecto económico primordial: miles de personas se han ganado la vida fabricando, comprando, vendiendo, robando o intercambiando armas. Y eso es, precisamente, lo que hace Yuri Orlov (Nicolas Cage) en "El señor de la guerra" ("Lord of War", 2005), usar sus habilidades innatas de negociante para comerciar, en situaciones extremas y sin ningún tipo de atadura ideológica, con todos aquellos artilugios involucrados, de una manera u otra, en el rentable negocio de la guerra. Lo que hace que el argumento de la nueva película del director de "S1m0ne" (2002) sea verdaderamente inquietante es que las preocupaciones principales de un especialista en tráfico de armas sean las mismas que las del ciudadano medio, a saber: pagar sus hipotecas, que a su familia (padres ucranianos, hermano menor, esposa e hijo; todos igual de desubicados que él) no les falte nada de lo que necesitan o ambicionan... y, por supuesto, tener una conciencia tranquila. Para conseguir este último objetivo, se ha ido fabricando un edificio de justificaciones evasivas, verdadero parapeto moral que le permite desvincular sus acciones comerciales de los efectos devastadores que éstas producen. Entre otras cosas, argumenta, él sólo es una pieza más de un engranaje que ponen en marcha los altos cargos del gobierno de las principales potencias mundiales; si él desapareciera del panorama algún otro lo substituiría y todo seguiría igual. Con esta lógica implacable e indiscutible, Andrew Niccol, en su doble papel de guionista y director, apela directamente a la conciencia del espectador, le exora a ver la conexión entre su estilo de vida y las repercusiones que puede tener en el resto de habitantes del planeta. Películas recientes, como "La pesadilla de Darwin" ("Darwin’s Nigthmare", 2004 ) o "El jardinero fiel" ("The Constant Gardener", 2005), reivindicativas de una dignidad humana socavada por el ansia experimentador de los denominados países desarrollados, se sitúan, en este sentido, en una tesitura muy similar. Al utilizar la narración retrospectiva en primera persona para desarrollar la acción de la película, el director establece como inevitables y consumados los hechos que relata: la metodología maquiavélica del empresario posteriormente a la guerra fría, la debilidad no por necesaria menos desesperante de la justicia internacional y la invulnerabilidad insultante de algunos personajes, tanto ficticios como reales, frente a dicha justicia. Si en "Gattaca" (1997) Andrew Niccol reflexionó, a través de una ficción científica, sobre el peligro de estar sometidos a una tecnocracia indiferente a los sueños y aspiraciones de cada personas y sobre la importancia de la voluntad individual como motor de avance de la humanidad; en "El señor de la guerra" enciende una señal de alerta sobre las consecuencias éticas de asumir unos objetivos crematísticos a corto plazo y de corto alcance, de suponer que la comodidad de unos es independiente de la miseria de los demás y de no percibir que detrás de la globalización, además de la posibilidad de viajar y abrir mercados virtualmente sin fronteras, pueden esconderse unos intereses económicos humanamente despiadados.
foro libre
Fuente : www.larepublica.es




Adiós a Domingo Cura





Querido por todos los géneros





El percusionista falleció en medio de un recital

Domingo Cura falleció el 13 de noviembre de 2004, durante una actuación en el recital de Chico Novarro. El percusionista santiagueño, de 75 años, que estaba invitado al concierto en el Teatro Lola Membrives, sufrió un paro cardíaco cuando estaba a punto de tocar el bongó. Había pasado media hora del comienzo del espectáculo. Con el telón cerrado y mientras se le realizaban trabajos de reanimación, los productores anunciaron la suspensión del show.
Los restos de Domingo Cura fueron inhumados el dia 15, a las 15hs., en el panteón de Sadaic del cementerio de la Chacarita.
* * *
Posiblemente no le hubiera gustado que su muerte lo pusiera en las tapas de los diarios, porque nunca fue un músico estridente o exhibicionista, sino uno de los más sutiles intérpretes de la percusión folklórica. Domingo Cura era el invitado del recital de Chico Novarro. Poca gente podría relacionar al percusionista santiagueño con el reconocido bolerista, pero Cura era así. El músico santiagueño pertenecía a una raza de instrumentistas que proyectaron al folklore a un espacio diferente, donde la improvisación y el encuentro con otros ritmos se transformó en una costumbre natural.

Desde que vino a Buenos Aires a los 18 años, junto al mítico armoniquista Hugo Díaz, nunca tuvo prejuicio para mezclarse con otros géneros. De chico había aprendido algunos "trucos" con una orquesta característica de su ciudad, donde había tocado foxtrot, tango y jazz, aunque lo que más había influido en su forma de tocar era el ritmo de los bombistos anónimos de su región: ese toque vital e intuitivo se transformaría con el tiempo en la marca de su estilo interpretativo.

En la ajetreada noche porteña de los años 50 se acercó a la música caribeña y experimentó con el jazz; colaboró con artistas cubanos y figuras internacionales como Nat King Cole, Lucho Gatica y el Trío Los Panchos; se sumó a las refinadas agrupaciones de René Cospito y Eduardo Armani, y llegó a grabar su primer disco con el conjunto Santa Anita Sextet para la RCA Víctor, donde tocaba el bongó.

No se olvidaba de su origen como bombisto y seguía tocando folklore con su cuñado Hugo Díaz, pero era requerido por orquestas de música tropical que circulaban por las boîtes más conocidas del centro. En eso andaba cuando se encontró con el pianista Ariel Ramírez y el charanguista Jaime Torres para grabar el disco "Folklore nueva dimensión" (1961), que revolucionó el género en cuanto a los arreglos y la interpretación de los instrumentos en la música de raíz.

Poco después llegaría su inserción en el proyecto de "Misa Criolla" (1964), que lo lanzaría definitivamente como uno de los principales percusionistas del género; y el trabajo junto a Mercedes Sosa en "Cantata Sudamericana", otra pieza clave de Ramírez en la música nativa y en la vida de Cura.

Su utilización de diferentes elementos de la percusión como tumbadoras, timbales y bongós sumados al bombo legüero le dio otro sonido a su música. La popularidad alcanzada con las giras europeas, lo transformaron en un músico de prestigio en el ámbito nacional e internacional.

Pero Domingo Cura no se conformó con su actividad folklórica. Llevado por ese espíritu intuitivo siguió explorando en otros géneros y coqueteando con músicos de vanguardia como Eduardo Lagos, Kelo Palacios, Astor Piazzolla, Milton Nascimento y el Gato Barbieri, con el que llegó a tocar en el Central Park de Nueva York durante el prestigioso festival Newport, con un set de ocho bombos que dejó con la boca abierta a jazzeros como Gerry Mulligan.

Ya mimetizado con las costumbres porteñas, Domingo Cura alternaba su movida agenda musical con una variada rutina de entretenimiento. Le encantaba la noche con todos sus atractivos: la charla de café, el hipódromo, los sábados de boxeo en el Luna Park y las jam sessions, donde tocaba con músicos de diferentes estilos.

Pelajes rockeros

Ese espíritu movedizo lo llevó a formar una inusual sociedad creativa con Lito Nebbia en los efervescentes primeros años del rock nacional, durante la década del setenta. Eran los tiempos de fusión con las raíces latinoamericanas y el autor de "La Balsa" encontró en Domingo Cura el único músico capaz de interpretar el lenguaje rockero y aportarle timbres más folklóricos. El resultado fue "Despertemos en América", de 1972, donde la percusión de Cura es fundamental dentro de la atmósfera sonora. La cohesión del folklorista con el rockero lo llevó a participar del primer festival BA Rock. El recuerdo de ese encuentro memorable entre Cura y Nebbia -dos músicos de estilos y generaciones diferentes- quedó plasmado en el tema "Vamos negro", que puede verse en la película "Hasta que se ponga el sol".

La amistad con Nebbia daría con el tiempo otras reuniones informales e invitaciones para grabar en discos de amigos como Roque Narvaja. El bombisto participó del emblemático álbum "Octubre", una obra maldita con sonido indoamericano que fue censurada por la Triple A. En los noventa, el ex integrante de Los Gatos lo convocó para grabar un disco juntos llamado "Las aventuras de Lito Nebbia y Domingo Cura".

Esa relación con el rock se prolongó en el tiempo. En 2002, el percusionista colaboró en el disco "Siempre es hoy", de Gustavo Cerati. "Grabar con él fue excepcional -aseguró en su momento el ex Soda Stereo-. En el caso de «Sulky» [el tema que grabaron juntos] tenía una base rítmica con un sampler de un vinilo de los años 60 de Cura. Y me dije: «¿Por qué no llamarlo y reemplazar el sampler por el original?» La energía que desplegó en el estudio me hizo reescribir la letra. «Ser como piedras perfectas, imaginarnos de viejos...» Me dejó la sensación de que la música no tiene edad."

A su labor como sesionista de lujo o solista destacado fue sumando sus propios trabajos, entre los que se cuentan los álbumes "Tiempo de percusión", "Gloria", "El Dios de los parches" y "La percusión en el folclore argentino". Domingo Cura estaba preparando un nuevo espectáculo junto al pianista Oscar Alem, pero el latido del parche se detuvo, como el de su corazón.

Por Gabriel Plaza
De la Redacción de LA NACION






Un hombre sencillo y humilde El músico enriqueció la percusión con su versatilidadSe nos ha ido dando un postrero golpe. No de parche. Un golpe contundente, golpe final, de despedida.Domingo Cura, ante todo un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra, como dijo Antonio Machado. Hombre sencillo, humilde, respetuoso, cordial.Domingo hizo del golpe, es decir, de la percusión, del ritmo, un modelo. Y eso es preciso rescatar en estos tiempos.Domingo nunca hizo alardes con su arte maravilloso, heredado de sus ancestros santiagueños. Esa chacarera -tan maltratada, tan tergiversada, tan "caballito de batalla" de peñas y reuniones de jolgorio- jamás fue asumida por Domingo para empujarla con "efecto festivalero". La percusión, con él, cobró otra dimensión. La dimensión hacia el meollo mismo del ritmo, hacia sus recovecos menos pensados, hacia las sutilezas inesperadas, hacia la musicalidad. Como una rúbrica mágica de las melodías y armonías. Domingo hizo de ese desplazamiento rítmico llamado síncopa un arte superior. Su intuición profunda dejó de lado todo lo obvio, como son las marcaciones de los "tiempos fuertes" del compás. Pero todo enriquecido con breves toques, donde el silencio cobró nuevas significaciones musicales; con repiqueteos apenas perceptibles. Pero también supo de la contundencia, cuando arremetía a su "batería de parches", para convertirse en una fiesta de la polirritmia.Con bombos, tumbadoras, bongós, guiros, redoblantes, platillos, maracas, claves, cencerros, cajones, pandeiros se convirtió en un creador, para enriquecer los temas rítmicos y los que no lo son. ¿Cómo acompañar ese clásico del altiplano como es "El cóndor pasa"? Sólo Domingo pudo hacerlo, con toques diminutos, como lo hizo con el llanto del yaraví. Y más allá, abarcar desde esa chacarera, tan metida en su sangre, el carnavalito, el malambo, la zamba, la baguala, las danzas árabes de sus lares atávicos, los más variados ritmos latinoamericanos -incluyendo el bolero- y el jazz.Desentrañar el arte prodigioso de Domingo Cura debería ser la consigna de los nuevos percusionistas. De él aprenderán siempre que los parches no son para el estruendo, sino para alimentar las melodías y armonías del mundo.


René Vargas Vera






El Mundo


VIOLENCIA EN ESTADOS UNIDOS : UN JUEGO TERRIBLE QUE SE HA EXTENDIDO TAMBIEN A CANADA

Un fenómeno nuevo en EE.UU.: "cazan" a palos a los "sin techo"


Lo llaman "bum hunting". Bandas de adolescentes buscan a los vagabundos en los parques. Y los muelen a palos. Este año ya mataron a 16. Dicen que así se divierten. Todo comenzó con un video.

SOLEDAD Y HORROR. Un vagabundo durmiendo en un parque en Santa Mónica. Se han convertido en las víctimas de una increíble violencia urbana.

Ana Baron WASHINGTON. CORRESPONSAL
abaron@clarin.com

Primero lo golpearon fuertemente con un bate de béisbol, luego le incrustaron una botella rota en el estómago. El vagabundo "sin techo", totalmente indefenso, se encontraba durmiendo en la vereda cerca de una tienda. Las cámaras de la vigilancia registraron la salvajada. Los dos adolescentes, ambos muy jóvenes, salieron corriendo y el hombre sobrevivió. Pero esa misma noche los mismos chicos volvieron al ataque contra otro "sin techo" llamado Norris Gaynor. Esta vez los golpes terminaron con la vida de la víctima.

Thomas Daugherty y Brian Hooks, de 16 años, fueron arrestados y están esperando el juicio en una cárcel de Fort Lauderdale, Florida. El ataque contra los "sin techo", sin embargo, continúa.

Los teenagers lo llaman "bum hunting". En español puede traducirse como "a la caza de vagabundos". Se trata de una nueva "moda" entre los jóvenes de Estados Unidos. Salen en busca de algún "sin techo" o de marginales que viven en las calles armados de prejuicios e instrumentos de tortura. Cuando encuentran a uno, lo golpean con bates de béisbol, le disparan balas de goma o simplemente le prenden fuego.

Las estadísticas indican que en los últimos años asesinaron de este modo a por lo menos un "sin techo" por mes. Pero los números han aumentado. En lo que va del año ya hubo 16 víctimas fatales. Uno de ellos fue Michael Roberts, de 53 años. Cuatro jóvenes de 14 a 18 años lo encontraron en un bosque a donde habían ido a fumar marihuana. Lo que hicieron fue espantoso.

Jeffrey Spurgeon, el más grande del grupo, fue entrevistado en el programa de televisión 60 Minutos en la cárcel de Jasper, Florida, donde está cumpliendo una sentencia de 35 años.

"La cosa que no me puedo sacar de la cabeza son los gritos de Michael pidiendo ayuda, pidiendo que no le peguemos más", confesó Spurgeon. Detalló que quien inició la paliza fue su amigo de 14 años, Chris Scamahorn. "Chris lo despertó y comenzó a pegarle con un palo. Después yo agarré el palo y comencé a pegarle. Al rato todos salimos corriendo. Pero volvimos al lugar tres veces más. A la tercera vez, Chris trajo un madera con un clavo. Y se lo clavo en la cabeza".

¿Y por qué hicieron todo eso?, preguntó azorado el periodista.

"Creo que para divertirnos", respondió Spurgeon.

Los jóvenes fueron condenados a pasar el resto de sus vidas de adultos en la cárcel. "No fue un error, Fue un acto consciente que tuvo lugar durante un período largo y que terminó con la muerte brutal de un sin techo indefenso", explicó, durante el proceso, el juez Joseph Will.

"Este es el nuevo deporte. En muchas partes del país es el derecho de piso para entrar en un grupo", comentó a Clarín Brian Levin, un experto en racismo y crímenes de odio de la Universidad de California en San Bernardino (ver "Son jóvenes...").

Michael Scoops, presidente de la Coalición Nacional para los "sin techo", coincide: "Lo que ha tenido una enorme influencia en el desarrollo de esta moda perversa es una serie de videos llamados bumfightings, la lucha entre vagabundos", dijo a Clarín.

"Cuando estos videos salieron a la venta vimos un incremento impresionante en el número de ataques contra los sin techo y de asesinatos. Estos videos tienen una gran influencia sobre los jóvenes. Después de mirarlos no se les ocurre otra idea que salir a la caza de los sin techo", añadió.

Los videos fueron creados por un joven de 18 años, Ryan McPherson, en el garage de su casa, en 2001. En cuanto salieron a la venta tuvieron tanto éxito que vendió los derechos por un millón y medio de dólares. Desde entonces ya se vendieron 300.000 copias. Los videos muestran a Rufus Hannah, un "sin techo", totalmente ebrio, jugando peligrosamente con botellas rotas y peleando contra su mejor amigo, Donnie Brennan. En una de las películas, McPherson, el autor de los videos, golpea a los dos vagabundos mientras ellos están durmiendo. Brennan finalmente se atrevió y denunció judicialmente a los productores de los videos.

Recientemente en Calgary, Canadá, cinco jóvenes decidieron imitar a McPherson. Drogados y armados con una cámara de video partieron una tarde a cazar vagabundos. Cuando encontraron a uno durmiendo en la calle, al grito de "viva el bum fighting" comenzaron a patearlo fuertemente, le pegaron con palos y hasta le rompieron una botella en la cabeza. El "sin techo" logró sobrevivir de milagro. Dos de los chicos fueron detenidos y pasaron un año en prisión.

En La Florida, Spurgeon confesó a 60 Minutos que era un adicto a los videos. "Los veíamos una y otra vez e imitábamos lo que veíamos", dijo al admitir que eso era justamente lo que estaban haciendo cuando mataron a Norris Gaynor en la Florida.

"Uno podría pensar que el hecho de que ahora están condenando a estos jóvenes disuadiría a otros. Pero es al revés, el hecho de que salen en la prensa inspira a otros jóvenes a imitarlos y el fenómeno se está agravando", explicó, sombrío, Scoops.



Comentario al artículo:




“Recuerdo hace poco haber leído también en Clarín una "moda" en el primer mundo: filmar en teléfonos celulares violaciones y atropellos contra mujeres y minusválidos. Bueno, hace un par de semanas se supo que una familia de Seattle hizo operar a su nena de 9 años para que no creciera nunca más, para que se quedara niña por siempre. También, el año pasado mostraron en Canal 13 otra "moda" más: "adoptar" a bebotes de plástico como si fueran niños de verdad... ¡Era gente adulta que pagaba y recibía un seudo certificado de adopación por un pedazo de plástico semejante a un ser humano en sus primeros meses de vida, y que los "padres" cuidaban como si fueran verdaderos hijos! Ni siquiera "adoptaban" bebotes para practicar ante la posible perspectiva de tener un hijo de verdad en el futuro: el fin era precisamente mantener una simulación de paternidad para siempre...

Todo esto, que a primera vista no tiene ninguna conexión, en relidad si la tiene: son los síntomas más mostruosos de una sociedad enferma, que se muere de impotencia, de una sociedad -como dice Abel Posse- que pasó del aborto facil al suicidio de la infecundidad. Es gente que no tiene ni comunidad, ni patria ni Dios. El arraigo vital que significa la familia, la herencia cultural, la solidaridad social o al menos el compromiso intelectual está ausente, y cada vez se amplía más la necesidad de sustitutos virtuales. Para los otros, para los que la vida en común o siquiera la vida del otro no vale nada pero que no se retraen como los infelíces que adoptan barbys, se "expresan" como lo que son: bestias vaciadas de cualquier sentimiento de caridad o conmiseración, imbéciles dotados de la notable capacidad de golpear a quién no los ha atacado y no tiene como defenderse (Lo que esos perversos carentes de Dios le hacen a Irak es otro reflejo de la enfermedad nihilista). Para aquellos a quienes no les satisfacen plenamente las cosas de este tipo, buscaban antes la fuga mundi del amor a Dios, pero eso ya casi no existe en este mundo que se muere.

Tanto la vida individual como la vida en común deberían inspirarse en algo noble que las trascienda, y para eso siempre está lo que Disandro llamaba teandrísmo: la manifestación terrenal de lo sagrado. Ojalá tengamos nosotros un Chávez (u otro Perón) para nosotros, que jure en Nombre de Cristo y del socialismo. O de otra forma no vamos a estar tan lejos de ese mundo moribundo que se vanagloria en aniquilar naciones inocentes, sociedades que se entretienen criminalizando y torturando la pobreza e individuos cuyo compromiso con la existencia se limita a cuidar un pedazo de plástico con forma humana”.


Lucio Fernández Paz . 18.02.07




Historia
PRIMERA PRESIDENCIA




El 24 de febrero se conmemora un nuevo aniversario del primer triunfo electoral del peronismo, ocurrido en 1946, que consagró al General Juan Domingo Perón como Presidente de la Nación. Lo invitamos a recordar este acontecimiento histórico.
El 1º de diciembre de 1945, el gobierno de facto anuncia que las elecciones presidenciales previstas para abril de 1946 han sido anticipadas, por el decreto del Poder Ejecutivo, para el 24 de febrero.



La fórmula Perón-Quijano, representando al Partido Laborista, enfrenta a la fórmula Tamborini-Mosca que reúne, en la Unión Democrática, a la Unión Cívica Radical (Comité Nacional), el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Partido Demócrata Progresista, en cuya proclama general, leída durante el acto de cierre de campaña, expresa como objetivo: "Cerraremos definitivamente el paso a las hordas que agravian la cultura convertidos en agentes de una dictadura imposible…"



Juan Domingo Perón, pocos días antes de la elección, durante la proclamación de su candidatura en la Plaza de la República (9 de Julio y Corrientes), dirigiéndose a la multitud popular que lo aclama, dice: "Llego a vuestra presencia con la emoción que produce sentirme confundido entre este mar humano de convivencias honradas, de estas conciencias de criollos auténticos que no se doblan frente a las adversidades."(…)
La Unión Democrática se impone en cuatro provincias. La fórmula Perón-Quijano gana en Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fé, Entre Ríos, Tucumán, Santiago del Estero, Mendoza, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy, obteniendo 304 electores contra 68.
Así, Juan Domingo Perón, triunfante en las elecciones del 24 de febrero de 1946, llega a la Presidencia de la Nación, según sus propias palabras, "por el consenso de voluntades que repudian la presión ajena, por el asentimiento de cuantos anhelan que la justicia prevalezca sobre el interés."
Cuando asume el cargo de Presidente de la Nación al que había llegado por el voto popular, sin proscripciones de ningún partido ni persona, en elecciones de una "corrección ejemplar", según la propia Unión Democrática, en su discurso inaugural dice: "Me siento el presidente de todos los argentinos, de mis amigos y de mis adversarios, de quienes me han acompañado y de quienes me han combatido".



12 de Febrero de 1946 : EL PRIMER BOMBO PERONISTA



El día de la proclamación de la fórmula Perón-Quijano hace su aparición el primer bombo peronista. En Cabildo y Juramento, sede central de los fortines, partió la manifestación (con el bombo al frente) hacia la Avda. 9 de Julio.



" El Bombo Seppia", dibujo de Héctor Valentini, 2007






Opinión

La politiquería gallinácea



Los ex principistas de la ética y los valores republicanos afirman que la política "siempre fue así". Pero no podemos dejar que nos convenzan, que la reginación nos lleve a renunciar cambiarla, aunque cuesta tanto, tanto... El "Pan y Circo" medieval no se acaba nunca y el contemporáneo "Vino, empanadas, choripán y qué viva el Dotor", tampoco. Son tiempos en que no se trata de llegar al poder para cambiar algo sino para permanecer sin que nada cambie.

José Luis Planas Osorio.

La vieja, y no por eso menos conocida frase del Gatopardo "cambiar algo para que nada cambie...”, parece irle de perillas a nuestra dirigencia política, la cual se apresura a una campaña electoral con las ya también viejas, y no por eso menos efectivas, prácticas de la politiquería comiteril de principios del siglo pasado.
El espectáculo es patético: peleas entre el Intendente de Córdoba Luis Juez y el Gobernador, José Manuel De la Sota en un nivel de conventillo, indignas de dos servidores públicos, letrados en derecho ambos, representantes genuinos de lavoluntad popular .
Se continúa con el clientelismo, los planes de trabajo reciclados, las promesas de planes de viviendas, y de obras públicas que se renuevan en cada campaña electoral.
Mágicamente se construirán cordones-cunetas, asfaltos, escuelas, hospitales, ahora cárceles, como solución para desterrar la pobreza, el desempleo, la indigencia, la falta de genuinas y productivas fuentes de trabajo.
Se reparten bolsones, chapas de zinc, ladrillos, medicamentos, y hasta electrodomésticos en las campañas, depende si son municipales, provinciales o nacionales, y depende del bolsillo de los candidatos y de su particular disposición a dar, o recibir, dinero de los votantes.
Lo cierto es que pareciera que aquella práctica del Imperio Romano tan detestable “ Pan y Circo”, se cumple a rajatabla en nuestra tierra criolla, en donde podemos decir : "Vino,empanadas, choripán , y viva el Dotor...”, como en los viejos comités conservadores de principios del siglo XX, cuando la política era dominio de compadritos, de caudillejos de parroquias o de circuitos electorales de esa época ( Barceló, Cantoni, etc.).
Nada ha cambiado y vemos la falacia de consignas como esas de “nueva política”, con que algún candidato pretende engañar a incautos.
La política es así, y siempre fue igual, dicen los conversos ex-principistas de la ética y los valores republicanos, hoy necesitados de los votos para “salvar la ropa” y conseguir otro mandato para seguir “luchando” por los intereses del pueblo (Lease: cambiar la 4 X 4, seguir empilchando de lujo, viajar al exterior con los erarios públicos, a congresos de Derecho Laboral en la Cochinchina francesa o de Medio Ambiente, entre las doradas Playas de Cancún, o de la Polinesia , o de “Foros contra la Pobreza”, nunca en una villa o asentamiento social, sino en algún Hotel 5 estrellas tipo “Conrad” , en Punta del Este o “Sheraton” de Rio de Janeiro ) .
Dale nomás, que la función debe seguir, y el que se queda , o es lerdo, pierde en esta carrera por el poder, por el dinero y por los vicios de la politiquería gallinácea, de bajo vuelo, sin discusión, debate de ideas, sin proyectos, ni programas , solo una desbocada y desmedida ambición de llegar a cualquier precio y permanecer a cualquier precio.
(foto Sosperiodista sobre afiches que salieron en la semana contra Juez)
Publicado en www.sosperiodista.com.ar el 01/01/07.

La adri
José Luis creo que tu descripción de la realidad de la política del establishment es acertada. "...el día que los pueblos sean libres la política será una canción..." Tal vez la forma de modificarla sea que los integrantes de la sociedad civil, formemos parte de proyectos alternativos que tengan una presencia importante en las redes sociales.Por eso a veces pienso que es importante transformar la bronca, una forma es la denuncia, pero luego viene la otra, la de todos los días la creativa, ver cual es el lugar adecuado donde nos podemos insertar para dejar de ser individuales, y propiciar encuentros con la gente en lo centros vecinales, en las O.N.G., en los gremios si se puede, y construir esas redes comunitarias indestructibles que ayudan al vecino a solucionar sus problemas, al hombre común a ponerse en eje. ES CUESTION de juntarse y arremeter y no tragarnos todo este discurso de la política llena de banderitas al mejor estilo del norte en el marco del posmodernismo. Es un tiempo como todos los tiempos que nos pide compromiso social. Te felicito por tu crónica.

eduardo
Muy bueno tu comentario, describe sin hesitación alguna la situación de una clase política impresentable. La política hace tiempo que ha dejado de ser una lucha por ideales, convirtiendose en una lucha por cargos simplemente. Y no es que siempre ha sido así, porque hubo épocas en las que se luchaba por cambiar la sociedad, por una causa, por un ideal,aunque fuera "utopica", muchos de los que lo hicieron fueron víctimas de la pasada dictadura civico-militar genocida. En nuestro pais hubo grandes idealistas,desde San Martín, pasando por Dorrego, El Chacho Peñaloza,Felipe Varela, el mismo Artigas (que es un prócer nuestro, latinoamericano no solo uruguayo), Leandro N Alem o Lisandro de la Torre, el mismo Irigoyen, o Perón que estableció un nuevo paradigma en argentina:LA JUSTICIA SOCIAL( lo que hayan hecho los que se dicen peronsitas después es otra cosa) sin olvidar el más grande de los idealistas latinaomericanos: Sandino, Bolivar, Martí, nuestro argentino, ícono "...que está en todas las remeras...", como dice la canción, quién tenía bien claró el tema de la CUESTION LATINOAMERICANA. ERA UN CIUDADANO LATINOAMERICANO. La carencia de un PROYECTO COMÚN a los argentinos es lo nos está faltando, para crecer, madurar como pueblo. Saludos

Fuente : www.sosperiodista.com.ar



Viernes 16 de marzo, 10:50 AM
'Yo reflejo el dolor de los demás', dijo Waters antes de River

Buenos Aires, 15 de marzo (Télam).- El músico británico Roger Waters, fundador de la mítica banda rockera Pink Floyd, que el fin de semana ofrecerá dos recitales en el estadio de River Plate, confesó que lo que lo motiva artísticamente "es el dolor de los demás".

"Yo reflejo el dolor de los demás y ese dolor está reflejado en mí. Estoy comprometido a hacerlo y quizás esa sea una compulsión, pero no desde el punto de vista psiquiátrico", especificó el artista en el marco de una pequeña rueda de prensa que se desarrolló este atardecer en el Sheraton Hotel.

Con muy buena predisposición para responder con atención y lucidez cada una de las requisitorias planteadas -ya que ninguna de ellas, tal como había solicitado a sus asistentes, se refirieron a su relación con el también ex Floyd David Gilmour- , el creador prologó su segunda serie de actuaciones en la Argentina con una charla interesante que vinculó su sensibilidad y la actualidad.

Como un ejemplo de ello, nombró tanto a las Madres de Plaza de Mayo como a las víctimas de la invasión anglo-norteamericana a Irak como motivadores de su obra, en la que su intención es "buscar la esencia del ser humano".

"Me enteré que los jueves siguen reuniéndose las Madres de Plaza de Mayo y ese dolor, ese agujero que ellas tienen por haber perdido a sus hijos -ejemplificó-, es un dolor que todos llevamos dentro".

El guitarrista y cantante también hizo alusión a la carga melancólica presente en su música y sostuvo que "en mi caso me permite conectarme a esas personas que veo como inocentes, cuando me llegan imágenes como las de Bagdad definitivamente siento una empatía porque hay niños inocentes. Tiene que existir esa comunión con la melancolía que quizás es el soporte para que yo pueda seguir adelante".

Hacedor al frente de Pink Floyd del álbum "The Dark Side of The Moon" (El lado oscuro de la luna), considerado uno de los diez discos más influyentes de la historia del rock, que abordará de manera integral en sus shows en la Argentina, se lo consultó sobre quien representa ahora el lado oscuro de la tierra y Waters no dudó en señalar al presidente norteamericano George W. Bush.

En relación a los 25 años de la guerra de Malvinas y a la celebración inglesa por su triunfo bélico, el intérprete nacido el 6 de septiembre de 1943 en Great Bookham dijo: "Todos saben cuál es mi postura con respecto a ese conflicto bélico, pienso que hubo ciertos movimientos diplomáticos que se podrían haber hecho de otra manera para no llegar a esa situación, pero no me gustan los conflictos bélicos y me asquea que se celebre".

Enseguida acotó que "todos saben lo que siento por Magaret Thatcher, quien entra en esa categoría de `georgebushiano', o sea gente asquerosa" y para no aislar a la dupla también sumó allí al dictador argentino Leopoldo Fortunato Galtieri.

A poco más de cinco años de su debut en este lado del mundo cuando presentó el álbum solista "In the flesh" en el estadio de Vélez, Waters regresa a la Argentina con una propuesta musical que promete encantar a quienes adoran el legado estético de Pink Floyd.

La banda que el bajista fundó en 1966 es uno de los emblemas de la historia del rock y, aún con sus cambios de formación -de Syd Barret a David Gilmour- edificó una carrera que trascendió largamente lo musical.

El conjunto publicó las placas "The Piper at the Gates od Dawn", "Ummaguma", "The Dark Side of The Moon", "Wish you were here", "Animals", "The Wall" y "The Final Cut".





ALE ZANETTI JAVI PELADO



“Abrí el cajón saqué una de las hojas...”





“Hoy las iba a leer.
Los papeles sueltos, en su mayoría con tu caligrafía inconfundible, escritos de un solo gesto, con pocas correcciones, no eran recientes.
Yo conocí esos tiempos; quizás, de haber podido, los habría contado con las mismas palabras.
¿Es lo que realmente es, aquello que escribimos? Indudablemente, vos y yo y muchos también, dejamos en la lapicera, desatarse el estertor que viene de las profundidades. Pero ¿Es lo que realmente es?
Fueron cuatro, cinco, que fui descifrando lentamente, buscando algo que tal vez hoy me dirías.
Tu tristeza, no se si era ya mía, o la aspiré a bocanadas instante tras instante mientras estabas conmigo, impregnándome de ella en un abrazo infinito; el último definitivo abrazo que no iba a dejar que nos separáramos; en el cual estoy sumergida hasta el abandono.
Tal vez, como la lluvia de la mañana, honda, implacable, que se perdió en la arena y bajo las raíces de los árboles (es de noche y no llueve, y quedó el aire fresco, arremansado entre los grillos persistentes); tal vez, como la lluvia, corrió en libres riachos entre la tierra pedregosa.
Porque eso es lo que vi.: el de esos viejos poemas de profundo dolor, era el vidrio opacado por el que te mirabas, quizás de vez en cuando, pero ya no existía en este sabio inmenso, amante de lo cierto, amante de la vida; sol y fuerza y razón irguiéndose en lo alto y llenando el camino con luz viva y tu calor intenso; en este concretado creador de las cosas elementales, despojado de cualquier intención subsidiaria.
Un solo sol, un solo espejo en el imperativo de vivir, que aceptaste y amaste hasta lo insoportable.
No hay modo de medirte. No existe en toda mi pequeña condición más que ese amor tremendo con que quedé cargando, sin saber todavía si ya era mío, o lo aspiré a bocanadas del milagro incomunicable de tu presencia en mi vida”.




Marisa. Agosto del 2006


















León Felipe
De Wikipedia, la enciclopedia libre

León Felipe (Moreruela de Tábara, Zamora, 11 de abril de 1884 - Ciudad de México, 18 de septiembre de 1968). Poeta español. Adoptó el nombre de León Felipe en sustitución de Felipe Camino Galicia de la Rosa, que es el que le puso la acomodada familia de notario en la que nació.
Tras licenciarse como farmacéutico (o recibirse, si se emplea el verbo que él mismo seguramente usó en América), abandonó la senda tranquila y burguesa, si es que la había tenido, e inició la de caminante de una vida llena de peripecias: la regencia de varias farmacias en pueblos de España, recorriendo a la vez el país como cómico de una compañía de teatro; su estancia de tres años en la cárcel, convicto de desfalco; su unión fracasada con la peruana Irene Lambarri, residiendo con ella en Barcelona; su vida bohemia en la peor de las pobrezas hacia 1919 en Madrid, cuando iniciaba su obra poética; después, tres años de estancia en Guinea Ecuatorial trabajando como administrador de hospitales; viaje en 1922 a México, con una carta de Alfonso Reyes que habrá de abrirle las puertas del ambiente intelectual mexicano; trabajos de bibliotecario en Veracruz, y de profesor de literatura española en la Universidad de Cornell (EEUU); matrimonio con Berta Gamboa, también profesora; vuelta a España al iniciarse la guerra civil, viviendo como militante republicano hasta 1938, en que se exilia definitivamente en México, pasando a ser agregado cultural de la embajada de la República española en el exilio, única reconocida entonces por el gobierno mexicano.
Su obra suele asociarse a la de Whitman, del que fue traductor. Comparte con él el tono enérgico, de proclama y arenga casi religiosa, y el impaciente canto a la libertad de quien tanto la buscó. Tras la nada notoria celebración en 2004 del ciento veinte aniversario de su nacimiento, sigue habiendo partidarios de que se reivindique a León Felipe como un poeta mayor —se atribuye a Juan Ramón Jiménez el veredicto de que no lo es— superando las dificultades que en vida le depararon su independencia de todas las corrientes literarias de la época y su condición de exiliado.

NO HE VENIDO A CANTAR



No he venido a cantar, podéis llevaros la guitarra. No he venido tampoco, ni estoy aquí arreglando mi expediente para que me canonicen cuando muera. He venido a mirarme la cara en las lágrimas que caminan hacia el mar, por el río y por la nube... y en las lágrimas que se esconden en el pozo, en la noche y en la sangre... He venido a mirarme la cara en todas las lágrimas del mundo. Y también a poner una gota de azogue, de llanto, una gota siquiera de mi llanto. en la gran luna de este espejo sin límites, donde me miren y se reconozcan los que vengan. He venido a escuchar otra vez esta vieja sentencia en las tinieblas: Ganarás el pan con el sudor de tu frentey la luz con el dolor de tus ojos. Tus ojos son las fuentes del llanto y de la luz.



VENCIDOS...





Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar... Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura, y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar... va cargado de amargura... que allá encontró sepultura su amoroso batallar... va cargado de amargura que allá «quedó su ventura» en la playa de Barcino, frente al mar... Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar... va cargado de amargura... va, vencido, el caballero de retorno a su lugar. Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura, en horas de desaliento así te miro pasar... y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura y llévame a tu lugar; hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura que yo también voy cargado de amargura y no puedo batallar. Ponme a la grupa contigo, caballero del honor, ponme a la grupa contigo y llévame a ser contigo pastor...
Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar...




Poemas

Todo saber ...

Todo saber exterior
es una cosmogonía.
Todo saber interior,
es autoconocimiento,
autorealización espiritual.
Mirar hacia adentro,
salir del Laberinto
en el que absurdamente
vagamos absortos,
enceguecidos por las luces
de nuestras propias
emociones, sensaciones
pensamientos, sueños,
ansiedades, y miedos.

No perdamos mas el tiempo
en divagaciones,
pensamientos vagos
dilapidando fuerzas.
Llegará la hora de
acometer la empresa,
de templar las armas,
los escudos, las lanzas
para la batalla final.
La Guerra Santa se
hace necesario para
rescatar nuestro espíritu,
vencer al dragón de
nuestro ser, a nuestra
Sombra siniestra,
instaurar la victoria de la luz
verdadera,
que lleva al espíritu
hacia lo alto, mas allá del sol,
de lo creado,
hacia
su morada incognocible,
de la que nunca
debió haberse olvidado.



José Luis Planas Osorio
Cruz del Eje, 13 de Abril de 2007





El silencio y la soledad ...

El silencio daña,
destruye,
agiganta los miedos,
no resuelve nada y
no soluciona nada.
No consuela
ni hace cesar
el dolor del mundo.

Es el arma mortal
de los cobardes,
la venganza de los
necios.
El cruel recurso de
los pusilánimes,
los soberbios y
quienes desprecian
al otro.
Al Ser divino que
mora en el otro, aunque
sea distinto, de otro color, de otro lugar,
De costumbres raras
Y de pensamiento distinto.

El silencio desgarra,
desnuda las soledades,
transparenta los dolores,
y otorga la razón
al que se permite
balbucear aunque sea
un poco
las angustias,
los sueños,
los miedos.
O escribirlas en un trozo
De papel a salvo del olvido.

El silencio es nada,
Tododolor sin palabras.




La mortaja pestilente del amor .



José Luis Planas Osorio
Cruz del Eje, 4 de Abril de 2007











Comentarios y Mensajes :

HOLA JOSÉ :
Qué verdad tan cierta, el silencio es nada y es todo. Me encantó. Doloroso, cruel, pero real y verdadero. Felicitaciones !!!
Martha Elizabeth Duran, maeliduran@yahoo.com.ar

Muy Bueno!!!! Me encantó...a pesar que casi me largo al piso a llorar!!!!
Escribes muy bien Jose Luis!!!
Un abrazo!!!
Clide , "Clide del olmo" clidedelolmo@yahoo.com
Genial ¡!!!!!
"Silvia Cadogan" josesilviay4@yahoo.com.ar
Jose Luis:
He leido varios poemas tuyos y me gustaron muchisimos, pero en este realmente haz puesto tal bravura que la persona/s que osaron o intentaron hacer que sientas soledad por callar o silenciar sabrán que el silencio con vos no va.-Me gusta como lo expresas pero ,Por favor, la ultima linea,
me estremece. Con todo afecto:
Eva"nadia beleris ibarra" nadbel_0029@yahoo.com.ar

5. Hola doc: hermosas las fotos..y su reciente poema...que tema inmenso que eligiò no?...es una meditaciòn ..que me gusta mucho volver una y otra vez..
PIDO PERMISO AL SILENCIO...DECIA HERNANDEZ EN EL MARTIN FIERRO.. En este siglo 20 que pasò..donde la rapidez, la competitividad , la eficacia y la productividad, el ritmo de las comunicaciones que vertiginosamente, recorren todo el planeta.."acallar el interior,..... nuestros pensamientos,,,,,,, deseos y..... urgencias...para quedarnos un momento con nosotros mismos y conocernos.....; como decia Socrates....nos vuelve a centrarnos en el equilibrio necesario para seguir . Sabe? he descubierto con cierto asombro aspectos desconocidos de mi misma, a veces lindos y otras no tanto..pero estan dentro de mi. que curioso no?...
De Miriam, 5.04.07.- Estimado Dr. José Luis Planas Osorio:Queremos felicitarlo por su excelente revista digital Macedonio Belarte. Un email, de los tantos que nos llegan por día, nos anunció su existencia. Cuando la abrimos, notamos su gran calidad.La SESAM también edita una revista cultural, aunque exclusivamente literaria, que hoy le ADJUNTAMOS..Si tiene interés en recibirla, por favor escríbanos a vuelta de correo, afirmativamente.Saludos cordiales.
Héctor Zabala,Jefe de Redacción de REVISTA SESAM








Sociedad de Escritores de San Martín (SESAM)-Entidad sin fines de lucro - RMGSM Nº 1027Argentina











Hola Jose luis: quiero decirte que tus poemas son hermosos y seria bueno que los publicaras.
Las cosas bellas no se guardan, se muestran o regalan.
Cariños Eva.
Ah!!!, Salís muy buen mozo en la foto.-
José Luis :
Yo leo TODOS tus emails. Porque mientras más uno tenga para leer mejor es. Luego a algunos los elimino, y a los que me interesan los guardo en el pertinente archivo o carpeta en el disco rígido.
Las "cadenas" de cualesquier tipo, sobre todo las de "oración", no son de mi agrado que digamos. Trato de evitar los Fw, refw y demás.
Pero valoro muchisimo la información y sobre todos los artículos, notas, ensayos vinculados a lo literario y a la polìtica, entendidaesta como discusión o debate de ideas, cosa que ultimamente no se da en la "politica vernácula" ( gallinácea)y mundial menos
.Quizas acostumbrados al "pensamiento único" , la cultura de la imagen y el pensamiento acrítico,olvidamos que lo más saludable para el espiritú es el debate abierto, claro de ideas.
Saluditos: el pelado .-








MACEDONIOBelarte Director: Dr. Jose Luis Planas Osorio / Paraguay 76 / TE: (03549) 421580
Arte, Cine, Literatura, Música, Plástica, Poesía, Ciencia, Historia, Filosofía
AÑO II – N° XX – CRUZ DEL EJE, LUNES 30 DE ABRIL DE 2007
REVISTA DIGITAL DE CULTURA
Sumario :
Nadie dijo que fuera fácil. 1 / RED LICURGO: Noticia elegida. 3 / Los mosaicos árabes, geometría de avanzada. 5 / El color del la piel y el hierro. 7 / Carta de María Kodama a Borges. 8 / Los Grandes Temas en Borges. 10 / Claro Misael Salcines: Macedonio. 13 /” El Señor de la Guerra”. 17 / Adiós a Domingo Cura. 19 / Historia: Primera Presidencia. 21 / / El Mundo. 23 La Politiquería Gallinácea. 26 / “ Yo reflejo el dolor de los demás”,dijo Roger Waters. 28 / La Tumba de Jesús para la polémica. 31 / “Abrí el cajón, saqué unas hojas ...” 32 / León Felipe. 33 / Poemas JLPO. 36 / Comentarios y Mensajes 39 .




Roger Waters en River el Sábado 17/03/ 2007




Another brick in the wall

Papá ha volado a través del océano
Dejando sólo un recuerdo
Una instantánea en el albúm familiar
Papá, ¿qué más dejaste para mí?
Papá, ¿qué dejaste atrás para mí?
Después de todo, no fue más
que un ladrillo en el muro
Después de todo, no eran más
que ladrillos en el muro.

No necesitamos educación alguna
No necesitamos ningún
control del pensamiento
Ningún oscuro sarcasmo en el aula
Maestros, dejen en paz a los chicos
¡hey, maestros! Dejadnos a los chicos en paz
Después de todo, no es más
que otro ladrillo en el muro
después de todo, no son más
que otro ladrillo en el muro

No necesito drogas para calmarme
He visto lo que hay escrito en el muro
No penséis que necesito nada
No, no creas que voy a necesitar
nada en absoluto
Después de todo, no era todo más
que ladrillos en el muro
Después de todo, todos ustedes no eran
más que ladrillos en el muro.





Out side the wall

Completamente solos, o de dos en dos
Los que realmente te aman
Caminan arriba y abajo, fuera del muro
Algunos de la mano
Otros juntándose en bandas
Los románticos y los artistas
se hacen fuertes.
Y cuando te han dado todo lo suyo
Algunos se tambalean y caen
Después de todo, no es fácil
Golpearse el corazón
contra el muro de algún tipo loco.








Lunes 19 de marzo de 2007
Edición impresa Sociedad Nota




Arqueología bíblica
La tumba de Jesús, para la polémica





"Jesús, su esposa María Magdalena, su hijo Judas, sus hermanos José y Santiago, su madre María y un pariente de ésta llamado Mateo, fueron enterrados en Talpiot, Jerusalén". Esas son algunas de las polémicas afirmaciones realizadas en el documental El sepulcro olvidado de Jesús, realizado por James Cameron y Simcha Jacobovici, y estrenado anoche en The Discovery Channel.

Entre las supuestas evidencias, se presentaron los nombres grabados en los osarios. "Jesús hijo de José", "María", "Mariamene e Mara", "Mateo", "Yose" y "Judas hijo de Jesús", inscriptos en seis osarios de los nueve encontrados, dan un pie "estadístico"a los autores para sostener que la tumba, encontrada en 1980, perteneció verdaderamente a Jesús.

Además, se mostraron estudios forenses que determinan que un décimo osario, que había estado en manos de un coleccionista, correspondía a Santiago, hermano de Jesús.

Otro dato presentado es que, si se tomara en cuenta que "Mariamene e Mara" podría traducirse del griego antiguo como "Maestra María Magdalena", la probabilidad de que esa no fuera la tumba de Jesús quedaría reducida a una en 600. "Mariamene e Mara" es como se conocía a María Magdalena en Las Actas de Felipe, uno de los evangelios eliminados por la Iglesia en el siglo II.

Asimismo, el hecho de que estuviera enterrada junto a Jesús, y que mediante ADN de restos óseos no se pudiera establecer parentesco, acrecienta la posibilidad de que hubieran sido marido y mujer.




FUENTE : www. lavozdelinterior.com.ar


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